Más de 6 millones de inmigrantes y asilados llegaron a los países de la OCDE en 2022

"La inmigración en los países de la OCDE alcanzó niveles sin precedentes en 2022 con 6,1 millones de nuevos inmigrantes permanentes, lo que representa un aumento del 26% respecto a 2021”, señala el informe publicado hoy por la OCDE, donde se destaca que a la cifra récord hay que añadirle cerca de 4,7 millones de ucranianos desplazados contabilizados hasta junio pasado en los países integrantes del foro.

También se dispararon las solicitudes de asilo. Según el documento, en 2022 se presentaron dos millones de nuevas solicitudes, "la cifra más alta jamás registrada", casi el doble que el año anterior y mucho más que en 2015-2016, cuando el conflicto en Siria generó una oleada de exiliados a Europa.

En el conjunto de la OCDE, los principales países de origen fueron Venezuela, con 221.000 solicitantes de asilo; Cuba con 180.000; Afganistán con 170.000; y Nicaragua con 165.000. En ese contexto, Estados Unidos recibió 730.000 solicitudes, frente a las 190.000 del año anterior, el 40% procedentes de Cuba y Venezuela, pero también en gran medida de Honduras, Haití, Guatemala, Nicaragua y Colombia.

Costa Rica y México completaron el top cinco de receptores de solicitudes de asilo de la OCDE, por detrás de Alemania y Francia, con 130.000 y 120.000 peticiones respectivamente, manteniendo así la tendencia al alza de la demanda de protección internacional de los últimos años en América Central y Sudamérica.

Según el informe, en Costa Rica, el 92% de los demandantes de asilo durante el año pasado procedían de Nicaragua, y en México se produjo un notable aumento de los pedidos de cubanos, venezolanos y nicaragüenses.

"Escasez de mano de obra"

De los 6,1 millones de nuevos inmigrantes permanentes, Estados Unidos acogió en 2022 a 1,05 millones. En ese mismo período, más de uno de cada tres países registraron flujos "no vistos en al menos 15 años"; entre ellos España (471.000), Francia (301.000) y Bélgica (122.000); mientras que otros como Reino Unido (521.000) y Canadá (473.000) batieron todos los récords, según los datos recopilados en el documento.

“Pese a estas cifras sin precedentes, la mayoría de la inmigración está regulada, controlada, empezando por la de los trabajadores”, indicó Jean-Christophe Dumont, director de la división migraciones de la OCDE.

El número de admisiones de estudiantes internacionales también alcanzó un nivel récord, acercándose a los dos millones, casi el doble que el año anterior.

“Esta dinámica global está vinculada al hecho de que muchos países de la OCDE sufren escasez de mano de obra", explicó la organización en su informe. Además, especificó que estos flujos van acompañados "de una mejora de las condiciones de inserción en el mercado laboral".

Por ejemplo, la tasa de empleo de los inmigrantes "alcanzó el nivel más alto jamás observado en todos los países de la OCDE". El documento agrega que la "inmigración regulada de trabajadores extranjeros" supone el 21% del total de los flujos, y representa actualmente la misma proporción que los inmigrantes por cuestiones humanitarias.

El porcentaje resulta tanto más preponderante teniendo en cuenta que el aumento de la inmigración familiar, que sigue siendo la principal categoría con el 40% de entradas, se debe principalmente a las familias que acompañan a los trabajadores inmigrados, observó la OCDE.

El año pasado, según los datos de la organización, casi el 80% de los inmigrantes permanentes estaban "activos" en el mercado local y menos del 8% desocupados, porcentajes que no incluyen a los trabajadores temporales.

En cuanto a las perspectivas, la OCDE advirtió que el flujo de migrantes sigue en aumento y que los datos preliminares para 2023 ya apuntan a "un nuevo aumento" en todos los indicadores.

(Con información de AFP)