Economía y Empresas > Verano 2020/21
La temporada arrancó con una magra ocupación hotelera y escaso movimiento
Es tardecita de sábado en Punta del Este y más allá de la temperatura agradable, nada indica que es el último fin de semana del año. Por las calles de la península se transita con facilidad y sobra lugar en todos los espacios de estacionamiento, al igual que en las principales playas. Los decks de bares y restoranes tienen pocas mesas ocupadas, y el movimiento es casi inexistente en el resto de los comercios.
El paisaje se repite en otros balnearios de la zona costera donde el arranque de la temporada de verano fue con muy poco brillo. El crecimiento de contagios por covid-19 se hace sentir en las expectativas de turistas locales, que al menos en estos primeros días han puesto algo de suspenso a sus planes de vacaciones. Eso se suma a la falta de argentinos y brasileños por el cierre de fronteras que se nota y mucho.
Los primeros datos manejados por la Asociación de Hoteles y Restaurante del Uruguay (AHRU), indican que balnearios como La Paloma y Punta del Diablo tuvieron una ocupación cercana al 40%. Una cifra similar se registró en establecimientos del departamento de Colonia. Aun sin datos procesados de Punta del Este, el presidente de AHRU Francisco Rodríguez adelantó que la actividad “estuvo baja”. Por estas fechas y en situación de normalidad la ocupación trepaba a niveles de 95% impulsada principalmente por la presencia de brasileños que llegaban al país para pasar las fiestas (Reveillon).
“Considerando la situación actual, esa 40% de fin de semana no es muy halagüeño, pero tampoco es tan desastroso como se podía esperar en un primer momento”, afirmó Rodríguez a El Observador. El empresario recordó que tradicionalmente para el sector de hoteles el primer fin de semana de enero es una referencia más importante que el feriado de Navidad. También destacó que el público está dejando las reservas para último momento, por lo que es difícil establecer proyecciones sobre demanda.
El empeoramiento de la situación sanitaria registrado en los últimos días también hizo que se dieran de baja reservas que habían realizado los turistas uruguayos sobre mediados de diciembre.
Algo similar ocurre con el arrendamiento de propiedades, que directamente se suspendieron o que se están postergando en el tiempo. Una fuente del sector inmobiliario consultada por El Observador, contó a modo de ejemplo que al este del arroyo Maldonado hay casos en los que se están renegociando las fechas de ingreso a las viviendas e incluso los precios. Esto empezó a notarse después del 20 de diciembre. Dada la escasa demanda y la incertidumbre reinante los propietarios están otorgan flexibilizaciones, como forma de asegurar ingresos para solventar gastos fijos durante el año. Las bajas expectativas también se reflejan en el alquiler de locales comerciales que en cantidad importante están sin ocupar.
Entre las medidas anunciadas por el gobierno a mediados de este mes, está la disposición por la que bares y restaurantes deben cerrar sus puertas a la medianoche. Para muchos locales gastronómicos de la zona balnearia esa restricción horaria implica perder un turno de trabajo en una zafra ya de por sí complicada. En el sector existen expectativas de que luego del 10 de enero la medida quede sin efecto y eso contribuya a una mejora de la actividad dentro de las dificultades y restricciones existentes.
Por su parte, el subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio expresó que los días de Navidad y el fin de semana fueron “muy tranquilos” en cuanto a movimiento, con niveles de ocupación “bajos”. En declaraciones a radio Monte Carlo, manifestó que en el Este recién se comenzará a notar un incremento de público por estos días.
“Se va a notar la falta de los brasileños que ponían un toque de color y de música permanente. Los uruguayos tenemos un objetivo que es cuidarnos. (…) Es muy difícil prever (cómo será la temporada). La gente ya no hace sus reservaciones con tanta antelación. Se espera hasta último momento, se ven las condiciones climáticas y además se ven las ofertas. Los hoteleros que han hecho ofertas pueden tener más posibilidades de recibir público”, apuntó Monzeglio.
La gran apuesta de este año está enfocada a que el turismo interno no se concentre exclusivamente los viernes, sábados y domingos como ha pasado antes, sino que se extienda de manera estable al resto de la semana.
Dada la coyuntura actual, ese punto toma bastante más relevancia que en zafras anteriores. En esa dirección es que se han dispuesto promociones especiales, descuentos con tarjetas, facilidades de pago y otros beneficios fiscales buscando estimular las vacaciones y extensión de estadías dentro del territorio nacional.
Otro desafío está en que ese turismo interno se distribuya a lo largo de todo el país, y que destinos no tradicionales para vacaciones de verano como pueden ser Montevideo, Colonia o las termas, entre otros, se consideren también como una opción para uruguayos de distintas partes del país.
Por ejemplo, en las termas de Daymán en Salto hubo consultas por estadías de hasta una semana, y se espera público desde los primeros días de enero, a medida que la gente comience a hacer uso de sus licencias laborales. En ese centro termal se trabajará con aforo limitado a 600 turistas diarios. Y en Termas de Arapey solo podrán ingresar quienes tengan reserva de alojamiento y no se venden entradas por el día.
De todas maneras, los pronósticos apuntan a que la presencia de uruguayos a lo largo del territorio nacional no será suficiente para compensar la falta de público extranjero y de alto poder adquisitivo. Este lunes en entrevista con Infobae el intendente de Maldonado, Enrique Antía, se mostró confiado en que el gobierno uruguayo acceda en las próximas semanas a implementar un plan que permita el ingreso controlado de propietarios extranjeros de inmuebles a Maldonado. La iniciativa fue presentada al presidente Luis Lacalle Pou por la intendencia y el sector privado a principios de diciembre
