Camilo dos Santos

Nacional se toma su tiempo y analiza opciones antes de adoptar una decisión "fuerte"

La próxima semana los directivos tricolores decidirán si envían a futbolistas y funcionarios al seguro de paro total en vez del parcial

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26 de abril de 2020 a las 05:03

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Nacional decidirá la semana próxima si continúa abonando el régimen de seguro de paro parcial para sus futbolistas y funcionarios, o se acoge al seguro de paro total, informó a Referí el dirigente Gustavo Amoza.

“Estamos revisando números. Hoy tenemos una reunión, pero no vamos a decidirlo. La ley da 10 días de mayo para hacerlo, así que tenemos dos semanas para resolverlo. Es una opción fuerte”, expresó el tesorero del club.

Se trata de una resolución que desde lo humano "es muy difícil", explicaron desde el club, para los dirigentes en medio de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de coronavirus, porque tienen que lidiar con la baja de ingresos por la paralización de la actividad futbolística, la proyección del club para todo el año y la merma en los salarios que significaría para los empleados ir al seguro de paro total.

Desde el club informaron a Referí que una de las últimas resoluciones que quieren adoptar los dirigentes es enviar a todos al seguro de paro total, a pesar de que económicamente aliviarían la presión que están sosteniendo en estos momentos porque se ahorrarían una cifra cercana a los US$ 800 mil.

El presupuesto actual de Nacional es de US$ 1.100.000, de los cuales US$ 490.000 (al cambio de dólar actual) corresponden al plantel principal.

La intención de los presididos por José Decurnex es cuidar a sus funcionarios en tiempos delicados por el encierro al que están sometidos, y de incertidumbre por desconocer el fondo de esta crisis. Por esa razón, en abril utilizaron la herramienta del seguro parcial que excepcionalmente aprobó el gobierno y en la mesa de directiva de los tricolores tienen la opción de extender un mes más el seguro de paro parcial. En ese esquema,los futbolistas y funcionarios de Nacional continúan trabajando medio horario, y el club les paga el 50% de sus salarios, mientras que el BPS se hace cargo del 25%.

Los tricolores tomaron la decisión de enviar a su plantilla al subsidio especial una semana antes que la AUF remitiera a sus funcionarios al seguro de paro total tras la paralización del fútbol en Uruguay. El mismo camino que tomó la Asociación, también recorrió Peñarol, lo que generó resquemores con los futbolistas aurinegros, con quienes aún están en negociaciones.

Con el seguro de paro total, futbolistas y funcionarios del club cobrarían un procentaje de su salario, que comenzaría en 66% el primer mes (con tope en $ 61.300), hasta 40% si se llegara al sexto mes, con tope en $ 33.400. Lógicamente la mayoría de los futbolistas excede largamente ese tope, lo que implicaría una pérdida salarial importante. Por ejemplo, en el caso de Peñarol, los futbolistas que cobran más pierden hasta el 90% de su salario, por eso están enfrascados en duras negociaciones con el club para lograr algunos complementos, que la ley no obliga.

El camino que recorrió Nacional en la crisis

Por sugerencia de la AUF, el primer paso que tomó la directiva de Decurnex fue adelantar la licencia al plantel de futbolistas y a los funcionarios, en marzo.

El último partido que jugó el equipo fue el 12 de marzo, que terminó con victoria 1-0 frente a Estudiantes de Mérida por la Copa Libertadores en el Gran Parque Central. Al día siguiente el gobierno suspendió los espectáculos públicos, entre ellos el fútbol, y ese mismo día la AUF exhortó a los clubes a suspender todos los entrenamientos. El lunes 16 de marzo, la AUF cerró sus oficinas y esa semana licenció a todos sus funcionarios.

En abril el club se acogió al seguro de paro especial creado por el gobierno para esta crisis sanitaria. ¿Qué implica esto? Continúan trabajando medio horario, Nacional abona el 50% del sueldo y el Estado se hace cargo del 25% de la otra mitad con un tope de $ 46.404.

El subsidio especial fue aprobado por el gobierno para el mes de abril, y lo extendió hasta mayo.

El escenario que se le plantea ahora a Nacional, igual que a todos los clubes de la AUF, es cómo continúa esta crisis. Sin fecha de regreso confirmada, aunque los neutrales trabajan sobre la posibilidad de volver con el Apertura no antes de agosto, y retomar los entrenamientos no antes de julio, el escenario es que los jugadores no tendrán actividad durante tres meses (abril, mayo y junio), y eso implica la decisión de mantenerlos en seguro de paro parcial o total.

Entre los asuntos que deben analizar los dirigentes es que no tienen confirmado cuáles serán los ingresos que van a tener de ahora en adelante, aunque exista compromisos de pagos asumidos con anterioridad a la pandemia.

Esta semana el club debería haber cobrado € 500 mil por el pase de Matías Viña, pero el dinero no llegó.

Decurnex está en contacto con directivos de Palmeiras, pero estos también esperan el pago del Barcelona español por el pase del volante Matheus Fernandes que se concretó en enero. Que se rompa la cadena de pagos es una de las consecuencias más graves para la economía de la pandemia del covid-19.

A principio de año Nacional cerró las transferencias de Viña a Palmeiras en € 5,5 millones por el 60% y los juveniles Martín Satriano al Inter de Milan en US$ 1,300.000 y de Renzo Orihuela al Grupo City a cambio de US$ 1,500.000 por el 80%, con lo que calculaba tener “un funcionamiento normal” durante esta temporada, equilibrar sus cuentas y comenzar a bajar el pasivo, que había trepado a los US$ 25.000.000. Pero Palmeiras se atrasó en el pago de Viña y por Satriano se espera dinero recién a fin de año.

Un plan para cuidar a los socios

La directiva nombró esta semana una comisión integrada por Amoza, José López Rubio y Antonio Palma, para buscar soluciones en el área social y encontrar incentivos para que no mermen los ingresos por cuotas de socios.

Los efectos de la crisis, según explicaron desde el club no impactarían en lo inmediato sino el año próximo, porque la mayoría asume compromisos anuales en el pago de las cuotas sociales.

Sin fútbol, sin la opción de ingresar gratis a los partidos o realizar acciones de marketing en los que los socios tienen accesos a lugares exclusivos (entrenamientos, partidos, concentración) con los jugaodres, el club ve limitado el servicio que le brinda a sus asociados, más allá del vínculo afectivo que es el que mueve al hincha a pagar una cuota mensual.

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