Salvatto dirige la Consultora Panorama, coordina el programa de Big Data de la Universidad de San Andrés y es miembro de la dirección de innovación de Nawaiam.

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Augusto Salvatto: "Lo digital es una parte crucial de nuestra vida y es lógico que las empresas quieran estar en esos ecosistemas; cada vez más tienen que estar ahí"

Augusto Salvatto, experto en incorporar la innovación en organizaciones de diferentes rubros, será uno de los oradores en el próximo evento organizado por El Observador
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05 de mayo de 2023 a las 05:01

“Tenemos una relación conflictiva con el futuro. Pasamos una mitad de nuestro tiempo mirando el pasado y la otra obsesionados con el presente, pero nos olvidamos de dejar un rato para pensar en el futuro. Miramos al pasado con añoranza y desprecio al mismo tiempo: lo que fuimos y no pudimos ser ‘por culpa de otro’”. Este es un mal de América Latina, escribió en su libro La batalla del futuro (Lea, 2021), el intelectual argentino Augusto Salvatto, junto con su hermano, el joven emprendedor Mateo Salvatto.

Pensar en el futuro es una de las inquietudes que más mueven a Salvatto. Es licenciado en Relaciones Internacionales, estudió en siete universidades (entre ellas la Sorbonne de París) y actualmente se dedica a asesorar empresas, startups y organizaciones públicas, que persigan la innovación.

Salvatto será uno de los oradores del próximo encuentro organizado por El Observador sobre innovación, publicidad y marketing en los medios digitales. Esta instancia se llevará a cabo  el próximo jueves 11 de mayo a las 8:30 en el Sofitel Montevideo.

A continuación, un resumen de la entrevista con el experto.

Desde su formación intelectual, ¿cómo entiende al concepto de innovación?

Vengo del mundo de las Ciencias Sociales —es licenciado en Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas—. Desde primer año de la carrera se nos enseña a estudiar con bases filosóficas: estudiamos desde los griegos (Sócrates, Platón, Aristóteles) y, a partir de ahí, construimos el ideal que nosotros tenemos de sociedad. Con base en esto, se nos hace pensar las sociedades actuales en función del pasado. Esto es absolutamente contrario a lo que ocurre cuando pensamos en términos de innovación. Estamos mirando permanentemente el pasado para entender el mundo del presente y proyectar hacia el futuro. Eso es lo que nos enseñan. ¿De qué se trata innovar? Es intentar encontrar soluciones nuevas y distintas a los problemas que tenemos en un contexto presente. Y eso no necesariamente implica incorporar tecnología. Se puede ser innovador por fuera del ámbito tecnológico.

¿Qué lugar ocupa hoy la innovación en la región?

Ocupa un lugar muy, muy grande. Si bien los latinoamericanos tendemos a mirar el vaso medio vacío y tendemos a ver cómo innovan en otros lugares, lo cierto es que el ecosistema innovador del continente es muy interesante, más allá de las diferencias que hay según los países. Además, el peso de la innovación depende de la industria, algunas de ellas están transformando permanentemente. Esto depende de la capacidad y de la inversión. Algunos ejemplos de esto son la farmacéutica y la agrotecnológica —donde hay un nicho interesante para seguir explotando—. Por otra parte, hay otras áreas que le dedican menos tiempo a la innovación, como el sector público o el educativo. También hay rubros con realidades dispares, como los medios de comunicación, donde algunos han evolucionado más que otros, que siguen anclados en el pasado.

"El gran salto que tenemos que dar a nivel regional es organizar la innovación"

¿Ver el "vaso medio vacío" cree que es una cuestión cultural? ¿Esto no impide que se esté desarrollando un sistema de emprendedurismo "interesante" en la región?

Hay un libro interesante sobre innovación, que se llama El efecto Médici, del emprendedor Frans Johansson. El libro explica que uno de los puntos fundamentales a la hora de innovar tiene que ver con la combinación de cultura, experiencias, backgrounds, disciplinas. América Latina es una región que se ha construido a partir de la mezcla de distintas culturas, y eso es un elemento interesantísimo para la capacidad de innovar que tiene nuestra población. Y eso se ve en un ecosistema emprendedor que es pujante. A esto se le agrega que la inestabilidad que hay en nuestra región provoca que la población deba rebuscárselas, atarla con alambre. Eso genera un impulso hacia una innovación. Probablemente ésta sea más desordenada, más caótica respecto a las de otros continentes, pero que ha dado resultados interesantes. Creo que el gran salto que tenemos que dar a nivel regional tiene que ver con generar una innovación mucho más planificada.

