El sistema institucional italiano es complejo y de fuerte tinte parlamentario: el Primer Ministro, en este caso Mario Draghi, surge de los consensos parlamentarios y es, en los hechos, quien tiene el timón del gobierno. Sin embargo, no puede dimitir sin el consenso del presidente, que desde 2015 y reelecto en 2022 es Sergio Mattarella.
Cuando la semana pasada Draghi quiso dimitir, Mattarella le dijo no. Este domingo, según consigna la agencia EFE decenas de alcaldes italianos de diversos partidos políticos pidieron a Draghi que no dimitiera y que resolviera la crisis de su coalición de gobierno en favor de la estabilidad nacional en momentos de "emergencia social".
Cincuenta y cinco alcaldes de Sicilia animaron a Draghi a seguir adelante por la "estabilidad, la certidumbre y la coherencia" y para "continuar transformando" el país. Los regidores sicilianos se sumaron a la carta lanzada ayer con el mismo motivo por once alcaldes de grandes ciudades del país, tanto de la izquierda como de la derecha.
Luego se extendió el reclamo por todo el país y las firmas de alcaldes italianos sumaron más de mil. Entre ellos están los responsables de las grandes ciudades, el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri; el de Milán, Beppe Sala; el de Venecia, Luigi Brugnaro; el de Génova, Marco Bucci; el de Bari, Antonio Decaro, presidente de la Asociación Nacional de Municipios; el de Ravena, Michele Pascale. A ellos se sumaron el alcalde de Florencia, Dario Nardella; el de Bérgamo, Giorgio Gori; el de Turín, Stefano Lo Russo; el de Asti, Maurizio Rasero y el de Pésaro, Matteo Ricci.
Los alcaldes pertenecen a los partidos que siguen apoyando al primer ministro, el Partido Demócrata, la conservadora Forza Italia y la ultraderechista Liga, pero ninguno es del Movimiento 5 Estrellas (M5S) o de los ultras Hermanos de Italia, estos últimos solos en la oposición.
Draghi presentó su dimisión el jueves después de que el M5S, miembro de su coalición, se desmarcara y no votara una moción de confianza en el Senado, aunque el presidente de la República, Sergio Mattarella, la rechazó y lo emplazó a comparecer el miércoles ante el Parlamento.
Desde entonces, la política nacional se ha dividido entre quienes piden al primer ministro que continúe al frente de la misma mayoría y quienes piden excluir al M5S, mientras los ultras del partido de Giorgia Meloni, Hermanos de Italia, exigen elecciones adelantadas, animados por las encuestas, que sitúan a ese espacio de derecha dura como primera fuerza del país.
El líder del M5S, Giuseppe Conte, por su parte, tras reunirse durante todo el sábado con su dirigencia, dejó abierta la posibilidad de seguir en la coalición gubernamental, pero amenazó con abandonarla definitivamente si no se escuchaban sus exigencias.
La discordia llegó por un decreto de Draghi con ayudas sociales contra la inflación que el M5S ve como insuficiente y en el que no se incluyeron algunas de sus peticiones, como el "no" a la construcción de una incineradora de basuras en Roma. Cabe consignar que el M5S tiene un fuerte sesgo ecologista.
La crisis de Gobierno corre el riesgo de bloquear la última etapa de la legislatura, que termina la próxima primavera, y la preocupación es que se produce en plena oleada inflacionaria y mientras se trata de gestionar la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá