Las lluvias de las últimas 48 a 60 horas, que ocurrieron en condiciones óptimas porque sucedieron del modo en que los cultivos más las aprovechan, llegaron en un momento ideal para apuntalar el potencial de rendimiento, lo cual generó buen ánimo en el sector agrícola. No obstante, existe cierto temor ante el anuncio de más precipitaciones que podrían, de ser persistentes, dar lugar a enfermedades en sojas, maíces y sorgos.
En Mercedes y zonas próximas a la capital de Soriano –área clave para la
agricultura nacional– durante el sábado, domingo y lunes hubo precipitaciones que si bien variaron bastante de una localidad a otra, promedieron por encima de los 50 milímetros.
Eso es un registro muy bueno, opinó Roberto Verdera, presidente de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos, sobre todo porque fue una lluvia que se produjo sin ser concentrada y sin la compañía de vientos fuerte ni granizo.
La dificultad surge cuando en pocas horas hay una intensa precipitación y el agua escurre.La dificultad radica en que hay nuevos pronósticos de lluvias a corto plazo, citó a El Observador.
Verdera dijo que en chacras con sojas, maíces y sorgos "los cultivos están muy bien, precisaban esas lluvias porque estamos en un momento crítico, con la floración en pleno proceso o incluso muy avanzada, pero no sería bueno tener ahora 10 días con lluvias y poca luminosidad.
"Sería bárbaro que llueva un poco cada semana, pero no es bueno es que caigan 100 milímetros en un par de horas, ese agua escurre mucho y normalmente eso está asociado a vientos intensos. Cuando llueve como en las últimas horas es ideal porque todo penetra en el perfil", indicó.
Área de verano
La Dirección de Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca anunció la intención de siembra en 1.039.000 has, con 88,4% de soja, 6,4% de maíz y 5,2% de sorgo. Operadores privados estiman que se superó esa superficie.