¿Fue superior a su rival? Sí, por momentos. Hay que dejar claro también que enfrentó al peor Deportivo Maldonado que se haya visto últimamente.
El hecho de ser más que un equipo que casi ni atacó, no implica nada. Nacional fue Alfonso Trezza y 10 más. Solo con la voluntad de su extremo, con su ímpetu, se pudo ver algo diferente. Nada más.
Fueron 90 minutos largos, muy largos, que se transformaron en un interminable show de bostezos.
Nacional tuvo dos chances de gol claras en la primera parte, pero careció de potencia ofensiva. A eso hay que sumarle que el técnico Ricardo Zielinski apostó por un doble 9 con el Colo Ramírez y Emmanuel Gigliotti, y el primero se sumó, ya a los 10 minutos (pese que salió a los 18) a una larga lista de lesiones. Al argentino no le llegó una pelota bien jugada en todo el partido.
El doble 5 con Marcos Montiel y el juvenil Santiago Cartagena, se mostró impreciso, más allá de que éste, de apenas 20 años, mientras tuvo pilas, fue de los que más quiso y aportó.
Los laterales no tuvieron vida ofensiva y solo una vez, Camilo Cándido salió de contra. La lentitud fue el gran pecado de Nacional.
El único que generaba tensión ofensiva en el equipo de Zielinski, era Alfonso Trezza. Pero estaba muy solo, y solo no pudo.
Con la lesión de Ramírez, el técnico colocó a Franco Fagúndez, quien durante la semana se perdió una práctica por fiebre y llegó con lo justo al partido. ¿Era la mejor opción? Tenía un banco con varios futbolistas de ofensiva como Federico Martínez, Manuel Monzeglio, Diego Zabala, y el juvenil Chagas, pero prefirió a Fagúndez que hace tiempo que no es Fagúndez, y además, no llegaba 100$%.
Nacional tuvo una tendencia bastante obsesiva con la improvisación y eso, no solo en el fútbol, en la mayoría de los deportes, por no decir en todos, es un pecado mortal.
Además, fue un equipo anunciado e impreciso, sin ideas ni sorpresa.
¿Qué pasa con Gastón Pereiro? Limita al equipo. No anduvo como doble 5, ahora tirado a la izquierda, donde más cómodo dice que se siente, tampoco rindió, y lo sacó a los 61 minutos. Es hora que demuestre para qué lo fue a buscar Nacional.
Deportivo jugó peor aún, pero hizo negocio con el punto obtenido. Nada de Marcos Camarda, ni de Tomás Fernández, y poco para lo que puede de Maximiliano Cantera.
Existe, además, una clara crisis de confianza en varios de los futbolistas de Nacional. No se aprecia que puedan dar un salto de calidad, como sucedió el año pasado, por ejemplo.
Como se puede apreciar, son varios los puntos negativos que tiene este conjunto. Pese a ello, no está tan abajo en la tabla para lo que podría estar, al menos, por lo que ha mostrado en estos siete encuentros.
El período de adaptación del técnico ya pasó y el equipo sigue sin funcionar.
Cuesta saber definir no solo al equipo, sino cuáles son sus figuras. ¿Quién saca la cara por el plantel en la cancha? ¿Existe un líder futbolístico? ¿Por qué no se trasunta el trabajo semanal en los partidos? ¿Por qué un grande como Nacional, ante un rival que no mostró absolutamente nada, llegó en cuentagotas al arco de enfrente y tuvo tres situaciones de gol?
Hasta ahora, no ha sabido ganar dos partidos seguidos y esta vez, dejó pasar una gran oportunidad de sumar de a tres -otra vez-, porque el rival le regaló la pelota y la cancha durante el 85% del encuentro. Ni siquiera supo meterle presión a su archirrival, más allá de que tampoco juega un fútbol químicamente puro.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá