Mauricio Musso estaba atrás del arco ordenando el calentamiento de los jugadores de la sub 14 de Cerrito. Debido a que aún no está recibido, estaba en la tribuna. Corrían 35 minutos del primer tiempo en La Bombonera de Basáñez cuando, inesperadamente, Musso fue abordado por un botija de la misma edad de los que estaban jugando.
Revólver en mano, el botija exigió: "¡Dame el celular!". Sorprendido, Musso se resistió y lo miró con cara incrédula. "Pensó que lo estaban embromando", reveló su padre, Daniel, a Referí.
Pero el chico que iba armado no andaba con vueltas. "¡Dame el celular que lo tenés en el bolsillo!", le gritó. Ante la negativa, arremetió y le pegó un culatazo con el revólver y le apuntó a la pierna. Logrado su cometido, se fue con el botín.
El fin de semana el fútbol se vio sacudido por la violencia. En el Saroldi salivaron al línea y en las afueras agredieron a una agente policial. Y en La Bombonera, antes del partido sub 14 que jugaban Huracán Buceo y Cerrito, a dos madres les robaron cuando ingresaban a la cancha.
Un par de horas después, la víctima fue Mauricio Musso, un joven ligado al club desde hace un tiempo porque jugó, su mamá es delegada ante la AUF y su padre es delegado de cancha y se encarga de las fichas médicas.
Como Musso está realizando el curso para recibirse, en Cerrito le abrieron las puertas para que realice sus primeras armas, pero no puede entrar a la cancha.
Daniel Musso, padre del agredido, comentó a Referí: "Una vez que Mauricio fue agredido, el árbitro suspendió el partido. Sus compañeros de cuerpo técnico y los jugadores fueron a auxiliarlo porque sangraba mucho. Le pegó con el revólver en el medio de la cabeza. Entonces llamaron al Suat y se lo llevaron para darle unos puntos de sutura".
Pero la historia no terminó ahí. Los jugadores de la sub 14 de Cerrito se metieron en el camarín de La Bombonera.
"Se refugiaron todos en los vestuarios porque era este pibe que robó y otros que estaban en la tribuna y empezaron a tirar piedras para dentro del estadio", contó Daniel Musso.
El dirigente agregó que "ya en las dos categorías anteriores hubo robos a familiares de jugadores". "Tengo entendido que el día anterior en el partido de Basáñez con Torque en cuarta y quinta hubo robos y arrebatos", dijo.
Mauricio hoy se encuentra en su casa. "Está tomando antibióticos para evitar infecciones y está un poco dolorido", reveló su papá a Referí.
Musso comentó a Referí que en determinadas canchas suceden cosas tan insólitas como que les avisen que, para devolver los balones que caen fuera del campo de juego, deben darles dinero a determinados jóvenes que lucran con eso.
"Acá es bueno dejar en claro que ni Basáñez tiene culpa de nada como club ni Huracán Buceo, es una situación que se da atrás de ese arco (el del lado opuesto a la entrada) en esa cancha, como en otras canchas pasan en otros arcos".
Musso reveló: "Ahora lucran con las pelotas, ningún club tiene tantos balones como para andar perdiéndolos. Ahí en Basáñez nos advirtieron que pidieron una suma de dinero por devolver todas las pelotas. Y en otras canchas pidieron una suma sensiblemente menor a la de ayer. ¿Cómo es? Vienen unos pibes y te dicen 'dame 500 pesos por toda la tarde y te devuelvo todas las pelotas'".
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