La historia de Martín Rodríguez, el golero que llegó a Nacional a pura perseverancia

Llega en silencio. Como lo hizo Sergio Rochet el año pasado. Como suplente. Porque el titular será convocado a la selección uruguaya y porque el suplente, de 19 años, contrajo covid-19 y alternó en sus presentaciones muy buenas actuaciones (como en la final del Intermedio ante Wanderers) con otras flojas (como en la Copa Libertadores contra Argentinos Juniors y Atlético Nacional). La idea del club es cederlo a préstamo cuando termine el Apertura para que sume minutos. 

Rodríguez sabe cómo es el negocio del arquero. Trabajar, ser paciente y tener perseverancia. Y cuando la oportunidad se presente: aprovecharla. 

"Hay que tener paciencia, ser fuerte de cabeza. El puesto es así. Para que salga el que está jugando hay que esperar. Uno nunca quiere pensar mal por un compañero, pero tiene que pasarle algo o algún rendimiento deportivo bajo para que salga. Y cuando estás del otro lado hay que tratar de aprovechar al máximo. Así es el puesto", le dijo a Referí el 4 de julio de 2017 cuando Jorge Giordano lo llevó de retorno a Wanderers. 

Nacional, además, puede tener un gusto especial para Rodríguez. Cuando salió del baby fútbol (empezó como lateral izquierdo y terminó de golero en Exploradores y La Rinconada), se fue a probar a la Preséptima de Nacional pero al final del movimiento le dijeron que no volviera. Quiso el destino que el mismo día lo llamaran de Wanderers para otra prueba, de la mano del captador bohemio Eduardo Millán. 

Con 15 años debutó en la Tercera contra Tacuarembó. Pero dar el salto a Primera fue una prueba de resistencia. Tuvo siempre adelante a un golero consolidado: Sergio Martínez, Diego Pérez, Fernando Muslera y Federico Cristóforo. 

En 2009 atajó en el Sudamericano 2009 de Venezuela y en el Mundial de Egipto con Diego Aguirre como entrenador. En 2011 conquistó la medalla de bronce de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011. 

Sin embargo, nunca se llegó a consolidar en la Primera del bohemio y cuando menos se lo pensaba lo dejaron libre, a mediados de 2014 y a pesar que en la temporada 2011-2012 tuvo 27 presencias en el arco. 

Se fue a Juventud (2014-2015) donde encontró un modelo a seguir Fabián Carini. Pero nuevamente tuvo que esperar. Solo pudo disputar siete partidos. 

En 2016 disputó la misma cantidad de encuentros en Deportivo Pereira de Colombia, su primera experiencia en el extranjero. 

Luego Giordano, quien lo había tenido en Juventud, lo llevó a Wanderers. donde a los 27 años le llegó la etapa de la consolidación: 39 partidos en 2017 y 20 en el primer semestre de 2018, cuando pasó a Racing. 

En el elenco de Sayago estuvo un año calendario con 25 presencias para luego emigrar a Brasil. 

Llegó a Vitória para jugar la Serie B y en 2019 completó 28 partidos. Pero en 2020 llegó la pandemia, la suspensión del fútbol y la alteración de los calendarios. Se fue a Operario y luego a Santa Cruz. Pero la realidad indica que en los dos últimos años solo jugó 12 partidos. 

Detrás de los números está la experiencia, el valor de la paciencia para saber esperar su oportunidad. Pero también sus cualidades para el arco, las que dejó patentes en su último pasaje por Wanderers y después en Racing. Además, la grifa de haber sido un golero del proceso de selecciones. Con 31 años, Rodríguez tiene claro que cuando le toque entrar la oportunidad esta vez será grande.