Fútbol > TORNEO APERTURA
Nacional llegó a la cima del campeonato con lo justo
Los tricolores triunfaron con goles de Sebastián Fernández y Bergessio y superaron a Peñarol en la tabla
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28 de marzo de 2018 a las 20:50
Nacional tenía que ganar y ganó. Después del empate de Peñarol contra Danubio el martes, la obligación del equipo de Alexander Medina era vencer a Wanderers en el Parque Viera para subirse a la cima de la tabla del Apertura de manera exclusiva. Y lo hizo, ganó 2-0 con goles de Sebastián Fernández y Gonzalo Bergessio.
Era la oportunidad perfecta para superar a su rival de siempre, cuando el campeonato entró en la recta final y dentro de cuatro fechas se juega el clásico. De cualquier manera, sin desplegar un fútbol apabullante pero pegando en momentos determinantes, Nacional no sintió la presión de tener que ganar y logró el resultado.
Otra vez Medina metió cambios en la alineación que el fin de semana venció al otro cuadro del Prado. Entraron Esteban Conde, Jorge Fucile, Rodrigo Erramuspe y Santiago Romero por Luis Mejía, Gino Peruzzi (lesionado), Guzmán Corujo y Christian Oliva. De la mitad hacia adelante se repitieron los mismos nombres.
Lo que no se repitió fue el rendimiento individual. Aguiar, de gran partido el otro día, apareció impreciso, rodeado, sin socios para entregarle la pelota. Viudez y De Pena prácticamente no llegaron al fondo con claridad. Fernández luchó bastante y Bergessio también fue al choque.
En esto fue clave el rol de Wanderers. El equipo de Espinel se dedicó a rodear a los jugadores de Nacional, a no dejarlos desarrollar sus virtudes y apostó al pelotazo para el enorme Bellini. Formó dos líneas de cuatro bastante juntas, que hasta el minuto 19 le dio un buen resultado.
Pero después del primer gol tricolor que nació en una jugada de pelota quieta (falta de Villoldo contra Viudez casi en el banderín del córner) el partido se abrió y ya no fue tan trancado, tan sin sustancia cerca de las áreas.
Viudez ejecutó muy bien el tiro libre y Sebastián Fernández se adelantó a todos para clavar el cabezazo bien arriba, contra el travesaño, y poner el 1-0. Hasta ese momento solo se había generado un remate desviado de Bergessio en dudosa posición.
Wanderers, que salió con un libreto, no tuvo un plan B para cambiarlo después de ir en desventaja. Fue un equipo sin conexiones, con poco de Juninho y Rivero por los extremos, la lucha de Blanco y la bondad de Bellini para pelear todas las pelotas, pero también su escasez de recursos cuando le llegó.
Para colmo de males del local, antes de que se terminara el primer tiempo Aguiar logró conectarse por única vez con Bergessio y el argentino marcó el segundo gol con un toque suave, casi de campito, para poner el 2-0.
Si el primer tiempo tuvo poco juego, el segundo tiempo menos. Espinel agregó delanteros para descontar rápidamente y Nacional jugó con el resultado a favor. Esperó, hizo tiempo, siguió sin encontrar que sus delanteros desequilibraran, pero tampoco se preocupó mucho.
Espinel mandó a la cancha a Araújo, Pastorini y De Olivera, todos de mitad de cancha hacia arriba. Y en el tramo final, Macaluso terminó jugando de centrodelantero y fue el que tuvo la oportunidad más clara con un cabezazo que desvió Conde.
Después todos los ataques terminaron en la tribuna o en los pies de los defensores tricolores. Medina intentó manejar más la pelota con la entrada de Sebastián Rodríguez por Aguiar y darle punch al ataque con Gonzalo Bueno en lugar de Viudez. Formó un 4-4-2 y la chance más importante fue un tiro de Bueno que rebotó en un zaguero y casi se le mete por arriba al golero.
El segundo tiempo transcurrió entre la impericia de Wanderers y la conformidad de Nacional, que en el primero se aseguró la victoria y la punta del torneo.
Era la oportunidad perfecta para superar a su rival de siempre, cuando el campeonato entró en la recta final y dentro de cuatro fechas se juega el clásico. De cualquier manera, sin desplegar un fútbol apabullante pero pegando en momentos determinantes, Nacional no sintió la presión de tener que ganar y logró el resultado.
Otra vez Medina metió cambios en la alineación que el fin de semana venció al otro cuadro del Prado. Entraron Esteban Conde, Jorge Fucile, Rodrigo Erramuspe y Santiago Romero por Luis Mejía, Gino Peruzzi (lesionado), Guzmán Corujo y Christian Oliva. De la mitad hacia adelante se repitieron los mismos nombres.
Lo que no se repitió fue el rendimiento individual. Aguiar, de gran partido el otro día, apareció impreciso, rodeado, sin socios para entregarle la pelota. Viudez y De Pena prácticamente no llegaron al fondo con claridad. Fernández luchó bastante y Bergessio también fue al choque.
En esto fue clave el rol de Wanderers. El equipo de Espinel se dedicó a rodear a los jugadores de Nacional, a no dejarlos desarrollar sus virtudes y apostó al pelotazo para el enorme Bellini. Formó dos líneas de cuatro bastante juntas, que hasta el minuto 19 le dio un buen resultado.
Pero después del primer gol tricolor que nació en una jugada de pelota quieta (falta de Villoldo contra Viudez casi en el banderín del córner) el partido se abrió y ya no fue tan trancado, tan sin sustancia cerca de las áreas.
Viudez ejecutó muy bien el tiro libre y Sebastián Fernández se adelantó a todos para clavar el cabezazo bien arriba, contra el travesaño, y poner el 1-0. Hasta ese momento solo se había generado un remate desviado de Bergessio en dudosa posición.
Wanderers, que salió con un libreto, no tuvo un plan B para cambiarlo después de ir en desventaja. Fue un equipo sin conexiones, con poco de Juninho y Rivero por los extremos, la lucha de Blanco y la bondad de Bellini para pelear todas las pelotas, pero también su escasez de recursos cuando le llegó.
Para colmo de males del local, antes de que se terminara el primer tiempo Aguiar logró conectarse por única vez con Bergessio y el argentino marcó el segundo gol con un toque suave, casi de campito, para poner el 2-0.
Si el primer tiempo tuvo poco juego, el segundo tiempo menos. Espinel agregó delanteros para descontar rápidamente y Nacional jugó con el resultado a favor. Esperó, hizo tiempo, siguió sin encontrar que sus delanteros desequilibraran, pero tampoco se preocupó mucho.
Espinel mandó a la cancha a Araújo, Pastorini y De Olivera, todos de mitad de cancha hacia arriba. Y en el tramo final, Macaluso terminó jugando de centrodelantero y fue el que tuvo la oportunidad más clara con un cabezazo que desvió Conde.
Después todos los ataques terminaron en la tribuna o en los pies de los defensores tricolores. Medina intentó manejar más la pelota con la entrada de Sebastián Rodríguez por Aguiar y darle punch al ataque con Gonzalo Bueno en lugar de Viudez. Formó un 4-4-2 y la chance más importante fue un tiro de Bueno que rebotó en un zaguero y casi se le mete por arriba al golero.
El segundo tiempo transcurrió entre la impericia de Wanderers y la conformidad de Nacional, que en el primero se aseguró la victoria y la punta del torneo.
