La Alta Comisionada interina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Nada al Nashif, denunció un "alarmante aumento" del número de palestinos muertos y heridos en el marco de las redadas que llevan adelante las fuerzas de seguridad de Israel en las zonas ocupadas.
Según expresó la funcionaria, la situación se consecuencia del “reciente repunte de los enfrentamientos en Gaza a principios de agosto y el uso generalizado de fuego real por parte de las fuerzas de Tel Aviv en sus operaciones en Cisjordania y Jerusalén Este.
Al Nashif reclamó la realización de investigaciones "rápidas, independientes, imparciales, exhaustivas y transparentes" en torno de "todos los incidentes en los que una persona haya muerto o resultado herida", según reporta la agencia de noticias Europa News.
La Alta Comisionada destacó que solo entre el transcurso de la última semana resultaron muertos tres palestinos y otros veinte heridas en el norte de Cisjordania, en particular en las regiones de Naplusa y Yenín, donde operan grupos armados palestinos.
La escalada represiva se da en un contexto que incluye el cierre de organizaciones palestinas vinculadas a la defensa de los derechos humanos parte del Ejército israelí después que el gobierno del primer ministro, Yair Lapid, las declarara “terroristas”.
Entre las ONG allanadas y clausuradas se cuenta Addameer, que monitorea el trato de los palestinos presos en Cisjordania; la Fundación de Comités de Trabajo de Salud; el Centro Bisan de Investigación y Desarrollo; y la Unión de Comités de Mujeres, entre otras.
Se trata de organizaciones de larga trayectoria que venían trabajando en estrecha relación con agencias gubernamentales de Alemania y Francia, dos países que expresaron sus deseos de seguir “cooperando” con las ONG al considerar que no hay elementos de prueba contra ellas.
Al Nashif manifestó su "alarma" por las acciones contra "defensores de los Derechos Humanos en territorio palestino ocupado, incluido la orden aparentemente arbitraria de cerrar siete organizaciones humanitarias en Ramallah y las amenazas de arresto por realizar su trabajo".
La funcionaria, además, se manifestó sobre el caso de las periodista palestino-estadounidense Shirín abu Aklé, de la cadena de TV cataría Al Jazeera, asesinada el 11 de marzo pasado con un disparo en la cabeza durante la cobertura de un operativo israelí en la ciudad cisjordana de Yenín.
Al respecto, reclamó "una investigación penal que respete los estándares del derecho internacional", haciéndose eco de las autoridades palestinas, que denunciaron que las fuerzas israelíes habían disparado directamente contra Aklé pese a estar identificada como periodista.
Las declaraciones de la Alta Comisionada llegan luego que el primer ministro israelí, Yair Lapid, descartara investigar y procesar al militar que disparó la periodista. "No permitiré que un soldado que se estaba protegiendo de los tiros de terroristas sea procesado por la justicia solo para que nos feliciten desde el extranjero", dijo Lapid.
Al Nashif también destacó que "el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos sigue preocupado por el hecho de que Israel no haya renovado los visados del personal internacional” que trabaja en la oficina que la organización tiene en Palestina, situación que, según alertó la funcionaria, “limita aún más el compromiso con los Derechos Humanos en el territorio palestino ocupado".
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