Si la definición en las urnas del último domingo fue infartante, no lo fue menos la del 27 de noviembre de 1994. De hecho aquellos se presentaron como los comicios "más reñidos de la historia", como titulaba el semanario Búsqueda en su tapa del 1 de diciembre. Esa elección que fue la última en la que se eligió presidente en primera vuelta, sin posibilidad de balotaje, y dejó un país dividido en tres partes casi iguales.