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Murió la hija mayor de María Eugenia, una de las Trillizas de Oro
Luego de dos años de luchar contra el cáncer, Eugenia Laprida de Bustos, hija de María Eugenia –una de las Trillizas de Oro– murió este lunes en el hospital Alemán.
Eugenia Laprida, a quién llamaban Geñi, tenía 34 años y estaba casada con el arquitecto César Bustos, según informó La Nación. Tenían dos hijos, Cala de 5 y César de 11.
En 2015 le habían detectado un cáncer de mama; fue operada y se trató con quimioterapia, pero en marzo le descubrieron metástasis, tres tumores en la cabeza.
Laprida vivió varios años en Dubái, hasta que en 2012 decidió volver para tener más contacto con su familia. "El apoyo incondicional de mamá es fundamental y de gran ayuda para mí", dijo en una entrevista para la revista ¡HOLA! que dio al regresar a Argentina.
"Una de las razones por las que nos volvimos de Dubái fue porque no queríamos que nuestros hijos se perdieran ese vínculo tan especial que te marca para siempre. Nadie te va a malcriar como un abuelo. Quiero que César y Cala sientan lo que yo sentí de chica. La familia es todo", agregó.
En esa oportunidad también fue entrevistada su madre, que dijo que estaba agradecida por ver a sus nietos con más frecuencia. Asimismo, sostuvo que su hija mayor se parecía a ella. "Creo que se parece a mí. La gran diferencia es que hoy en día las madres jóvenes les hablan mucho a los chicos. Me acuerdo de que en nuestra época no se discutían las cosas: el no era no. En cambio, ahora veo que Geni le explica mucho a César, se toma el tiempo para escucharlo. Tiene mucha paciencia".
Su familia casi no hizo declaraciones. Mientras tanto, el programa de las Trillizas de Oro, que se emite por el canal KZO de Cablevisión, no saldrá al aire por varios días. Volvieron a la televisión luego de 13 años, con el ciclo Mañanas nuestras.
Su hermana, la actriz Laura Laprida, escribió en una historia de Instagram: "Muchas gracias a todos por los mensajes, se siente el amor y la buena vibra. Gracias por acompañarme en este momento tan triste". Lo acompañó de una frase en inglés: "Llorar es una manera en la que tus ojos hablan cuando tu boca no puede explicar cuán roto está tu corazón".
