Nikki Haley anunció que enfrentará a Donald Trump en la interna republicana para la presidencia

Mediante un video difundido en las redes, Haley anunció su precandidatura a presidenta. “Usted debe saber esto de mí: no tolero a los matones. Y cuando se les devuelve la patada, les duele más si se usa tacos. Soy Nikky Haley y seré candidata a presidenta", afirmó Haley, de 51 años, quien hace dos años había afirmado que no desafiaría a su exjefe en la interna republicana.

Nacida con el nombre de Nimrata Nikki Randhawa, Haley es hija de inmigrantes originarios de la región india de Amritsar, se convirtió al cristianismo de adulta y concurre regularmente a los oficios de la Iglesia Metodista Unida. Consultada sobre su giro político, afirmó que se debe, entre otras cosas, a los problemas económicos del país y a la necesidad de un “cambio generacional”, en alusión a los 76 años que tiene Trump.

Su lanzamiento era esperado desde hace varias semanas. El miércoles pasado había prometido un "anuncio especial" para sus seguidores en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur, estado que gobernó entre 2011 y 2017. Durante la campaña presidencial de 2012, el republicano Mitt Romney la consideró como una posible compañera de fórmula. Sin embargo, Haley declaró en esa ocasión que rechazaría cualquier propuesta debido a su cargo de gobernadora.

En el marco del anuncio, Haley argumentó que los republicanos perdieron el voto popular en siete de las últimas diez elecciones. "Eso tiene que cambiar", afirmó. En un mensaje claramente dirigido a las bases del partido, aseguró estar a favor de la "responsabilidad fiscal", prometió “reforzar la seguridad en las fronteras” y criticó al Partido Demócrata, al que definió como una "izquierda socialista" que quiere "reescribir la historia".

Como hija de inmigrantes indios, reivindica sus orígenes y dijo que su labor en política exterior le permitió "poner las cosas en perspectiva" sobre los riesgos y desafíos reales en los Estados Unidos. En el video también recordó el tiroteo de junio de 2015 en una iglesia de Charleston, que se saldó con la muerte de nueve personas, todas negras.

Con el apoyo del Tea Party, el movimiento ultraconservador que empujó a una fracción del Partido Republicano más a la derecha, y de la entonces gobernadora de Alaska Sarah Palin, Haley logró la candidatura de su partido a la gobernación en las elecciones de 2010 para reemplazar a Mark Sanford, quien dejó el cargo luego de un escándalo en el que admitió, entre otras cosas, relaciones extramaritales con una mujer argentina.

Ya al frente del Ejecutivo de Carolina del Sur, promulgó una ley para combatir la inmigración ilegal que, entre otras cosas, implantó el requerimiento de que los negocios de Carolina del Sur verificaran el estatus migratorio de sus empleados y que permitieran al Estado compartir con las agencias de inmigración el estatus migratorio de las personas encarceladas en la jurisdicción, norma que fue bloqueada en parte por la justicia local.

Considerada desde hace unos años como parte del futuro de los republicanos, fue designada para hacer pública la posición de su partido frente al discurso sobre el Estado de la Unión de Barak Obama en 2016, ocasión que aprovechó para criticar la campaña de Trump por la candidatura republicana advirtiendo que se “deberían evitar las voces enfadadas”, elecciones primarias en la que apoyó al actual senador por el estado de Florida Marco Rubio.

Sin embargo, cuando Trump ganó la candidatura, se unió a su equipo de campaña y luego de su victoria fue designada embajadora ante la ONU, función que mantuvo por dos años. Su desempeño le valió el halago de Trump, con quien terminó en buenos términos, al punto tal que en 2020 evitó criticarlo por sus denuncias de fraude, aunque sí lo condenó por su accionar luego del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Hasta el momento, Haley es la única dirigente republicana que dio un paso al frente. Sin embargo, según los analistas, tiene por delante una tarea difícil. Carolina del Sur, donde Trump ganó las primarias de 2016, es el tercer Estado en el calendario de la interna partidaria y muy probablemente deba enfrentar a Scott, senador republicano por el mismo Estado, lo que podría dividir las lealtades de los votantes. Scott, además, llegó por primera vez al senado en 2013 designado por Haley, escaño que revalidó en una elección especial en 2014.

(Con información de AFP)