¿Qué desafíos y oportunidades presenta Uruguay, en particular, a la hora de generar innovación?

Uruguay es un país que todo el resto de América Latina considera un modelo en muchos aspectos. Entre ellos, la estabilidad interna y la capacidad para atraer personas innovadores —de hecho, muchos emprendedores argentinos están viviendo en Uruguay—. Hay una capacidad interesante para hacer un país que se nutra y beneficie de estas cualidades que tiene, que es ser ese faro, esa ancla de estabilidad dentro de América Latina y, a su vez, poder dinamizar y llevar adelante esa innovación ordenada de la que hablábamos en la pregunta anterior.

Augusto y Mateo Salvatto escribieron el best seller "La batalla del futuro".

Para fines de este año, se prevé que el 65% de toda la inversión publicitaria estará destinada a lo digital. En términos generales, ¿qué significa esto y cómo estamos posicionados en Uruguay?

Algo que suele pasar con estos temas es que se globalizan muy rápido. Si yo te preguntara cuáles son las últimas cinco aplicaciones que usaste, muy probablemente sean las mismas o tendríamos muchas en común y, probablemente, pase lo mismo si le preguntara esto mismo a un pibe que vive en Alemania. Eso genera una gran globalización en cuanto la interacción que generan los seres humanos con la tecnología. Hay una media de entre 6 y 7 horas de exposición a las pantallas por día a nivel mundial. Alrededor del 45% del tiempo en el que estamos despiertos estamos mirando una pantalla. Estas pantallas, a su vez, nos brindan un montón de estímulos y un montón de sensaciones positivas. Lo digital es una parte crucial de nuestra vida y es lógico que las empresas quieran estar en esos ecosistemas, y cada vez más tienen que estar ahí.

"Uruguay debe ser el faro de la estabilidad en América Latina"

¿Qué idea central espera dejar en el evento del jueves 11 que realizará El Observador?

Son dos puntos. Por un lado, que la inteligencia artificial está en todos lados. No es cosa solamente de las grandes empresas tecnológicas a nivel global. La usamos mucho más de lo que creemos. El segundo mensaje está relacionado con que estamos en un punto de inflexión en la historia de la humanidad en el cual, a partir de ahora, el mundo se va a empezar a mover cada vez más rápido. Vamos a ver transformaciones cada vez más aceleradas. Y esa sociedad, que podemos llamarle sociedad exponencial, nos obliga a generar una cultura innovadora y que busque permanentemente la vanguardia. La estabilidad es algo que difícilmente podamos experimentar, todo el tiempo vamos a estar transformándonos.

¿Cuáles son, según su visión, las tendencias a propósito de la publicidad? ¿cómo hacer para que el mensaje llegue al target que se pretende en un mundo con sobreabundancia de información?

Una de las industrias que más han introducido herramientas relacionadas con la inteligencia artificial es la industria del marketing y la comunicación. Cada vez hay más audiencias a las que queremos llegar y que, además, se informan por canales distintos y tienen intereses distintos. Los target que podrían existir en el siglo XX (ejemplo: un joven de clase media con determinado interés) se han subdividido y pasaron de cientos a miles. Entonces, hoy tenés que tener mensajes para todos esos perfiles distintos. Lo único que te puede ayudar a hacer eso es la inteligencia artificial, las herramientas tecnológicas que te permitan segmentar perfiles para entender mucho mejor a las personas y, en función de eso, enviarle los mensajes personalizados que están esperando.

Augusto Salvatto estará en Uruguay el jueves, en el marco de un evento sobre innovación de El Observador.

En este paradigma, ¿los medios de comunicación se revalorizan por ser las vías para hacer llegar estos mensajes de manera adecuada junto con información veraz y comprobada?

