Los "dueños" de la tierra: colonos disponen de 600.000 hectáreas en todo el país

Vengo desde Quebracho, vine a entregarle al señor presidente de puño y letra, las solicitudes que hemos hecho ante el Ministerio de Ganadería. Vengo en representación de la Mesa Nacional de Colonos”, comenzó diciendo el colono Noel Fernández, pero no pudo seguir.

“Señor, las organizaciones tienen su espacio”, lo cortó en seco el presidente Tabaré Vázquez durante el Consejo de Ministros abierto en Playa Pascual.

La segunda mitad de los Consejos de Ministros se utilizan para que los vecinos planteen sus reclamos. A las organizaciones se las atiende en otras instancias, generalmente el día anterior.

Pero la palabra “colono” no le trae buenos recuerdos al presidente. A mediados de febrero discutió a los gritos con José Arrieta en la puerta del Ministerio de Ganadería. Horas después Presidencia de la República hizo a saber a la ciudadanía que Arrieta tenía deudas con el estado. A raíz de ese enfrentamiento, los colonos tomaron otro protagonismo. Pero la realidad de Arrieta no es representativa de este grupo de personas.

El Instituto Nacional de Colonización tiene unas 601.000 hectáreas en todo el país y es el principal propietario de campo uruguayo. Unas 5.000 familias habitan el 92% de esas hectáreas y apenas el 8% están sin adjudicar. El 75% de los colonos está al día con la renta. Ellos son los “dueños” del campo uruguayo.

Los arrendatarios pagan una cuota que está subsidiada y corresponde a un 50% del valor de arrendamiento en el mercado, según explicó a El Observador la presidenta del Instituto Nacional de Colonización, Jacqueline Gómez. Y tanto los propietarios como aquellos que arriendan tienen que cumplir una serie de requisitos para poder explotar las tierras.

Para adjudicar un terreno el Instituto abre un llamado público y a la hora de asignar el terreno se tiene en cuenta “el perfil colono”, según explicó Gómez. Es decir, se evalúan los ingresos, la situación socioeconómica, la cantidad de hijos a cargo, la formación y el proyecto presentado por el productor, entre otras cosas. Los colonos están obligados a explotar el terreno de forma directa y a cuidar de los recursos naturales. A su vez, si el terreno a disposición tiene una vivienda, el seleccionado tiene la obligación de vivir en el lugar.

“Está claro que se elige el perfil más vulnerable. Pero al acceder a un terreno del Estado tienen derechos y obligaciones”, explicó Gómez.

La Mesa Nacional de Colonos reúne a unos 300 productores familiares que están en terrenos de colonización y aseguran que no son escuchados. Tanto Fernández como Arrieta pertenecen a esta organización y desde hace meses, según dijo a El Observador su presidente Mario Thedy, vienen reclamando la atención del Instituto.

La Mesa intentó participar de las reuniones del gobierno con el movimiento Un Solo Uruguay pero no lo ha logrado. Desde el gobierno entienden que la organización ya está representada en las autoridades del movimiento de autoconvocados.

“¿Por qué no nos quieren oír? ¿Por qué reiteradamente se ha ninguneado nuestra voz? (…) Queremos contarle al gobierno y a la población en general, la difícil situación que atraviesa la producción familiar y asociativa”, dice un comunicado difundido tras el Consejo de Ministros en San José. La Mesa, dice, ya no sabe a quién recurrir.

Ante la falta de respuestas, los colonos de Bella Unión decidieron unirse con el Movimiento por la Tierra (que también integran pequeños productores) y con la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA) –integrado por varios colonos- y enviaron una carta al Instituto de Colonización solicitando que el directorio visite el departamento.

“Uno de los grandes inconvenientes que tenemos es que el instituto dice bueno vamos a solucionar, vengan a Montevideo. Uno se hace un bruto viaje, deja de trabajar y siempre volvés con las manos vacías”, lamentó Thedy. La carta fue enviada hace 20 días y, por ahora, no han obtenido respuesta. La mayoría de los 300 colonos de la mesa son arrendatarios y pagan una renta por ocupar los terrenos. Solo unos pocos son propietarios del terreno en el que trabajan.

Según el presidente de la organización, en la oficina de Colonización en Artigas son “unos inútiles” y complican más de lo que resuelven. A la organización le preocupa que la gente está abandonando el campo. “La gente se sigue yendo a la ciudad”, lamentó Thedy.

Gómez resaltó que en 2017 el directorio entero del Instituto de Colonización recibió a la Mesa de Colonos y que, tras el Consejo de Ministros en San José, ella y el minsitro de Ganadería, Enzo Benech, estuvieron conversando con Fernández. Si bien aseguró que existe un diálogo fluido con la Mesa de Colonos, reconoció que “la agenda no le da” para visitar Bella Unión en este momento.

El resto de los colonos, que no pertenecen a la Mesa, se agrupan en otras organizaciones dependiendo el rubro al que pertenecen.

El gobierno anunció a principio de año una serie de medidas para atender la situación de los pequeños y medianos productores del sector rural. Sin embargo, según dicen, las medidas no cambian la situación de los colonos.

“El impacto en los pequeños productores es mínimo”, se quejó Thedy.

El gobierno anunció, entre otras cosas, el congelamiento de la renta de los colonos para el período abril-mayo. Esa renta que pagan los colonos arrendatarios se suele ajustar por inflación y en esta oportunidad no se modificará.

Hace pocos días, el gobierno aprobó la ley que reduce en un 18 % la cuota de contribución inmobiliaria rural en los ejercicios 2018 y 2019 a propietarios de terrenos menores de 1.000 hectáreas y en 10 % el monto a los no contribuyentes al IRAE. Según el gobierno esta medida beneficia al 84% de los productores.