El presidente Luis Lacalle Pou y el canciller Francisco Bustillo sonríen antes de anunciar la culminación del estudio de factibilidad conjunto con China

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Lacalle avanza un nuevo casillero con China y Uruguay empieza a negociar TLC por fuera del Mercosur

A una semana de la primera reunión presencial con presidentes del bloque, Lacalle anunció que el estudio de factibilidad concluyó de forma “positiva”
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14 de julio de 2022 a las 05:01

Desde su llegada a la Presidencia, Luis Lacalle Pou dejó en claro cada vez que pudo que su política exterior iba a procurar expandir todo lo posible las fronteras de lo que le está permitido hacer a un país pequeño del Mercosur como Uruguay sin que ello implique romper con sus socios de la región.

Esa audacia, que le valió encontronazos con el presidente argentino Alberto Fernández y momentos de tensión en la relación con el brasileño Jair Bolsonaro, tuvo este miércoles su primera –y probablemente más trascendente– victoria, cuando el presidente anunció que el estudio de factibilidad con China concluyó de forma “positiva”.

En lo estrictamente formal, no es otra cosa que el inicio de las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que hasta el propio Lacalle Pou asume que quizá no se plasme en la realidad, o al menos en su administración.

Pero al mismo tiempo, con la culminación del estudio conjunto el nacionalista logró avanzar un casillero más que sus antecesores y ese comienzo formal constituye de por sí –y más allá del destino de la negociación– un logro político que el presidente y el canciller Francisco Bustillo podrán sacar a relucir, al cruzar esa frontera imaginaria que suponía la imposibilidad de negociar acuerdos comerciales por fuera del Mercosur.

La relación con los socios

La comunicación no llegó en cualquier momento. Por un lado, se dio tan solo un mes después de que Uruguay reentablara su relación con Brasil, luego de una serie de desencuentros con el gobierno de Bolsonaro debido al bloqueo uruguayo a la rebaja del Arancel Externo Común (AEC). 

Por otra parte, ocurrió pocos días antes de que Lacalle Pou viaje a Asunción para sentarse por primera vez en una misma mesa junto a Alberto Fernández, Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez. El tema ya provocó un cruce virtual con Fernández en la cumbre que celebraba los 30 años de la alianza, y ahora volverá a transformarse en un asunto central de la reunión de mandatarios, dado que Argentina y Paraguay rechazan que Uruguay esté negociando de forma individual.

En el caso de Argentina, el presidente Fernández transmitió en privado a la administración Lacalle su “comprensión” de las reivindicaciones uruguayas, pero eso no quita las resistencias de su gobierno a los pasos de apertura al mundo de forma individual. En el caso de Paraguay, no tiene relaciones con China –reconoce a Taiwán– y su concentración de exportaciones dentro del bloque lo lleva a desconfiar de las vocaciones aperturistas y flexibilizadoras como la de Uruguay. Brasil, por su parte, es por ahora el mayor aliado del gobierno de Lacalle en la región, aunque está la incertidumbre de qué ocurrirá en las elecciones de octubre, que enfrentarán a Bolsonaro con el expresidente izquierdista Lula Da Silva.

Antes del anuncio, Bustillo –exactamente el mismo día en que celebró sus dos años en el cargo– informó a los países acerca de los resultados del estudio. De acuerdo con fuentes diplomáticas, todos tomaron nota y no emitieron reproches. “Seguramente esto sea motivo de conversación en la cumbre los próximos días”, reconoció Lacalle Pou, que igual definió la situación como “alentadora”. Hasta este miércoles, el presidente no tenía agendadas reuniones bilaterales en Asunción.

Lacalle Pou destacó que todos los anteriores presidentes habían buscado firmar un TLC y dijo que por ser un tema que influirá en las próximas administraciones había llamado a los líderes políticos para ponerlos al corriente.

Uruguay ha venido acercándose a China desde 1988, cuando en el primer gobierno de Julio María Sanguinetti se iniciaron las relaciones diplomáticas, aunque la ventana para firmar fue abierta por Tabaré Vázquez en 2016 en un viaje a Beijing en el que recibió la "bienvenida" al acuerdo comercial. Su gobierno se concentró en obtener el aval del Mercosur, algo que no ocurrió, echando por el camino esa posibilidad. 

La última administración frenteamplista sí dejó avanzados varios informes técnicos que ahora funcionaron como base para el estudio de factibilidad. Incluso, uno de los coordinadores de los equipos actuales, el economista Juan Labraga –director de la asesoría de Política Comercial del MEF–, participó en la redacción de esos documentos.

Según Lacalle Pou, el gobierno no prevé publicar el estudio de forma completa a la brevedad. “Hay algunos elementos propios de la negociación que uno va por aproximaciones sucesivas”, argumentó el presidente acerca de las razones de la reserva. 

Fuentes del gobierno confirmaron a El Observador que en materia agropecuaria no hay ningún reparo detectado en el estudio de factibilidad. El sector industrial, en tanto, hizo un estudio propio que arrojó como resultado que el TLC “sería beneficioso para Uruguay”. 

“Hay que ver los sectores que se benefician, los que quedan con mayor competencia y medidas que complementen esos dos polos. Vamos a negociar en pro de Uruguay y en diálogo con todos”, subrayó Lacalle y destacó que “los acuerdos de libre comercio suponen prosperidad y trabajo. El desvelo es vender la tecnología de nuestro país”. 

Los estudios de factibilidad tradicionales suelen analizar qué pasará con los factores estáticos como las importaciones y exportaciones a partir de un modelo de rebaja de aranceles, mientras que los más sofisticados incorporan factores dinámicos, más difíciles de cuantificar, como qué puede ocurrir en materia de inversiones y cooperación. 

China es el principal socio comercial de Uruguay y representa el 30% de las exportaciones. El año pasado, el país asiático compró productos por más de US$ 3.200 millones –un crecimiento interanual de 59%–. La carne es el principal producto –45% de las exportaciones– aunque también se destacan la venta de madera, lácteos, celulosa y soja.

Las importaciones de China, en tanto, alcanzaron US$ 1.996 millones en 2021. Los productos principales son químicos, electrodomésticos y vehículos. El gigante asiático tiene hasta el momento solo una inversión importante en materia de infraestructura en Uruguay: está construyendo el cierre del anillo de trasmisión del norte, una línea de 500 kV que unirá Tacuarembó con Salto, con un costo total de unos U$S 207 millones. A su vez, un astillero está participando en la licitación para la compra de dos OPV de la Armada, y está pendiente la ratificación en el Senado de un acuerdo de cooperación en Defensa.

Respuesta a los que dudan 

El presidente Lacalle Pou fue consultado sobre las dudas de algunos integrantes de la coalición –como el diputado colorado Ope Pasquet– respecto al momento en que ocurrirá la negociación, en el medio de la invasión a Ucrania por parte de Rusia, cercano a Pekín. Lacalle señaló que la búsqueda es estrictamente comercial y que Uruguay ha hecho oír su voz en materia internacional, por lo que no había que temer por la relación entre China y Rusia. 

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