La calidad del
empleo de los ocupados en Uruguay mostró un nuevo incremento durante 2017, aunque todavía uno de cada cuatro trabajadores considera que no se respetan sus derechos, según se desprende de la tercera edición del Sistema de Información de Calidad Laboral (Siclab), una iniciativa de UniónCapital AFAP, a cargo de
Equipos Consultores y el Instituto de Economía de la
Facultad de ciencias Económicas y Administración (Iecon –Udelar) para el análisis y seguimiento permanente de la calidad del empleo.
Esta mejora se vio reflejada en el Índice de Carencias de las Ocupaciones (ICO), elaborado por el IECON a partir de información de las encuestas continuas de hogares del INE, que disminuyó 4% respecto a 2016, continuando así con su tendencia descendente de los últimos años. El ICO es un indicador multidimensional que considera la calidad del empleo en seis dimensiones: registro a la seguridad social, multiempleo, extensión de la jornada laboral, estabilidad laboral, empleo productivo y suficiencia de ingresos a partir de un umbral relativo, al tiempo que tiene en cuenta el número de dimensiones en que los trabajadores se ven afectados.
Las mejoras se constataron en las dimensiones de extensión de la jornada laboral (3,4%), multiempleo (1%) y estabilidad del empleo (7%), al tiempo que se observó estabilidad en las carencias vinculadas al no registro a la seguridad social y el empleo productivo. De todas formas, en 2017 el 53,7% de los ocupados mantenía alguna carencia en su empleo, según el Siclab.
Asimismo, en base a una encuesta realizada en marzo pasado por Equipos (telefónica, a una muestra de 400 personas en todo el país a mayores de 18 años con trabajo) se concluyó que si bien hay un número importante de trabajadores aseguran que en su lugar de trabajo se respetan sus derechos, aún hay un 26% de trabajadores que declaran que esto no es así. Esta percepción, de estar en un trabajo en donde se vulneran sus derechos, tiende a ser más intensa en los trabajadores de nivel socioeconómico bajo, los trabajadores informales y aquellos empleados de empresas medianas y grandes.
El resultado de la encuesta también refleja algunas diferencias por sector. Por ejemplo, el 32% de los trabajadores del sector comercio, restaurantes y hoteles evalúa negativamente su lugar de trabajo en este atributo y los trabajadores del sector salud y educación también aparecen como algo más críticos.
Por otro lado, el informe se refiere sobre la acción colectiva. Un primer aspecto a señalar es que un 19% de los trabajadores se reconoce como miembro de un sindicato, asociación de trabajadores o gremio profesional. Además, hay un 22% adicional que declara que en su lugar de trabajo hay organizaciones de este tipo, pero no pertenece a ellas.
Quienes tienen nivel educativo alto, trabajan en el sector público, cuentan con más antigüedad en las empresas y se desempeñan en empresas medianas o grandes, declaran un mayor porcentaje que el resto de pertenencia a un sindicato, asociación o gremio profesional.