Los diputados sub 40 que mueven la pelota en el parlamento

Alejandro Sánchez: El referente
37 años

Cuando era adolescente le gustaba mucho salir a bailar. Rápidamente se ganó el apodo de "pachanguero", que con el tiempo se redujo a "pacha". Alejandro Sánchez (37) es un joven con mucha experiencia en política. Tiene menos de 40 pero atraviesa su segunda legislatura, y se transformó en un referente para una nueva camada de dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP). El ascenso y la consideración de su sector quedaron plasmados en la campaña de 2014, donde ocupó el primer lugar de la lista a diputados en Montevideo.

Sánchez presidió la Cámara de Representantes en 2015 y en discusiones presupuestales ha sido uno de los puntales de la bancada de gobierno. Aunque perdió a manos de Javier Miranda, también se postuló como candidato a presidir la coalición, en representación de su sector y aliados.

De muy chico tuvo contacto con la política, ya que en su casa del barrio Lavalleja se respiraba Frente Amplio. Trabajó desde los 12 años en un puesto de verduras en ferias junto a su padre. Sánchez fue uno de los dirigentes juveniles que llevaron adelante en el 96 las ocupaciones en liceos para reclamar contra la reforma educativa del colorado Germán Rama (presidente del Codicen del segundo gobierno de Julio Sanguinetti, 1995-2000).

Aquella experiencia le dio una base para sumarse luego al plenario de jóvenes del MPP, hasta que en 2011 llegó a la Dirección Nacional de esa organización, creada y liderada por José Mujica.

En el 98 ingresó a militar en el Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, siendo responsable de la creación del Frente Juvenil de esa organización con pasado guerrillero. Detrás de él se acercaron al MLN-T otros militantes jóvenes que hoy tienen un espacio parlamentario, como Sebastián Sabini y Daniel Caggiani.

Según contaron allegados, al "pacha" (tiene dos hijas, de 8 y 6 años) le gusta hacer chistes y es un lector empedernido. Camilo Sejas, amigo y compañero de toda la vida, aseguró que para él y para muchos de su generación, Sánchez es un "referente" a pesar de seguir siendo joven.

35 años

En 2006, siendo un veinteañero universitario, supo que la política era su camino y fue decidido a hablar con Luis Lacalle Pou. Quería abrir una lista en Montevideo, y el bisnieto de Herrera le dijo que no era el momento. Por eso Martín Lema (35) empezó por abrir una lista en las elecciones de jóvenes del Partido Nacional. En 2009, cuando tenía un puesto de jefe en una empresa chilena, renunció para dedicarse de lleno a la política, y se sumó a la lista 404.

Desde que asumió como diputado en 2015, los temas de salud le fueron muy cercanos. ¿Por qué salud si no es médico? Según contaron sus allegados, Lema creyó que ese tema le permitiría tener contacto con muchos ciudadanos y poder hacer cosas que tengan un efecto directo en la población.

Lema está en la primera línea de la investigación de presuntas irregularidades en la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), que se tramita en una comisión especial en la Cámara de Representantes. Sus denuncias lo han puesto en este último tiempo en titulares de diarios, al punto que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, dedicó tiempo a responder públicamente uno de sus pedidos de información. Eso generó sorpresa en el despacho de Lema, ya que –en términos políticos- para un diputado joven de la oposición atraer la atención del mandatario es un logro.

El estilo de trabajo sin descanso lo lleva a visitar centros públicos de salud a cualquier hora de la noche, con la intención de conocer la realidad sin protocolo. "Me gusta sentirme útil a la gente", reconoció.

Lema es parte del círculo más cercano de dirigentes del grupo de Lacalle Pou. A pesar de sus 35 años es consultado por el candidato y a fuerza de trabajo se ganó el respeto de sus iguales en la bancada del Partido Nacional.

Consultado por El Observador sobre su presunta hiperactividad, Lema respondió: "sí, salado, es parte de mi forma de ser".

32 años

En la casa de los padres de Gerardo Nuñez la política no estuvo muy presente. Pero él empezó a tomarle el gusto de chico, en su barrio Manga, y con algunos contactos en la ciudad canaria de Sauce. De adolescente se sumó al sindicato de alumnos del liceo 13 (Maroñas) y en poco tiempo integró la Unión de Juventudes Comunistas, organismo que llegó a ser el secretario general hasta el 2015.

Este diputado de 32 años es, además, psicólogo desde hace dos años aunque nunca ejerció ni tuvo actividad remunerada vinculada al tema.

En los últimos meses adquirió un rol importante en la bancada del Frente Amplio, sobre todo por la participación en las comisiones investigadoras que indagan sobre presuntas irregularidades en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la destinada al tema del espionaje en democracia.

Nuñez fue padre muy joven: tiene dos hijas, una de 15 y otra de 9 años. Según sus allegados, su pasaje por la Junta Departamental de Montevideo le permitió adquirir ejercicio legislativo, y por ello no le pesa tanto la llegada al Parlamento desde 2016 cuando asumió en lugar de Óscar Andrade.

Cada mañana va al gimnasio antes de llegar a su despacho, donde lo describen como una persona muy tranquila, aunque recuerdan que años atrás era "temperamental".

Consultado por El Observador, dijo que nunca sintió el peso de ser joven en ámbito de gente más grande. "Nunca lo sentí, simplemente se discuten ideas más allá de la edad de quien las defiende". De todas formas, reconoció que en el Parlamento se nota un "corte" en el perfil de edades. Por un lado hay un grupo pequeño de menores de 40 en el que se incluye, y luego está la mayoría de diputados mayores de 50 con varios de 60.