Este artículo fue publicado originalmente en el blog Neurona Financiera.
Desde hace ya un tiempo los negocios ganaderos para gente alejada del campo han ido ganando popularidad dada la buena rentabilidad que ofrecen.
En particular aquí hemos analizado: Conexión Ganadera, Portafolio Ganadero y República Ganadera. Yo he invertido en algunos y conozco personas que han invertido en cada uno de ellos con buenos resultados.
Sin embargo, hace unos días en grupos de WhatsApp se empezaba a hablar sobre una estafa millonaria por parte de un operador del mercado. Enseguida hice un par de llamadas, porque era algo sumamente importante: capaz que me habían dejado adentro y no lo sabía. Ahí me enteré que la empresa era Estancias del Uruguay, la cual conocía pero nunca había analizado al detalle.
El Observador titulaba uno par de días después una nota sobre la estafa de más de 5 millones de dólares por parte de la empresa.
Claro, para aquellos que están haciendo las cosas bien es un golpe bajo que una empresa del nicho haga esto, pues genera inseguridad en un negocio de inversión, que justamente lo que vende es seguridad.
Entonces ¿vale la pena el negocio ganadero?
Sigue siendo un negocio con una buena rentabilidad en dólares y que hasta ahora en los operadores serios ha demostrado ser seguro.
Claro, la pregunta que nos podemos hacer es cómo saber si el operador es serio, porque con dinero cualquiera hace publicidad en la tele para parecer que se es una marca fuerte y con respaldo.
¿Qué debo tener en cuenta?
Aquí hay dos realidades bien distintas: por un lado está la situación en la que yo soy dueño del ganado y por otro, en la que no lo soy. Cada una depende de la empresa y a veces del monto de dinero.
No soy dueño del ganado
En este caso, usualmente hay un contrato con la empresa en la cual se capitaliza la misma a cambio de una rentabilidad anual. Es como cualquier contrato con una empresa, en caso de que se rompa se pueden tomar acciones legales.
En el caso de Portafolio Ganadero la empresa en sí misma es una Sociedad Anónima y lo que ellos hacen es vender acciones, que pagan unos dividendos fijos.
Claro, siempre puedo pedir para ir a ver la vacas y el campo, para verificar que no sea todo "humo". También es bueno pedir referencias, ya sea a la propia empresa o en comunidades que hablen del tema.
Soy dueño del ganado
Usualmente el inversor firma un contrato de Administración de Ganado. O sea, es dueño del ganado y se lo da a la empresa para administrar.
Aquí fue donde se dio la estafa que hablábamos antes. Hay que saber que en Uruguay cada vaca tiene una caravana única y hay un sistema de trazabilidad sobre esa caravana (el SNIG), para lo que se genera un número de DICOSE que es único. No puede haber dos vacas con el mismo número.
¿Qué debo hacer yo?
- Obtener número de DICOSE a nombre del inversor.
- Obtener marca de ganado a nombre del inversor, y asegurar que esté marcado.
- No hacer transferencia bancaria hasta que no se haya hecho la transferencia de ganado a nombre del inversor a DICOSE.
- Visitar periódicamente los campos.
- Ver cómo se trabaja con los animales.
- En las visitas pedir lectura de los animales.
Por otro lado, es natural que haya movimientos de ganado, porque es normal que el ganado se vaya a frigorífico y se tome otro o cosas así. En ese momento se debe tener la firma del inversor. O sea, no dar ese poder al administrador sino que lo tenga el dueño del ganado.
Es un negocio de confianza, pero la confianza la podemos construir teniendo en cuenta estos detalles. Como todo en la vida, si nos involucramos podemos aumentar nuestro nivel de certeza y disminuir el riesgo.
Lo que siempre recomiendo es no invertir en un negocio que no entendemos, por eso debemos sentarnos con la empresa y que nos expliquen al detalle cómo funciona y hasta no estar convencido no debemos invertir.