Daniel Rodríguez, productor rural en Canelones y en Lavalleja, utiliza animales de dos especies para defender a sus ovinos: perros de la raza Maremmano y burros. Ambos, perros y burros, son muy eficientes a la hora de prevenir el ataque de perros. Si de todos modos los ataque suceden, logran abortarlos, consiguiendo que los agresores huyan, salvando a la majada.
Pero esta vez el plan no funcionó. Sucede que una burra que cuidaba uno de los potreros entró en celo hace unos días, cruzó una cañada y pasó a otro potrero donde había un macho y antes que el productor y su hijo pudieran regresarla se produjo un ataque de perros que causó un grave daño en el lote de ovinos que había quedado desprotegido.
Daniel es un productor ganadero, con manejo de vacunos en un campo propio en Tala y de ovinos en uno que arrienda en Villa Rosario (a unos 20 kms de Minas), que fue donde se produjo el ataque de perros que, lo tiene claro, proceden del pueblo ubicado a solo 1,5 kms del campo.
En ese campo arrendado, de 220 hectáreas, además de un área de 50 hectáreas que sembró con cebada para obtener parte de la comida para los vacunos del campo en Tala, hay una docena de parcelas con unas 320 ovejas, todas encarneradas.
En el potrero en el que los perros atacaron había un lote de 68 ovinos. El jueves fueron y estaban todos, el sábado volvieron y ya se había dado el ataque y encontraron 20 ovejas muertas y de 10 a 12 corderos ya paridos, sin madre, también muertos por el hambre, solo pudieron rescatar tres corderitos guachos vivos y llevarlos a la casa para mantenerlos con vida y lograr que crezcan.
Además, varias ovejas más quedaron gravemente heridas y se teme no logren superar las infecciones tras las mordidas y también terminen muriendo.
"Más allá de la pérdida directa, que se hizo la denuncia por US$ 2.000, está la pérdida de producción futura y más allá del dinero lo peor es la tremenda impotencia que esto te genera", lamentó Daniel.
El productor recordó que poco antes de esto, en una feria en Casupá, había vendido ovejas paridas a US$ 70 y otras preñadas a US$ 100, como referencia del valor de cada animal.
Tan mal quedó que apenas hizo una foto de una de las ovejas muertas, no tuvo ganas de hacer más, reconoció el productor rural.
"Los perros, en realidad, lo tengo claro, entran al campo para jugar con las nutrias, para correr nutrias, pero bueno, encontraron a las ovejas solas, pesadas porque estaban preñadas, no pudieron disparar mucho porque estaban pesadas y las agarraron a varias", contó.
En el diálogo con El Observador pidió "poder hacer un reconocimiento a la Policía de Villa Rosario, a la Bepra, el comisario y su gente, todos, se portaron espectacular, dieron el 150% para ayudar, vinieron enseguida, recorrieron... no puedo decir nada de eso, todo lo contrario, estoy orgulloso y ellos no tienen la culpa, esa es la realidad".
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