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Las historias de Rolín: de marcar a Totti y Kaká a su vuelta a los orígenes

El zaguero que enfrentó en Italia a jugadores de nivel mundial, que fue compañero de Tevez, Cavani y Suárez, y que jugó en estadios como Wembley, volvió a Uruguay para jugar en Rentistas
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14 de febrero de 2020 a las 11:17

Marcó a Francesco Totti y Balotelli. Sufrió a Kaká, Llorente y Andrea Pirlo. Compartió vestuario y fue testigo del profesionalismo de Carlos Tévez. Vivió en carne propia el espíritu competitivo de Luis Suárez, y se sorprendió al ver a Edi Cavani haciendo pesas luego de un entrenamiento. Jugó en Wembley, la Bombonera, el Giuseppe Meazza y el Olímpico de Roma. Fue parte de la locura que genera el mundo Boca. Pero un día decidió volver a las fuentes. Y después de tanto lujo, Alexis Rolín se da una vuelta por el pasado.

Con las puertas de su club, Nacional, cerradas, el zaguero arrancó en Rentistas, donde este domingo debutará ante el equipo que lo formó.

Cuando entró al vestuario su mente lo transportó a aquellos primeros pasos en Nacional. Vestuario con techo de chapa, jóvenes con la ilusión de trascender en el fútbol, y el incentivo de volver a remarla desde abajo. “Fue una decisión que no fue del todo fácil”, admitió en una charla con Referí donde repasó su increíble carrera marcando a los mejores.

“No fue fácil decidirme porque la verdad es que en mi cabeza todavía estaba quedarme afuera pero el fútbol es así, iban pasando los días y surgió esta posibilidad. Me encontré con gente seria, con muchas ganas de progresar y mejorar, y eso me sedujo”, admitió.

Su vuelta a Uruguay coincidió con el armado de los planteles. 

“La realidad es que la puerta de Nacional no estaba. Por mi parte no se intentó. Cuando me tocó salir, que fue cuando se me terminó el contrato y no se renovó, no hablé porque parecía que ya estaba y todo el mundo sabe lo que siento por Nacional y el cariño que le tengo al club, pero tal vez no me gustó del todo la forma en que se dio”, admitió el zaguero.

De sus palabras se desprende que a Rolín le quedó clavada una espina con el club de sus amores.

“No sé si la palabra sea dolor. Sabía que se me terminaba el contrato y cuando pasa eso hay dos posibilidades: renovás o no renovás.  Así que no sé si la palabra es dolor. No me gustó del todo la manera porque me críe ahí adentro. Pero es fútbol y entiendo cómo se maneja”.

Rolín reveló en la charla con Referí que en ese momento se dio cuenta que los jugadores “pasamos a ser números”.

“Me parece que dentro del fútbol muchas veces el jugador pasa a ser un número para las personas que manejan los clubes. Lo siento así y sé que es así y no lo voy a cambiar yo por decir esto. Es lo que siento y me manifiesto acorde a lo que pienso”, admitió el jugador.

Con la experiencia que le otorgan sus 31 años, se mete en el tema y lo aborda con madurez.

“El fútbol es de los futbolistas, comparto lo que dice el Maestro Tabárez”, expresó el defensa que reconoce hablar con los jóvenes de estos temas profundos.

“He tenido conversaciones con jóvenes estando en Nacional, y les digo que la realidad es que sus carreras las forman ellos y la forma el jugador. Muchas veces se escucha demasiado al dirigente de fútbol que lógicamente tiene los intereses puestos en el club y el interés del jugador a veces queda un poco de lado. En algunas ligas el jugador tiene bastante más importancia que en esta. Acá en Uruguay todavía el fútbol no es del todo de los jugadores”.

Marcando a los mejores

Culminada la temporada 2011/2012 el zaguero se desvinculó de Nacional. Fue entonces cuando surgió la posibilidad de emigrar al competitivo mercado italiano y fichó por Catania. Eran tiempos de equipos con figuras de renombre. Kaká, Tévez, Totti, Llorente, Cavani, Pirlo, Balotelli.

Rolín no lo olvida. Tenía 22 años. Llegaba con el antecedente de un buen año con Nacional. Pensó con que eso alcanzaba.

“Pah, llegás allá y te das cuenta que estás lejos, que cuesta, que la forma de defender es muy distinta”, expresó.

Alexis dijo que se sorprendió por la insistencia en los trabajos tácticos.

“Se trabaja muchísimo en lo táctico en la semana cosa que tal vez para nosotros es cansador, aburridor, pero allá lo hacés y hasta que no tenés completamente automatizados todos los movimientos no vas a jugar”, reconoció.

En la liga italiana empezó a recorrer canchas que de chico miraba por la televisión como el Olímpico de Roma, el histórico Giuseppe Meazza, el Allianz Turín. Y al margen de la magnitud de los escenarios, enfrente se le plantaban los mejores.

“Me tocó marcar a Edi (Cavani) cuando estaba en el Napoli, que la verdad que pasaba por un momento espectacular. Sufrido. Otro fue Balotelli. El Tévez de la Juventus, el español Llorente. Totti, otro jugador distinto. Muchos jugadores de nombre y con los que no podés pestañear porque una distracción la pagás carísima. No podés dar ventaja porque pasas vergüenza de verdad y te lo hacen pagar”, expresó.

Alexis, recostado en un muro del Complejo Rentistas que separa la zona de vestuario de un estacionamiento, agregó: “Tenés que estar bien porque sino sufrís y no jugás. Tenés que cuidarte y prepararte para no pasar vergüenza. Aparte, ahí tenés un mal semestre y chau, buscan un reemplazo. No esperan”.

