Un híbrido entre un limón y un quinoto –del que salió un limón de tamaño pequeño– y una naranja con pulpa y jugo rojos fueron algunos de los mejoramientos genéticos en cítricos que este año el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) mostró en la Expo Prado.
Fernando Rivas, investigador en mejoramiento genético y en evaluación de cultivares del instituto, explicó a El Observador que la investigación para llegar a una nueva variedad de fruta puede durar entre 12 y 15 años, y que el mejoramiento genético se hace buscando mejores sabores, mejoras para la salud, reducir desperdicios y también con fines comerciales (por ejemplo desarrollar una fruta que sea de fácil pelado y que por eso sea más elegida en el mercado).
Por ejemplo, el mini limón llamado Limequat, que se hizo en Estados Unidos, fue creado en busca de disminuir los desperdicios, explicó el investigador.
El quinoto le aporta a la fruta el tamaño, la tolerancia y la calidad de la piel, mientras que el limón le aporta el color, el gusto y la pulpa. Con este nuevo producto se busca bajar los niveles de desperdicio de limón, una fruta que no se consume en grandes cantidades y muchas veces cuando se corta para utilizar una parte, el resto se tira, detalló Rivas.
El Limequat “tiene el concepto de innovavción, de exotismo, y la parte nutricional antioxidante”, comentó y sostuvo que se llevó a la Rural del Prado para que la gente conociera qué tipo de productos se pueden desarrollar en Uruguay. Por el momento no hay cultivares en el país, indicó.
Por otro lado el instituto también presentó una naranja con pulpa y jugo rojo, que está en proceso de investigación en la sede de INIA en Salto.
En busca de crear una nueva variedad cítrica los investigadores del INIA mezclaron una naranja con pulpa roja originaria de Sicilia, Italia, con una mandarina Lendale.
En Italia esa naranja se creó “expontaneamente”, contó y una de sus características es que tiene antioxidantes y un compuesto llamadio antioxianina, que es hidrosoluble, es decir, queda en el jugo, es por eso que el jugo de esa naranja es de un color rojo fuerte, como la pulpa.
INIA tiene esa variedad de naranjas italianas en un banco de germoplasma. Para crear la nueva variedad cítrica los investigadores tomaron el polen de esa planta, lo cruzaron con la mandarina Lendale, y una vez que se dio la polinización se logró obtener la nueva fruta, que tiene como característica ser de fácil pelado, el gusto, por otro lado, es muy similar al de una naranja. “Es como una naranja con fondo de frutos rojos”, dijo el investigador.
Ahora este nuevo cítrico está en una fase intermedia de investigación y desde el INIA se trabaja para lograr que nazca sin semillas.
Ese trabajo el INIA lo hace en asociación con la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.
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