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Los sindicatos y la izquierda se unen contra la reforma jubilatoria del gobierno francés
El 10 de enero, la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, dio a conocer los planes del gobierno para la reforma de las pensiones, que aumentaría la edad de jubilación en el país de 62 a 64 años y además que los trabajadores deberán haber trabajado durante al menos 43 años para obtener una pensión completa, a partir de 2027.
Anteriormente, las reformas anunciadas por el primer gobierno de Emmanuel Macron, que contenían propuestas similares, como un aumento en la edad de jubilación, la sustitución de 42 sistemas de pensiones por un solo plan, la introducción de un sistema de puntos de calificación para determinar los montos de las pensiones, entre otras propuestas, fueron vehementemente rechazadas por los sindicatos y no se habían implementado debido a la crisis del COVID-19.
Ante el anuncio del gobierno, todos los principales sindicatos de Francia hicieron una convocatoria conjunta para protestar contra las propuestas de reforma de las pensiones anunciadas por el gobierno de Emmanuel Macron.
Los sindicatos, incluida la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), la Fuerza Obrera (FO), la Confederación Francesa de Trabajadores Cristianos (CFTC), la Confederación Francesa de la Dirección—Confederación General de Ejecutivos (CFE-CGC), la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA), la Federación Sindical Unitaria (FSU) y Solidarios, han convocado a una huelga general y movilización de protesta a nivel nacional para el 19 de enero.
El 10 de enero, en su comunicado conjunto, los principales sindicatos declararon que “esta reforma golpeará a todos los trabajadores, especialmente a aquellos que tienen una menor expectativa de vida, y a aquellos cuyas profesiones no son reconocidas. Agravará la precariedad de quienes ya no están empleados antes de jubilarse y fortalecerá la desigualdad de género”.
La coalición de izquierda Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) compuesta por La Francia Insumisa (LFI), el Partido Comunista Francés (PCF) y otras agrupaciones, también se oponen a las reformas y han brindado su apoyo a las protestas. Los grupos juveniles, incluido el Movimiento de Jóvenes Comunistas de Francia (MJCF), también han convocado protestas contra las reformas.
El miércoles, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) calificó las reformas propuestas por el gobierno como un ataque al sistema de pensiones y un intento de imponer un proyecto que el 85% de la población rechaza. NUPES ha reiterado su demanda por el derecho a jubilarse a la edad de 60 años. El excandidato presidencial y líder de Francia Insumisa Jean-Luc Melenchon, ha declarado que “la reforma es una grave regresión social”.
El líder del Partido Comunista Francés (PCF), el diputado Fabien Roussel, dijo que “el gobierno está anunciando que nuestros fondos de pensiones están en bancarrota. ¡Es una mentira! ¡Necesitamos una reforma de las pensiones para aumentar las pensiones! Financiémoslo a través del empleo, aumentos salariales y gravando los dividendos de € 80.000 millones distribuidos a los accionistas registrados en el índice bursátil CAC 40 en 2022”.
Las agrupaciones juveniles también convocaron a una marcha nacional de protesta por las reformas en París el 21 de enero, exigiendo jubilación a los 60 años, un aumento del salario mínimo (SMIC) y de los salarios en general, así como pensiones, congelación de alquileres y congelación de precios para necesidades básicas, masivas inversiones en ecología y servicios públicos, incluidos transporte, salud y educación, e impuestos a las superganancias empresarias.