El mundo Boca

A principios de 2015 el zaguero uruguayo fue cedido a préstamo a Boca Juniors. Jamás imaginó Rolín que el ambiente y todo lo que gira alrededor de Boca fuera tan diferente al común denominador del fútbol.

“Conocí un mundo distinto. Si bien Nacional es un grande a nivel mundial, Boca tiene algo que atrae mucho. Yo siempre cuento que salvo el hincha de River, el resto de los equipos que son grandes en Argentina, lo miran a Boca. Me ha pasado de ir caminando y sacarme fotos con personas que estaban identificadas con otros clubes, con camisetas de otros clubes y te piden fotos, entonces eso habla de la magnitud que tiene Boca en lo que es Argentina y lógicamente a nivel mundial”, expresó.

Rolín llegó al club en un momento donde no se encontraba bien físicamente por una vieja lesión que arrastraba y le costó ganar minutos en el equipo como le hubiese gustado. De todos modos, disfrutó y terminó saliendo campeón.

“Para jugar en un club de esos hay que creérsela. Si no crees en lo que vos podés dar se te hace difícil porque hay mucha competencia interna. Se te exige mucho de afuera porque el club así lo requiere, es un club muy grande y si no estás bien preparado física y mentalmente, te cuesta”, admitió el jugador.

En Boca tuvo como compañeros a Tévez, Fernando Gago, Agustín Orión, Nicolás Lodeiro, el carismático Daniel Osvaldo y un joven uruguayo que ya llamaba la atención por sus condiciones: Rodrigo Bentancur.

Ser compañero del Apache

“En Boca me encontré con personas muy grandes que uno a veces de verlos por la tele se impresiona” admitió Rolín antes de destacar a la figura de Tevez.

“Lo conocía de jugar en contra en mi paso por Italia y es una persona superganadora. Al igual que los grandes jugadores de fútbol hoy en día muchos se quedan con lo que ven dentro de la cancha. Si es bueno, muy bueno, malo o crack. Lo que yo siempre digo es que lo que hay atrás de ellos es lo que los hace tan buenos. La verdad que Tévez siempre estaba entrenando a full, pidiendo trabajos al profe para mejorar las cosas que le estaban costando y eso habla de un profesional de verdad”, expresó el zaguero.

Agregó que “Tévez venía de jugar a gran nivel en la Juventus y eligió ir a Boca porque le tiene un cariño especial y la gente a él también. Siempre estaba entrenando, hablando, intentando aportar su experiencia. Un buen líder. Humilde, trabajador. No lo conocía en el día y me dejó muy buenas cosas”.

Jugar con Suárez y Cavani

En el año 2012, luego de frustrados pasajes por las preselecciones juveniles de Uruguay, Rolín fue llamado por Óscar Tabárez para formar parte del plantel que representó a la celeste en los Juegos Olímpicos de Londres.

Allí tuvo la oportunidad de jugar con dos figuras de nivel mundial: Luis Suárez y Cavani.

“Son jugadores que entrenan de la manera que juegan y eso hace que sean diferentes. Luis es una persona competitiva al máximo, no le gusta perder a nada. Hacíamos reducidos y hacía todo por ganar. Edi, una hora antes de entrenar estaba en el gimnasio y cuando volvíamos de entrenar, se metía otra vez en el gimnasio a hacer otras cosas”, reveló sorprendido.

Y agregó: “A Luis lo conozco de antes y fue siempre igual, no le gusta perder, se enoja mucho y lo hace saber. Y está bien. Es un tipo que lo tiene todo y muchos podrían pensar que entrena más o menos, pero él está siempre al palo”.

Vuelta a los orígenes

Después de jugar dos años en Boca Juniors, el zaguero se enroló en Olimpia de Paraguay hasta su regreso a Nacional para jugar las temporadas 2017 y 2018. Los primeros días de enero de 2019 amanecieron con la noticia de que Nacional no le renovaba el contrato al zaguero por lo que emigró a Universidad de Concepción de Chile.

El año en curso, Rolín entendió que era el momento adecuado para volver a los orígenes. Luego de pensarlo, tomó la propuesta de Rentistas.

“Esto me hace recordar a la etapa de las formativas de Nacional. Remarla, pelear, ver realidades de los chicos que también las pasé. Eso es lo que incentiva. Venía de otras realidades, Nacional, Boca, Olimpia, clubes grandes donde las necesidades son muy pocas, y me motivó tener que volver a pelearla”, reconoció.

Luego de luchar contra Kaká, Totti y Pirlo. De ser compañero de Tévez, Suárez y Cavani. De defender la camiseta celeste en Wembley y jugar en estadios históricos de Italia, Rolín salió del vestuario con techo de chapa del Complejo Rentistas. Afuera esperaba un hombre con una motito y un perro que descansaba tirado a la sombra. El calor era intenso. Rolín se arrimó y pidió una pascualina. Sacó la billetera y pagó como buen hijo de ciudadano. No perdió ningún galón. Alexis está de regreso a sus orígenes.

Debutar contra Nacional
El destino lo marcó a Rolín. Mirando el sorteo en su casa quedó sorprendido cuando la bolilla le marcó debutar contra Nacional.
“Se dio así, estaba mirando el sorteo del calendario y se planteó una situación rara, me había tocado solo una vez enfrentarlo, aunque ese día no jugué, que fue por la Libertadores un Boca-Nacional, y había sentido una sensación muy rara. Y ahora es la primera vez que me toca desde adentro de la cancha. Con la gente siempre hay mucho respeto, espero que se mantengan el fin de semana porque tengo que pensar que voy a ser rival. Le tengo mucho cariño a Nacional”, expresó a Referí.

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