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Hay quienes dicen que la música puede trasladar a la gente. A recuerdos, lugares, momentos. Y si la música es de una banda tocando en vivo, en un país extranjero y entre el público las banderas y camisetas de Uruguay se ven por todos lados las posibilidades aumentan. Y es probable que el pasado jueves 5, la Sala But de Madrid se haya trasladado entera por un par de horas a una esquina de 18 de Julio.
La Vela Puerca comenzó su gira europea en la capital de España para presentar su disco Destilar y un jueves de verano madrileño, cuando la luz del sol todavía tenía mucho para dar, cientos de uruguayos, y algún argentino, se concentraban en pleno centro de Madrid. Lo único europeo que tenía esa concentración era la hora. Pocos minutos pasados de las 20:30, la hora indicada de inicio, todos los asistentes ya estaban dentro de la sala. Pero no había apuro.
El lugar, que tenía más de boliche que de escenario de rock, estaba colmado en su pista principal y se le sumaban aquellos que prefirieron mirarlo desde la tranquilidad del segundo piso. Desde las barandas colgaban banderas con referencias a localidades uruguayas como Colonia Nicolich y hasta Casi Todo, el nombre de uno de las canciones del nuevo disco, estaba inscripta en un trapo con el escudo del Atlético de Madrid.
Eran cerca de las diez de la noche cuando Bocho, un chileno radicado en Madrid, y su banda tocaron los últimos acordes de su música y dieron paso al plato principal. La Vela Puerca se reencontró con el público madrileño tres años después y tocó un repertorio que pasó por varios de sus discos a pesar de que la excusa era la presentación de su última obra: Destilar.
Casi Todo, Velamen, La Nube, las canciones del nuevo disco se sucedían sobre el escenario ante un público que respondía con agite pero que reclamaba temas viejos. De cerca, mirando a la gente a los ojos y en un ambiente casi familiar, tanto “el enano” Sebastián Teysera como “el cebolla” Sebastián Cebreiro intercambiaban saludos y choque de manos con los asistentes más cercanos. El ida y vuelta fue constante durante todo el show.
El “vamo´ la vela de mi corazón” se escuchaba en cada corte entre canciones y finalmente la banda cedió: “Documentos”, gritó Teysera y los acordes de Vuelan Palos generaron un pogo masivo del público que llenó la sala madrileña. “Esa no estaba en la lista”, reconoció minutos después el cantante.
Pero cumplido el protocolo de presentación del disco, La Vela se dedicó a hacer un fugaz repaso por sus temas más populares, esos que el público estaba reclamando, que los llevó hasta sus inicios con canciones como Potosí y “los grandes éxitos” que no podían faltar. El Viejo y Zafar dijeron presente en la capital de España y Mi Semilla hizo sentar a todo el auditorio en el suelo para bajar un poco los decibeles.
La Vela arrancó su gira por Europa -en la que ya pasó también por Barcelona, Valencia, Málaga, Berlín y Londres- pisando fuerte en Madrid. Presentó Destilar pero recorrió sus temas más populares para que el uruguayo que hoy está a miles de kilómetros de distancia se siente por un rato en casa.
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