Los católicos alemanes presionan al Vaticano y piden reformas de fondo

Obispos, sacerdotes, religiosas y laicos de la Iglesia católica alemana concluyeron este fin de semana un sínodo regional histórico en la ciudad Fráncfort, que cierra el proceso iniciado en 2019 en respuesta a los escándalos de pederastia en la institución.

Entre las 15 decisiones y mociones aprobadas en el sínodo, los participantes se pronunciaron mayoritariamente por la posibilidad de bendecir a parejas del mismo sexo a partir de 2026 en toda Alemania, así como a favor de que las mujeres accedan al diaconado.

La posición de la Iglesia católica alemana se da en el marco de la convocatoria realizada en octubre de 2021 por el papa Francisco, que puso en marcha el llamado Camino Sinodal, proceso que culminará en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos pautada para octubre próximo.

Poco antes de la decisión papal, los obispos de la Iglesia católica en Alemania consideraron importante preparar un Camino Sinodal para renovar sus estructuras, luego de que en septiembre de 2018 se conociera el denominado “Informe MHG”, un estudio que sacó a la luz los abusos sexuales en el contexto eclesial.

En ese marco, la Conferencia Episcopal Alemana, junto con el Comité Central de los Católicos Alemanes, acordaron los Estatutos para el Camino Sinodal dando inicio a un proceso de reforma y renovación que es resistido por los sectores más tradicionalistas y que culminó este fin de semana en Fráncfort.

Según los analistas locales, la mayoría de los obispos alemanes, al igual que los laicos, se pronunciaron a favor de las bendiciones de uniones entre personas de un mismo sexo, que previsiblemente se multiplicarán, mientras que el acceso de las mujeres al diaconado quedará sujeto a la decisión final de Francisco.

Fuera de las 15 decisiones y mociones presentadas quedó la ordenación de las mujeres como sacerdotisas, iniciativa polémica que también divide posiciones hacia el interior de las Iglesia Católica alemana y que los casi 200 delegados reunidos en Fráncfort evitaron votar.

Con estas iniciativas, los católicos alemanes vuelven a desafiar al Vaticano, que no dudó en criticar las propuestas del proceso sinodal iniciado en Alemania y que promete tensar todavía más las ya difíciles relaciones con el Vaticano, que cuestiona a los fieles alemanes el derecho de cambiar la doctrina y las prácticas que consideran demasiado conservadoras.

En 2021, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, que desde 2022 se llama Dicasterio, publicó una nota en la que afirmaba que considera la homosexualidad "un pecado", y confirmaba la imposibilidad que las parejas del mismo sexo recibieran el sacramento del matrimonio.

Sin embargo, en los dos últimos años, algunos sacerdotes alemanes organizaron ceremonias en todo el país para bendecir a las parejas de un mismo sexo, práctica que la votación de este fin de semana podría amplificar en una nación con 21 millones de fieles, un poco más de un cuarto de la población, y en el que la religión católica sigue siendo la primera confesión, seguida de las iglesias protestantes.

Irme Stetter-Karp, presidenta del Consejo Central de Católicos –la principal organización laica de Alemania–, dijo que habría querido "más", aunque consideró positivas las iniciativas del sínodo, entre las que está también el pedido al papa Francisco de que se revise el celibato obligatorio de los sacerdotes. "Esta Iglesia no puede seguir así", dijo en declaraciones a la agencia de noticias AFP.

Las ansias de llevar adelante una reforma liberal en el país de Lutero hacen temer entre los detractores de los cambios un nuevo cisma, como en los inicios del protestantismo, posibilidad que los reformistas niegan. "El camino sinodal no lleva a la división ni apunta al inicio de una Iglesia nacional en ruptura con el Vaticano”, aseguró monseñor Georg Bätzing, titular de la conferencia episcopal alemana.

Según el obispo, que criticó directamente al papa Francisco, es necesario hacer reformas para garantizar el futuro de la Iglesia Católica en Alemania, que según los observadores habría perdido unos 3 millones de fieles en los últimos años. En ese sentido, Stetter-Karp indicó que “cualquiera que se tome en serio el escándalo de la pederastia en la Iglesia Católica debe trabajar de forma clara en cambios estructurales".

Tras los escándalos morales que sacudieron a la Iglesia Católica en Alemania, se encomendó un proyecto de investigación interdisciplinaria a investigadores de las universidades de Mannheim, Heidelberg y Gießen, especialistas dirigidos por el psiquiatra forense Harald Dressing que produjeron en 2018 y luego de cuatro años de estudios el “Informe MHG” sobre la base de los datos proporcionados por 27 diócesis del país.

El resultado quedó registrado en un informe de 350 páginas, que reúne los esfuerzos de los expertos en criminología, psicología, sociología y psiquiatría forense convocados. Las conclusiones, resumidas y traducidas a varios idiomas, además de determinar la frecuencia de los abusos, describir sus formas e identificar las estructuras y dinámicas que los promovieron, concluyó que al menos 3.677 niños (en su gran mayoría, menores de 13 años) fueron víctimas en Alemania de violencia sexual a manos de 1.670 miembros del clero entre 1946 y 2014.