Lorena Ponce de León, esposa del presidente Luis Lacalle Pou, participó este miércoles de la primera Cumbre Interamericana Digital de Primeras Damas y Caballeros. En esa instancia habló de las acciones que tomó el gobierno durante la pandemia –con énfasis en la libertad responsable y los estímulos a la economía– y de Sembrando, el proyecto sobre emprendedurismo que encabeza en la órbita de Presidencia.
En el evento, además de Ponce de León, estuvieron presentes las primeras damas de seis países latinoamericanos, entre ellos Colombia, Costa Rica, Paraguay y Venezuela. La esposa del presidente comenzó su intervención haciendo referencia a la “libertad responsable”, un concepto repetido varias veces por el presidente, y también a la conciencia ciudadana y la responsabilidad de la población al momento de acatar las medidas dispuestas por el gobierno cuando llegó la pandemia el 13 de marzo.
Para la primera dama, la libertad responsable funcionó en buena medida porque “empodera”: “El saber que uno tiene el poder de quedarse en casa y cuidar al resto a uno lo hace fuerte”. Ponce de León destacó que el agro nunca paró y que la construcción pudo volver a la actividad gracias al confinamiento voluntario. “Venimos bastante bien”, sintetizó.
Además, se refirió al Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) como “una alianza muy importante” que tuvo el gobierno para luchar contra el covid-19.
La primera dama destacó que, por lo general, las esposas de los presidentes en Uruguay “agarran alguna prédica o algún objetivo” para desarrollar durante el período de gobierno. En su caso decidió hacer énfasis en la conformación de los emprendimientos, ya que notó que “había mucha desinformación” es ese sentido durante las recorridas que hizo durante la campaña junto a su esposo: “el primer objetivo del ciudadano que estaba desempleado enseguida era buscar un empleo” en vez de “autogenerar una idea de negocio” con sus conocimientos.
Para revertir esa situación, Ponce de León decidió fundar Sembrando, proyecto que hoy depende de la Presidencia. El objetivo de este programa es “generar conciencia emprendedora y poder estimular a aquellos emprendedores” que no saben cómo empezar su negocio, afirmó.
El programa, que iba a ser presentado el 13 de marzo, tuvo que ser implementado en redes sociales debido a la pandemia. A partir de eso, lograron contactar mentores (“expertos”) en emprendedurismo que se conectaron con los emprendedores. “Empezamos con 14 mentores y terminamos con 144 en ese proceso que duró dos meses. Por ese trabajo pasaron 2546 emprendedores”, explicó.
En cuanto al promedio de edad de quienes solicitaron mentorías, Ponce de León sostuvo que fue de 46 años. La distribución entre hombres y mujeres fue muy similar, aunque “hubo un poco más de mujeres que de hombres”. Los sectores de la actividad a los que pertenecían los emprendedores fueron variados: “nos llamó gente de alta tecnología, muchachos que estaban en el trabajo artesanal, peluquería, gastronomía, personas de nivel terciario (...)”.
El proceso de mentoría consistió en seis etapas para cada emprendedor y logró capacitar a 100 personas. “Desde nuestro lugar vamos a hacer un trabajo durante los cinco años trabajando y ayudando para seguir estimulando la cultura emprendedora en nuestro país. Entendemos que la responsabilidad y la libertad también va en empoderarse con lo que uno sabe o lo que entiende que todavía le falta por aprender para seguir creciendo individualmente”, sentenció Ponce de León.
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