El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, brindó una conferencia de prensa por televisión este sábado, luego de que no se prolongara la tregua y arreciaran los combates, y afirmó que no permitirá que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, controle la Franja de Gaza una vez que las tropas israelíes “eliminen al grupo islamista Hamás”.
“No cometeré el error de permitir que la ANP gobierne en Gaza, va a ser lo mismo que Hamás”, dijo el mandatario y abogó por “una nueva visión, un cambio” en el enclave palestino, que involucre “seguridad y control israelí”.
Notablemente enojado, Netanyahu preguntó “¿vamos a reinstalar en Gaza a la misma entidad que no se reformó? ¿Eso es lo que nuestros mejores amigos nos están aconsejando?” Y, mirando fijamente a cámara, señaló “yo pienso distinto”.
Las preguntas hacían referencia a Estados Unidos –principal socio de Israel y defensor de la creación de un Estado palestino–, país que pidió por la unificación de Gaza y Cisjordania bajo el gobierno de la ANP una vez que concluya la guerra. Netanyahu rechaza de plano esa posibilidad, ya que, afirma, “la ANP y Hamás tienen en común la ideología que niega la existencia de Israel”.
Estados Unidos también se une a una cada vez más fuerte presión internacional por un cese el fuego en la guerra contra Hamás, que comenzó el 7 de octubre y que sigue causando muertes, heridos y desplazados en la Franja de Gaza.
“Estamos sintiendo la presión internacional, no lo niego, pero desde que empezó la guerra creamos un espacio internacional contra esta presión, hablo con docenas de líderes todos los días. No siempre estamos de acuerdo, pero al final del día es nuestra guerra, nosotros somos los que decidimos”, dijo Netanyahu.
El primer ministro también señaló que la guerra que libran sus tropas “es justificada” y no debe parar hasta lograr tres objetivos: “recuperar a todos los rehenes, destruir a Hamás y asegurar que el grupo islamista no será nuevamente una amenaza para Israel”. Y agregó: “No hay manera de lograr estos objetivos sin ganar y no hay manera de ganar sin una presencia militar terrestre”.
La guerra estalló el 7 de octubre tras un ataque de Hamás que incluyó el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel y la infiltración de unos 3.000 milicianos que masacraron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 240 en aldeas israelíes cercanas a la Franja, según las autoridades israelíes.
Desde entonces, las fuerzas de Israel mantuvieron una implacable ofensiva por aire, tierra y mar sobre el enclave palestino que dejó más de 15.700 muertos, unas 6.000 personas bajo los escombros y casi dos millones de desplazados que viven en medio de una grave crisis humanitaria, según Hamás.
El viernes, Israel y Hamás rompieron una tregua que duró siete días y que había sido negociada por Catar, Egipto y Estados Unidos. Esa tregua incluyó la liberación de 105 rehenes secuestrados por el grupo islamista a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
(Con información de agencias)