María Noel Riccetto se retira a fines de 2019 con un espectáculo dirigido por Julio Bocca

Según pudo saber El Observador, además de la despedida en la compañía, que será con una de las últimas funciones de Manon –el espectáculo navideño del BNS– está previsto que Riccetto se retire a lo grande con una serie de festejos que incluirán una producción en el Antel Arena bajo la dirección de Julio Bocca, también en diciembre.

Riccetto, de 39 años, está actualmente lesionada y para preservarse optó –junto a los responsables de la compañía– por no participar de Carmina Burana, la obra que el BNS presenta por estos días en el Adela Reta. 

Riccetto permanecerá en el ballet durante el resto del año y cumplirá con los papeles previstos para los espectáculos de la temporada. El próximo será La sílfide, cuyo estreno está programado para el 16 de mayo. 

Riccetto ya venía coqueteando desde hace un tiempo con la idea de su retiro o cambio de rol cuando Julio Bocca se apartó del cargo de director de la compañía y tomó su lugar Igor Yebra. Incluso en su momento se consideró la idea de que ella asumiera la dirección.

Al respecto dijo lo siguiente en una entrevista publicada en marzo del año pasado en El Observador: "Con lo del Sodre, en cierta parte, cuando hubo tanto tire y afloje, llegó un momento en el que ya no aguanté más. Y dije: 'Muchas gracias, esto no es para mí'. Realmente, creo que fue la mejor decisión. Creo que no era el momento para que yo estuviera en ese lugar porque mi propuesta también era ambiciosa en el sentido de que quería seguir bailando también. Y hubiera sido superdifícil porque es un lugar complicado". 

Agregó: "En su momento me lo imaginé. Para preparar la propuesta no dormía. Me vinculé con mucha gente. Toqué muchas puertas. Llamé gente a Estados Unidos. ¡Ofrecí trabajo! Tenía gente apalabrada para que viniera a trabajar conmigo. No fue: 'Soy María Riccetto, voy y dirijo el Sodre'. Lo pensé, me asesoré. Para mí no era pensar: 'Puedo ponerme las puntas y puedo dirigir'. No, no era eso. Le dediqué mucho tiempo". 

De alguna manera, desde 2017 la bailarina viene trabajando el terreno para un eventual retiro. Su cambio a un perfil más empresarial en el último tiempo es un ejemplo: el año pasado abrió una escuela de danza en Carrasco. 

"(La escuela) Surgió porque sé que la carrera es corta, que no voy a bailar para siempre, y para tener algo mío; como una especie de red de salvación después del retiro. Son dos socios los que están arriba del proyecto, que decidieron armar un centro de arte con tres escuelas: comedia musical, música y ballet. Todos tenemos independencia y compartimos el espacio; nos regimos bajo las mismas reglas. Yo tengo total libertad de armar y coordinar la parte de ballet", explicó Riccetto en una entrevista publicada en junio de 2017.

También declaró que quiere formar un camino y  "tener un negocio que funcione bien", que le cierre económicamente "para seguir viviendo" y que le aporte satisfacciones. A su vez en el último tiempo lanzó una línea de ropa, representa a dos marcas internacionales en Uruguay y creó su propia fragancia en alianza con un laboratorio local.

En 2017, la primera bailarina uruguaya fue reconocida en Rusia con el premio Benois de la Danse, el más prestigioso dentro del mundo de la danza. "Ese va a ser mi legado. Así como salí yo, pueden salir otras chicas", afirmó a El Observador en su momento. "Es un sí, se puede", concluyó.

La vida y obra de la artista ya es bastante conocida. En más de un oportunidad declaró que, por su profesión, debió relegar muchas cosas de su vida personal, pero no lamenta esos sacrificios. "El amor y la pasión por lo que hago es muy fuerte", dijo a El Observador.

La última vez que se pronunció sobre el funcionamiento del Sodre, reconoció que se hicieron cambios muy positivos y habló sobre la importancia de que exista una escuela integrada que permita a los bailarines continuar con su formación educativa mientras hacen la carrera.