La UTU de Las Piedras es víctima de una situación de inseguridad que, desde el 10 de noviembre en adelante, se ha intensificado día tras día. En nueve días les robaron cinco veces. Y aunque siempre los ladrones entraron por la noche, los materiales que se llevaron perjudicaron la dinámica de los talleres de informática y gastronomía, que son los cursos que se dictan en ese instituto.
“Justo la semana pasada era la última de clases. Es una lástima haber terminado el curso así, todos nerviosos y preocupados”, dijo a El Observador Agustín Rivero, funcionario de la UTU del obelisco de Las Piedras. “Los chiquilines no pueden creer cómo es posible que nos roben prácticamente todos los días y, sin embargo, nadie haya hecho nada para corregir esta situación”, puntualizó.
Los funcionarios constataron el primer robo el sábado 10. “Cuando entramos nos encontramos con que estaba todo tirado, desordenado. Habían entrado por una banderola”, dijo el funcionario. Según detalló, en esa oportunidad se llevaron cargadores y una tableta electrónica, además de electrodomésticos y artículos personales de los docentes.
El lunes siguiente, es decir, dos días después del primer robo, les volvieron a entrar. Esa vez forzaron la puerta de la sala de informática que, al igual que el resto de puertas y ventanas, no tiene rejas. El jueves siguiente ingresaron nuevamente, esta vez por el depósito de la UTU. También sin rejas. Se llevaron garrafas y materiales que se utilizan para los cursos, como platos, bandejas, fuentes, cubiertos, además de monitores de computadoras, lijas eléctricas y electrodomésticos informáticos.
“Siempre hicimos la denuncia en la policía y también frente a las autoridades de la UTU. Pero la realidad es que ninguno de los dos nos consideró en serio. No nos dieron respuestas concretas”, aseguró Rivero. Y a falta de respuestas, los robos continuaron sin mayores dificultades.
El viernes pasado entraron por cuarta vez. También ingresaron por el depósito, al que los docentes le había arreglado la cerradura forzada, pero los delincuentes la habían vuelto a romper. En esa oportunidad se llevaron latas de pintura que serían utilizadas para arreglar el edificio además de taladros y herramientas que los alumnos utilizan para trabajar. El fin de semana trascurrió tranquilo, pero el lunes 19, una vez más, entraron y se llevaron más de lo mismo.
“Le pedimos a la policía que mandara a la gente de científica para investigar las huellas digitales que se veían que estaban en los vidrios de la ventana. Pero se negaron a enviar un equipo policial porque creyeron que el monto de lo robado no era significativo”, afirmó el funcionario del centro.
Según relató Rivero, las autoridades de UTU están al tanto de lo sucedido. “Nos dijeron que iban a estudiar la posibilidad de poner rejas, pero con cada día que pasaba nos volvían a robar”, contó el funcionario. El Observador intentó comunicarse con las autoridades pero no obtuvo respuesta.
El centro tiene un sistema de alarma en funcionamiento.
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