Con solo llamar a su banco, hay personas que pueden tener en su puerta al chofer que en un Mercedes Benz los lleva y pasa a buscar al restaurante en el que, también gracias al banco, tienen un 30% de descuento. O que pueden, por tener determinados ingresos mensuales o cierta cantidad de dinero depositada en una empresa financiera, hacer que su hijo entre a la cancha de la mano de un jugador en la Copa Libertadores.
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