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“La transición ya empezó", dijo el vice electo de Lula luego de reunirse con Bolsonaro
"La conversación fue bastante provechosa, muy objetiva. La transición ya empezó", declaró el vicepresidente electo Geraldo Alckmin luego de reunirse con el mandatario Jair Bolsonaro en el palacio del Planalto, sede del gobierno de Brasil.
El encuentro entre el compañero de fórmula de Lula a cargo del equipo de transición del futuro gobierno y el mandatario derrotado en las urnas contrastó con las manifestaciones de los bolsonaristas que se mantenían en varias ciudades de Brasil
La policía rodoviaria (de carreteras) informó en la noche del jueves que aun se mantenía una treintena de cortes de rutas, pero que iban en retroceso luego de que Bolsonaro exhortara el miércoles a los camioneros a permitir el libre tránsito.
Pero en ciudades como San Pablo miles de bolsonaristas permanecieron en las calles y en la puerta de los cuarteles con carteles y cánticos que piden a las Fuerzas Armadas una intervención directa para evitar la asunción de Lula, el 1° de enero próximo. Algo que la prensa local. estima improbable
El titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, dijo además que el resultado de las elecciones del domingo es "indiscutible" y aseguró que los que no lo acepten cometen "actos antidemocráticos", por lo que serán considerados delincuentes.
Tras su reunión con Bolsonaro, Alckmin consideró que el encuentro, que se dio el jueves fuera de agenda, “fue positivo”.
El vicepresidente electo concurrió junto a la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, y el coordinador del programa de gobierno de Lula, el exministro y economista Aloizio Mercadante.
"El presidente me invitó para que fuera a su gabinete (...), y reiteró la disposición del gobierno a pasar todas las informaciones para que haya una transición guiada por el interés público", dijo el jefe del equipo de transición de Lula
El vicepresidente electo evitó responder si Bolsonaro los felicitó por la victoria.
Antes de su encuentro con Bolsonaro, Alckmin ya había encabezado la primera reunión de transición con el jefe de gabinete Ciro Nogueira, el primero en transmitir que tenía órdenes de no obstaculizar el tránsito al nuevo gobierno.
Alckmin, de 69 años y exdirigente histórico del Partido Socialista Brasileño (PSB), es un experimentado político que fue gobernador de San Pablo, el mayor estado de Brasil, cuatro veces.
El objetivo será intercambiar informaciones para "dar continuidad a los servicios prestados a la población", a partir de enero, explicó el vicepresidente electo. "Ahora hay que hacerla (la transición) de la mejor manera posible, en beneficio de la población", agregó.
La transición tendrá una sede de trabajo en el Centro Cultural Banco do Brasil, en Brasilia, a donde irán este viernes Gleisi y Mercadante, para disponer el inicio de las tareas técnica el próximo lunes, dijo Alckmin, según consignó el portal G1.
Por ley, el presidente electo tiene derecho a formar un equipo de transición de 50 personas que tendrán acceso a los datos de la administración pública y prepararán las primeras medidas del nuevo gobierno.
Alckmin no quiso dar a conocer aún los nombres que conformarán ese equipo, pero dijo que saldrán de la coalición que respaldó a Lula para las elecciones.
"A partir del lunes, después de la reunión con el presidente Lula, empezaremos a divulgar los nombres de la transición", declaró.
El vice electo mantuvo además un encuentro este jueves con el relator para el presupuesto en el Senado con el objetivo de incluir en los gastos federales de 2023 las promesas de campaña de Lula.
Al margen de las protestas callejeras, Lula inició el miércoles unas vacaciones con su esposa Janja en Trancoso, Bahia . El estado está gobernado por el PT y fue uno de los pilares del triunfo electoral junto con el resto del noreste, la ciudad de San Pablo y el estado de Minas Gerais.