Absolutamente. Ahora se dice que por la aparición del ChatGPT van a desaparecer los periodistas. Mi respuesta a esto es: "Absolutamente no, todo lo contrario". Hoy más que nunca necesitamos el trabajo de los buenos periodistas, aquellos profesionales que investigan, chequean fuentes, buscan transmitir la información de manera clara y contar los hechos. Por tanto, el trabajo de los periodistas en los medios de comunicación serios son necesarios en un mundo con sobreabundancia de información. Ahora, ese trabajo estará cada vez más relacionado con la tecnología, apoyado en ella también. Las redes sociales nos hicieron creer que todos podemos tener un medio propio en nuestra casa y eso es una trampa. El rol de los medios de comunicación, en este contexto, va a ser cada vez más fundamental porque su rol es combatir la desinformación y poder brindar un manto de certidumbre y objetividad.

Los cambios, cada vez más acelerados, nos obligan a crear una cultura innovadora

¿Cuán preparados estamos para integrar los avances de la inteligencia artificial, como el ChatGPT, por ejemplo?

Ni siquiera los que crearon ChatGPT tienen muy claro para qué se va a usar esta herramienta en los diferentes rubros. Por eso, justamente, la liberaron al mundo de forma gratuita y dijeron hace un año: "Che, pruébenla". Y ahí comenzaron a aparecer usos. Todavía no estamos preparados para incorporar esta tecnología y probablemente nadie lo esté en el mundo. Pero el gran desafío es prepararnos en menos de un año para convivir con esta herramienta y eso va a depende mucho de la capacidad de resiliencia e innovación que tengamos, de cuán dispuesto estamos para enfrentar estos cambios. Si la primera reacción, como sucedió en escuelas de Nueva York, por ejemplo, es prohibir usar el ChatGPT, probablemente esta tecnología nos pase por arriba. Me gustaría escuchar más ideas para ver cómo la incorporamos para llevar mejor a nuestros alumnos. Esta discusión no solo le pertenece a la educación, sino también a otros sectores, como los medios o las empresas para ver cómo nos puede servir esta herramienta.

Portada del libro de los Salvatto, "La batalla del futuro. Algo en qué creer" (Lea, 2021).

¿Qué se puede hacer para colocar a nuestras sociedades, donde más del 50% de los jóvenes no culminan la educación media formal, en el camino de la innovación?

Es un tema complejo. América Latina es el continente más desigual del mundo. Esto hace que sea muy difícil generalizar. Supongamos que hay una división. Por un lado están los estudiante que no culminan la educación media y, por el otro, una porción de estudiantes que logra terminar el secundario y tiene la posibilidad de ir a profesores particulares en coso de que lo necesite. Este último conjunto de estudiantes latinoamericanos tampoco están dentro de sistemas educativos que los preparen para los trabajos del futuro ni le están haciendo fácil esa preparación. Ni siquiera completando los estudios se está preparado para el futuro. ¿Por qué? Porque a los pibes le enchufan una pantalla desde que nacen, lo relacionan con la tecnología tempranamente, les dan más estímulos visuales, auditivos y demás. No se puede pretender que a un niño que nazca en esta realidad lo lleves a un aula que escuche durante 80 minutos a un profesor hablando frente a un pizarrón. Es absolutamente imposible que esa persona esté concentrada a una clase, no se les da una experiencia personalizada (se les da la misma clase a 30 chicos) y no se lo prepara para un mundo en el que se tiene que aprender solo, en el que se tenga que innovar, cuestionar las normas establecidas y buscar alternativas para resolver problemas complejos. Todas estas cosas, que son las que necesitamos para trabajar en el siglo XXI, la escuela tradicional la tiende a desincentivar. No quiero generalizar porque hay profesores brillantes que buscan todo lo contrario, pero el sistema educativo en general tiende a desincentivar eso. Entonces, si ya partimos de esta base, imaginemos lo que le sucede a un chico que no logra terminar el secundario. Está en una situación riesgosa. Esto nos genera un gran problema a nivel regional porque la brecha entre Latinoamérica y otras partes del mundo se va a agrandar cada vez más si no hacemos algo. Los países de Latinoamérica tienen que colaborar entre sí, y por eso es importante que se realicen este tipo de eventos para generar capacidad de innovación.

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