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La historia de Lema, Martinelli y Satdjian: de poner barras en boliches a la primera línea del gobierno
Año 2006, el Frente Amplio gobierna el país desde hace un año y el tema inseguridad empieza a generar preocupación en algunos dirigentes políticos de la oposición. Un grupo de jóvenes veinteañeros acompaña al entonces diputado por Canelones Luis Lacalle Pou en una recolección de firmas para protestar por la inseguridad que quedaría en la nada. Es uno de los primeros acercamientos entre ese grupo de jóvenes y el legislador herrerista.
Quince años después Lacalle Pou es el presidente de la República y los tres de los jóvenes que lo acompañaban ocupan cargos de primera línea en el gobierno nacional. Además son del mismo grupo de amigos, y veranean juntos.
“Ahora estamos los tres en primera línea, hay que ver cómo terminamos el período”, bromea, en diálogo con El Observador, el actual subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian. Con la asunción el lunes 3 de Martín Lema al frente del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) el trío de fundadores de la lista 404 –Lema, Satdjián y el asesor del presidente Nicolás Martinelli– quedó en destacados cargos de tareas del gobierno.
Hace más de diez años organizaban fiestas en las que tocaba Monterrojo, ponían barras en boliches de Ciudad Vieja, vendían rifas para sortear DVDs con el objetivo de financiar sus campañas. “Hasta el día de hoy Nico (Martinelli) sigue diciendo que la fiesta que organizó él en una casona de Carrasco con Monterrojo fue la mejor”, recuerda entre risas Fernanda Araújo, quien asumió la banca que dejó Lema en la Cámara de Diputados e integra el sector desde 2008.
La Facultad de Derecho cruzó a Lema y Martinelli. La militancia del primero en la Corriente Gremial Universitaria (CGU) lo llevaba a recorrer los salones de clase de la carrera de abogacía y de ahí el actual asesor del presidente lo ubicaba. En 2005 coincidieron laboralmente en una financiera y se hicieron amigos. Desde entonces, empezaron a pensar en una agrupación dentro del Partido Nacional.
El objetivo era conseguir un líder que tuviera cierta proyección y que pensara a largo plazo. Sobre la mesa estuvieron los nombres de distintos legisladores, pero el que quedó fue el de Lacalle Pou. La apuesta era arriesgada. El Herrerismo –con Luis Lacalle Herrera como líder– venía de perder en 2004 las elecciones internas con Jorge Larrañaga y el Frente Amplio de ganar en primera vuelta y con mayoría absoluta.
“No les quiero hacer perder el tiempo”. Palabras más, palabras menos, fue la respuesta de Lacalle Pou a los dos jóvenes que se acercaron hasta su despacho en el Palacio Legislativo. El ahora presidente decía que él estaba dedicado a Canelones y que para entrar en Montevideo había que hacerlo “por la puerta grande”. Pero no se quedaron ahí.
Por ese entonces, Lema contactó a Satdjian. Se conocían de los veranos en la Costa de Oro de Canelones, uno en Las Toscas y el otro en Villa Argentina, y el ahora ministro de Desarrollo Social creyó que Satdjian era una persona que podía aportar. Para armar una agrupación se precisaba gente.
Lema y Martinelli fueron por la revancha con Lacalle pero la respuesta se repitió. Sin embargo, algunos meses después, un viaje del ahora presidente por Europa cambió su visión respecto al rol de los jóvenes en política. Se fue a España a hacer un curso de formación de líderes jóvenes iberoamericanos y tuvo contacto de cerca con gente de su edad que ocupaba destacados cargos en el gobierno español. Ese viaje –que años después también harían tanto Martinelli como Lema– fue el que les abrió la puerta a ese grupo de jóvenes que dos veces habían golpeado en su despacho.
“No les tendría que haber dicho que no”, les dijo en la tercera reunión. Y desde ese momento, los empezó a poner a prueba. Lo primero que les pidió fue que armaran una reunión con la gente del grupo. Un apartamento en la calle 18 de Julio sin luz eléctrica y casi sin muebles fue la sede de ese primer encuentro. “Llamamos a primos, amigos. Todo el que anduviera en la vuelta. Queríamos sorprender a Luis con capacidad de convocatoria. El apartamento era muy grande pero estaba vacío”, recuerda ahora Martinelli.
“Nuestra primera agrupación se llamaba Desde Acá. Era ayudar al país desde el lugar que nos tocara”, dijo Nicolás Martinelli asesor de Presidencia
Fueron 30 personas a esa primera reunión que hoy recuerdan como el primer “tiro al blanco”. “Por el partido y por la cantidad de preguntas que le hicimos a Luis”, agrega. Ya por esa época se organizaban la militancia dividiéndose entre Pocitos y Carrasco. Lema lideraba el barrio del sur de la capital y Martinelli el de la frontera con Canelones. La segunda prueba que les puso el líder fue la elección de jóvenes del Partido Nacional que se iban a celebrar en 2007. Lacalle Pou les pidió que se presentaran para “medirse”.
La agrupación empezaba a conseguir adeptos y muchos reclamaban conocer al líder. “Entre que hicimos la primera reunión y la elección de jóvenes, todos querían conocer a Luis. Nosotros estábamos a prueba y siempre les decíamos que Luis iba a venir la semana que viene. Llegado el día les decíamos que justo le había surgido otra cosa y la mayoría de las veces ni habíamos hablado con él”, recuerda Martinelli. Quedaron sextos entre 114 listas y con cargos en la convención de jóvenes tanto nacional como departamental, por lo que lograron posicionarse en las elecciones que ganó Alianza Nacional.
Un año después, con Lacalle convencido de intentar ir al Senado, en la sede de Defensor Sporting Club lanzarían la lista 404. El objetivo era que Lacalle llegara a la cámara alta y que Lema ingresara en Diputados. El Partido Nacional no solo perdió la elección sino que no consiguieron ninguno de sus objetivos, aunque Lacalle mantuvo su banca en la Cámara de Diputados. “En la noche de las elecciones era Martín el único que nos animaba”, recuerda Araújo.
En ese entonces, los tres todavía se dedicaban a la actividad privada. Pero con la mira puesta en 2014 el panorama empezó a cambiar. Lacalle decidió ir como candidato en una interna que no lo posicionaba como favorito y las expectativas eran otras. En 2010, Lacalle ya había convocado a Lema para trabajar de lleno en la actividad política y el ahora ministro decidió dejar su puesto de encargado de Recursos Humanos en una multinacional.
Un año después fue Martinelli el convocado para trabajar al lado del presidente de la Cámara de Diputados en un proyecto de descontaminación parlamentaria. Eso le permitió ganarse la confianza de Lacalle pero ese pasaje fue hasta 2014 cuando Martinelli decidió volver a la actividad privada.
El objetivo de llegar al gobierno no se cumplió en 2014 pero Lacalle consiguió llegar al Senado y Lema a la Cámara de Diputados. Eso llevó a que Satdjian, diputado suplente y coordinador del sector Todos, también dejara la actividad privada. Martinelli, en tanto, ingresó como asesor del senador Lacalle. Por primera vez, los tres estaban enfocados solo en la actividad política. Lema se consolidó en el ejercicio del control de instituciones como el Mides y la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) mientras que Martinelli se acercó cada vez más a Lacalle.
Las elecciones de 2019 les permitieron llegar al gobierno y casi 16 años después de aquella negativa del diputado por Canelones, los fundadores de la 404 tienen cargos de responsabilidad. Un sueño que acariciaban desde aquella vez en la que Lacalle les dijo que no.
