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Macri cerró su campaña triunfal y Scioli busca recuperar apoyo
El opositor lidera los sondeos con unos tres puntos de ventaja
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20 de noviembre de 2015 a las 05:00
Nadie presagió una campaña tan larga, reñida y sorpresiva en Argentina. Pero ayer los dos candidatos a suceder a Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Daniel Scioli, hicieron sus últimos actos públicos frente al electorado antes del balotaje del domingo.
Macri lidera los sondeos después de la primera vuelta del 25 de octubre que ganó Scioli pero por apenas tres puntos (37% sobre 34,1%).
Su lugar elegido fue Humahuaca, en la provincia de Jujuy, el corazón de la Argentina pobre y mestiza desde donde intenta desprenderse de la imagen de empresario millonario y capitalino.
Su rival oficialista Daniel Scioli despidió esta etapa agridulce en dos ciudades, Mar del Plata y La Matanza, en la inmensa provincia de Buenos Aires, donde gobernó desde 2007.
La noche anterior, el miércoles, los dos coincidieron en el mismo programa televisivo respondiendo preguntas similares. "Prometo hacer lo contrario al kirchnerismo" en cuanto a economía, estadísticas e independencia de las instituciones, dijo Macri en A dos voces.
"El camino para solucionar los desajustes macroeconómicos son la productividad y la inversión", dijo de su lado Scioli al referirse a la inflación que ronda el 25% desde hace tres años y el freno en la industria.
"Quedó claro que Macri es el mercado y yo defiendo la industria nacional", aseveró el oficialista.
El diario Clarín hizo 20 preguntas a cada uno de ellos. La primera fue sobre las prioridades de la primera semana de gobierno. El opositor se refirió a la búsqueda de acuerdos con legisladores y gobernadores para definir políticas conjuntas. El oficialista mencionó la reducción de impuestos y retenciones.
Si Macri gana la Presidencia será la primera vez desde que se instituyó el voto (en 1916) que resulta electo alguien que no pertenece ni al partido peronista ni al radical socialdemócrata, las dos grandes fuerzas populares del país.
"Eso que a los argentinos sólo los puede gobernar un peronista, es parte de la misma leyenda; un poco de este discurso de este nuevo Scioli", dijo Macri.
En Argentina en los últimos 70 años ningún presidente no peronista pudo terminar su mandato.
El radical Raúl Alfonsín, primer mandatario tras la dictadura militar (1976-1983), tuvo que entregar el poder anticipadamente al peronista Carlos Menem en 1989 luego de 13 paros generales y una crisis de hiperinflación histórica.
La "pesadilla" más fresca de esta singularidad argentina fue el gobierno de Fernando de la Rúa.
Asumió en 1999 la Presidencia como líder de una alianza radical demócrata-cristiana, y tras siete paros generales y hecatombe económica, tuvo que abandonar el poder abruptamente dos años después.
Ahora Macri echa por tierra los malos presagios: "Espero que tengamos una transición ordenada presidenta, que demostremos que maduramos", dijo en un mensaje a Cristina.
Macri lidera los sondeos después de la primera vuelta del 25 de octubre que ganó Scioli pero por apenas tres puntos (37% sobre 34,1%).
Su lugar elegido fue Humahuaca, en la provincia de Jujuy, el corazón de la Argentina pobre y mestiza desde donde intenta desprenderse de la imagen de empresario millonario y capitalino.
Su rival oficialista Daniel Scioli despidió esta etapa agridulce en dos ciudades, Mar del Plata y La Matanza, en la inmensa provincia de Buenos Aires, donde gobernó desde 2007.
La noche anterior, el miércoles, los dos coincidieron en el mismo programa televisivo respondiendo preguntas similares. "Prometo hacer lo contrario al kirchnerismo" en cuanto a economía, estadísticas e independencia de las instituciones, dijo Macri en A dos voces.
"El camino para solucionar los desajustes macroeconómicos son la productividad y la inversión", dijo de su lado Scioli al referirse a la inflación que ronda el 25% desde hace tres años y el freno en la industria.
"Quedó claro que Macri es el mercado y yo defiendo la industria nacional", aseveró el oficialista.
El diario Clarín hizo 20 preguntas a cada uno de ellos. La primera fue sobre las prioridades de la primera semana de gobierno. El opositor se refirió a la búsqueda de acuerdos con legisladores y gobernadores para definir políticas conjuntas. El oficialista mencionó la reducción de impuestos y retenciones.
Si Macri gana la Presidencia será la primera vez desde que se instituyó el voto (en 1916) que resulta electo alguien que no pertenece ni al partido peronista ni al radical socialdemócrata, las dos grandes fuerzas populares del país.
"Eso que a los argentinos sólo los puede gobernar un peronista, es parte de la misma leyenda; un poco de este discurso de este nuevo Scioli", dijo Macri.
En Argentina en los últimos 70 años ningún presidente no peronista pudo terminar su mandato.
El radical Raúl Alfonsín, primer mandatario tras la dictadura militar (1976-1983), tuvo que entregar el poder anticipadamente al peronista Carlos Menem en 1989 luego de 13 paros generales y una crisis de hiperinflación histórica.
La "pesadilla" más fresca de esta singularidad argentina fue el gobierno de Fernando de la Rúa.
Asumió en 1999 la Presidencia como líder de una alianza radical demócrata-cristiana, y tras siete paros generales y hecatombe económica, tuvo que abandonar el poder abruptamente dos años después.
Ahora Macri echa por tierra los malos presagios: "Espero que tengamos una transición ordenada presidenta, que demostremos que maduramos", dijo en un mensaje a Cristina.
