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La peripecia de un usuario para cargar su vehículo eléctrico en un puesto de UTE
El avance y desarrollo de la movilidad eléctrica en Uruguay parece encontrar algunos desajustes entre los planes de las autoridades y lo que los usuarios viven en la práctica cuando utilizan la infraestructura pública que requiere su uso.
Al terminar 2022 habrá un cargador para vehículos eléctricos cada 50 kilómetros en el territorio nacional. Ese es uno de los objetivos planteado por UTE en movilidad eléctrica. Al menos 20 de esos equipos serán de carga rápida. Y para 2023 serán 50 cargadores rápidos, en una red que estará integrada por unos 300 puestos de recarga distribuidos en todo el país.
La tecnología de corriente continua permite cargar las baterías de los vehículos en un tiempo de media hora hasta en 80%. Hoy la mayoría de los instalados son de carga alterna y suelen tardar entre siete y ocho horas para que la batería alcance el 100% de su potencia.
Sin embargo, los planes de las autoridades enfrentan algunos escollos en la práctica para los usuarios que ya tienen vehículos que utilizan total o parcialmente (híbrido) energía eléctrica para funcionar. El economista Germán Alvariza, exgerente de Estrategia & Innovación de Pronto!, relató en su cuenta de Twitter la experiencia frustrada que le tocó vivir con un punto de carga.
"Qué bueno que UTE fomente la movilidad eléctrica y se instalen cargadores en las estaciones Ancap. Lo malo es que no se puedan usar sin hacer antes un trámite. Cómo nos cuesta en Uruguay hacerlo simple", posteó el experto que hoy se desempañe en Pro-SBN, una plataforma de negocios basada en tecnologías de vanguardia.
Alvariza explicó que para poder usar el cargador se necesita una tarjeta de UTE. "En las estaciones de servicio no venden dicha tarjeta o alguna prepaga que permita usar el cargador", indicó.
Por otro lado, cuando Alvariza llamó al call center 1930 de UTE para preguntar cómo podía acceder a la tarjeta le respondieron que no tenían información y le indicaron que enviara un mail a [email protected], donde obtendría una respuesta rápida.
"Llevo más de una hora esperando. Buscando en la página de UTE encontré un formulario para solicitar la famosa tarjeta, por lo que concluyo que su entrega no es inmediata –prosiguió–. También está la posibilidad de descargar una aplicación, pero su única utilidad es ver los puntos de carga y el saldo en la 'famosa tarjeta'", añadió.
El tema es que para poder usar el cargador necesitas una tarjeta de UTE. En las estaciones de servicio no venden dicha tarjeta o alguna prepaga que permita usar el cargador. (sigue)
— Germán Alvariza (@GermanAlvariza) August 14, 2022
"En fin, una buena política mal implementada, que hace que la mayoría de los cargadores permanezcan sin usar, y que sean inútiles para turistas o cualquier persona que no tenga servicio de UTE y haya realizado el trámite antes. Una costumbre muy uruguaya de complicar lo que se podía haber hecho fácil y sencillo. Por suerte, viajamos en un vehículo híbrido", finalizó Alvariza.
La cuenta de UTE en Twitter respondió a la queja de Alvariza. "Agradecemos tu preocupación por aportar a la mejora del servicio de movilidad eléctrica que ofrecemos. Ya veníamos trabajando en esa dirección y próximamente estará disponible la posibilidad del acceso a la carga desde UTE Mueve, pagando con tarjeta de crédito", indicó el ente.
La tarifa
En todos los puntos de la red de recarga de UTE se aplica la tarifa de movilidad eléctrica. En esta tarifa los costos se diferencian en tres tramos horarios con distintos precios.
Durante el horario valle (de 0 a 7) el precio es de $ 3,363 kWh; en el horario llano (de 7 a 18 y de 22 a 0) el precio es de $ 6,253 kWh; y en el horario punta (de 18 a 22) se abonan $ 16,335 kWh, según el pliego tarifario vigente. Los tramos horarios responden al actual sistema de generación eléctrica que está basado en fuentes renovables, donde existe mayor oferta de energía en las madrugadas con capacidad remanente de las redes eléctricas.
Hasta ahora la instalación de cargadores es iniciativa solo estatal, ya que para las empresas privadas este tipo de proyectos aún no es lo suficientemente rentable. Esto porque el consumo de energía sería simplemente para completar la carga de la batería, dado que en general los usuarios conectan sus vehículos en sus casas durante la noche.
“Eso implica que la inversión del cargador eléctrico comparada con lo que se puede cobrar a quienes completan su carga (en la ruta) todavía no ha resultado redituable como para que en forma masiva haya otros inversores”, había dicho la presidente de UTE, Silvia Emaldi, a El País.
