Moeses, el niño que escapó de su país y que ahora es estrella de Nigeria

La húmeda ciudad de Kaduna vio nacer a Víctor Moses. El veloz volante ofensivo que juega para la selección nigeriana en el Mundial de Rusia 2018 creció en el seno de una familia acaudalada. Un deportista que tenía todo para llegar sin sobresaltos pero que tuvo que marchar varias veces para ganar estabilidad. Una persona que tuvo que huir para poder crecer.

Su padre era ministro cristiano, lo que le garantizó a su familia una seguridad económica y un futuro próspero. Por lo menos hasta el año 2002 en donde Nigeria decretó la ley islámica, en una sociedad que en un 48,2% pensaba como el clan del actual jugador de Chelsea. La decisión provocó un clima muy intenso que derivó en grandes inconvenientes religiosos y sociales. Y además, en el quiebre más importante de la vida del futbolista.

En un día como cualquiera, Víctor jugaba al fútbol con sus amigos de colegio y esperaba la llamada de su padre para que regresara a su casa para realizar los deberes. Pero el teléfono nunca sonó. La rutina se paralizó. Al chico de 11 años, en el momento, no le llamó la atención ya que se seguía divirtiendo con sus compañeros. Pero cuando su tío apareció en el lugar, todo se oscureció. Las noticias eran devastadoras, pues un grupo de musulmanes había ingresado a su domicilio y asesinado a sus padres. Él tenía que huir. No podía quedarse ni un minuto en el país africano y para eso sus allegados y familiares, primero lo escondieron durante algunos días y luego lo ayudaron a escapar

"Tuve que huir lo más rápido que pude por mi seguridad. Ese viaje desde Nigeria fue muy largo. Lo único que quería era irme a un sitio donde poder jugar a fútbol por lo que hoy solo puedo dar gracias a dios. El sueño es una realidad", contó emocionado Moses, quien trata de evitar el tema de su infancia.

Victor Moses Nigeria

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AFP

Inglaterra fue el destino de aquel niño que tuvo el recibimiento de una familia del Sur de Londres, en Croydon, que lo acogió y le dio todo lo que precisaba para salir adelante. En tres días le cambió la vida. Todo era muy vertiginoso.

Luego de instalarse en el municipio inglés comenzó a jugar al futbol amateur en la Liga Tandridge en el Cosmos 90 FC, donde velozmente pudo sobresalir y convertirse en profesional.

"Era como Gareth Bale cuando juega con Gales. Sin Bale, Gales es un equipo ordinario, normal, y sin Moses el Cosmos 90 FC era peor de lo normal", comentó el entrenador del nigeriano en el equipo europeo, Tony Loizi, a la web Goal.

Los clubes comenzaron a interesarse en el jugador y Crystal Palace fue el que ganó la primera pulseada cuando logró hacerlo firmar a sus 14 años, más allá del interés de Chelsea y Tottenham. El club lo envió a la escuela privada Whitgift, donde Víctor logró cinco anotaciones en la victoria final de la FA Youth Cup sobre el colegio Grimsby.

Victor Moses Chelsea

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Años más tarde el Wigan fue el equipo que arropó al nigeriano y su entonces entrenador Roberto Martínez, actual DT de la selección de Bélgica, logró sacar grandes resultados de él, lo que le brindó la posibilidad de llegar a Chelsea por 12 millones de euros.

La imposibilidad de jugar, por estar detrás de enormes jugadores de clase mundial, le abrieron las puertas a Moses para salir e préstamo en más de una oportunidad, antes de quedarse a pelear un lugar desde el banco de suplentes.

Sus pasajes por Liverpool, Stoke City y West Ham, sorprendieron siempre a varios de sus compañeros, que veían en él un talento interesante como para ganarse un lugar en su club

El volante también nigeriano, Obi Mikel, en aquel entonces en Chelsea, confesó que siempre le decía a su coterráneo: "¿A dónde vas? Quiero decir que siempre te vas cedido pero, ¿por qué? Quédate aquí y pelea, eres un buen jugador, un joven, rápido, fuerte... ¿Por qué siempre huyes de este club?".

La respuesta estaba en su incomodidad. La ansiedad le ganó al verse en más de alguna oportunidad en el banco sin poder jugar. Al sentirse infeliz, sin escape, huyó.

Pero su actualidad en Inglaterra parece no buscar más salidas. Llegó a tomar contacto con un estado formidable tras la llegada del entrenador italiano Antonio Conte al club londinense. Pudo completar 76 partidos en las últimas dos temporadas y convertir seis goles, para su equipo.

Hoy disfruta de la posibilidad de jugar su segundo Mundial con Nigeria, país que eligió por encima de Inglaterra para defender en el profesionalismo del fútbol, para darse una revancha, un merecido reencuentro.