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Lluvia del sábado "ayudó" a Bomberos a controlar incendio en Río Negro pero no está controlado
Los múltiples incendios forestales que se registraron a mediados de semana en distintos puntos del país continúan demandando el trabajo del personal de Bomberos.
Desde que el miércoles se desatara el fuego en la localidad de Algorta (Río Negro) a raíz del recalentamiento de un auto que circulaba por ruta 25, y luego el daño se repitiera en las localidades de Piedras Coloradas (Paysandú), El Fortín y Neptunia (Canelones), entre otras, los funcionarios han repartido su trabajo entre los destinos afectados prácticamente sin pausas.
Aunque en todos los casos se dañaron grandes proporciones de forestación, la intensidad del fuego no es la misma.
Tal y como había previsto el director nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, en una rueda de prensa, el aporte de lluvias colaboró para agilizar los trabajos de extinción. Es el caso de la lluvia que se registró este sábado en Río Negro y Paysandú, donde la situación es ahora más calma, pese a que el foco sigue activo.
Así lo había visualizado esta mañana el presidente Luis Lacalle Pou en su visita al departamento: "Fuimos a la zona más afectada, que todavía está prendida, pero esta agua va a ayudar bastante".
En esa misma línea se expresó el vocero de Bomberos, Pablo Benítez, quien explicó a El Observador que si bien la intensidad de las llamas disminuyó, el fuego aún se sigue propagando en menor medida. "La lluvia en Río Negro y Paysandú ayudó a aplacar un poco la situación. Las llamas disminuyeron una cantidad y ya no hay la propagación que había hoy de mañana. Después de la lluvía fue mucho mejor, pero aún no está controlado el fuego".
Por ese motivo, para Bomberos, aún el incendio está activo: "Lo declaramos activo aún. Las llamas ya son mucho menos intensas, pero igualmente no lo damos por controlado ni mucho menos extinguido". Según Benítez, tomará varios días más llegar a la extención total del foco.
La estrategia de Bomberos sigue centrada en establecer cortafuegos y humedecer la zona para evitar que el fuego se esparza aún más.
Distinta es la situación en El Fortín, la zona que experimentó el miércoles una propagación de llamas "muy rápida", pero ahora se encuentra bajo control.
El fuego comenzó allí al sur de la ruta Interbalnearia, en una zona de monte tupido, y si bien se había logrado controlar, luego se extendió hacia el norte producto del viento. Hasta la tarde del jueves abarcaba dos kilómetros, desde el 42.500 de la Ruta Interbalnearia hasta el 44.
En la madrugada de esa jornada, los bomberos trabajaron para volver a dominar la situación y lo lograron. "Realizamos tareas de enfriamiento", explicó Benítez, que dijo que no hubo reportes de lesionados ni tampoco afectaciones de viviendas.
Ahora, según subrayó, el incendio está "totalmente controlado".
"Ayer apagaron algunos focos que se reiniciaron en la noche y ahora con el trabajo del día está totalmente controlado", resumió.
