Con el sólido triunfo de este domingo, el presidente electo Iván Duque podrá gobernar con suficiente libertad a una
Colombia amenazada por el
narcotráfico, en tensión con Venezuela y fracturada por un histórico pacto de paz.
Más de 10 millones de electores apoyaron el regreso de la derecha conservadora al poder en la figura de este abogado, que con apenas cuatro años en el Congreso ascendió en hombros del exmandatario Álvaro Uribe.
A partir del 7 de agosto, cuando asumirá el cargo, Duque y su bancada mayoritaria se enfrentarán a varios desafíos tras ocho años de férrea oposición al impopular Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos.
La paz, a revisión
Luego de ganar en el balotaje, Duque apuntaló la oferta de corregir, pero sin destruir, el acuerdo que enterró medio siglo de conflicto con la ya disuelta guerrilla
FARC.
Prometió que hará "correcciones" a lo pactado sin dar más pistas, aunque en campaña aseguró que buscaría que los jefes rebeldes acusados de delitos graves paguen un mínimo de cárcel y queden inhabilitados para ejercer como congresistas.
El nuevo partido FARC, que ha descartado el regreso a las armas, lo llamó a la "sensatez" y a no burlar lo pactado.
Con su discurso "de unión", Duque plantea "una posición más flexible que la de Uribe", pero "esa posición, de todas maneras, conlleva un mensaje de revisión", según el experto Andrés Macías, de la Universidad Externado.
La sombra de Uribe
Los colombianos renovaron su fe en Uribe, pese a investigaciones por presuntos vínculos con paramilitares e interceptaciones ilegales.
Uribe ha sido el gran elector después de haber diezmado militarmente a los grupos armados. En 2010, cuando abandonó el poder, logró la victoria del poco carismático Santos. Cuatro años más tarde, dio batalla con un desconocido Óscar Iván Zuluaga frente al actual presidente. Y en 2016 lideró la campaña por el "No" que obligó a renegociar lo negociado con las FARC.
Ahora su sucesor gobernará la cuarta economía latinoamericana con las banderas del mentor: mano firme contra la violencia, inversión privada y defensa de valores tradicionales. Y además Uribe liderará en el Senado la bancada de su partido, el Centro Democrático, tras obtener la mayor votación en marzo.
Presión a Maduro
Opositor del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, Duque pretende liderar la presión internacional contra lo que considera una "dictadura" presidida por un "genocida".
El presidente electo amenaza con denunciar a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) junto a otros gobiernos y devolver la democracia al país petrolero con ayuda de la OEA.
Colombia enfrenta un inédito flujo migratorio de venezolanos que huyen de la crisis económica. En los últimos 16 meses han llegado más de un millón de personas provenientes de Venezuela.
El presidente electo dijo que hasta que no termine la "dictadura" de Maduro en Venezuela, "el flujo migratorio no parará". Aseguró que, aunque se cierren las fronteras, éstas son "porosas" y la migración va a continuar.
Autoridades en Venezuela, uno de los países garantes del acuerdo con las FARC, son señaladas por Duque de complicidad con el narcotráfico.
Drogas y EEUU
El mayor productor mundial de cocaína enfrenta una disparada de los narcocultivos que le valió un severo llamado de atención de Estados Unidos, su tradicional aliado y principal mercado de la droga colombiana.
Duque, que quiere una buena relación con Donald Trump, ofreció reactivar las fumigaciones antidrogas con un herbicida diferente del glifosato -prohibido por ley-, lo que seguramente le abrirá un frente de tensión con los campesinos cocaleros.
El mandatario electo, que promete penalizar de nuevo la dosis mínima, admitió el domingo que el crecimiento de las siembras de coca "amenazan la seguridad nacional".
Y sin anticipar una estrategia en concreto, esbozó una política de seguridad para "campos" y "ciudades" que involucra la lucha frontal contra el narcotráfico en momentos en que las mafias mexicanas están financiando a los disidentes de las FARC que copan espacios dejados por la exguerrilla en las fronteras con Ecuador y Venezuela.