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Nueva jornada de protestas en Francia contra la reforma jubilatoria
Francia vivió este jueves su quinta jornada de protestas contra la reforma de las pensiones a llamado de los sindicatos, con una movilización con menos asistencia a la espera de la huelga del 7 de marzo que busca "paralizar" el país.
El número de manifestantes en París fue inferior a los de la marcha del sábado. La CGT estimó en 300.000 los participantes de las marchas de este jueves, mientras la policía lo cifró en tan solo 37.000. El sábado pasado, para la CGT hubo 500.000 personas protestando y las estimaciones policiales dijeron 93.000, según consigna un despacho de AFP.
El diario Le Monde cita distintas fuentes que, en todo el país, elevan los manifestantes hasta 1,3 millones, mientras que el número más bajo que cita es de 440.000. De todos modos, para Le Monde se trata del pronunciamiento en las calles más bajos desde la marcha masiva del 19 de enero.
"La jornada es ya un éxito (...) El descontento, la determinación y la pugnacidad están intactas", dijo Laurent Berger, de la Central Francesa Democrática del Trabajo CFDT), quien manifestó junto al resto de líderes sindicales en Albi, una localidad del sur de Francia.
La nueva movilización tiene lugar en plenas vacaciones escolares de invierno en gran parte de Francia y busca aumentar la presión sobre los diputados, que el viernes deben pronunciarse sobre la reforma.
"Los representantes electos no pueden permanecer indiferentes cuando hay tanta gente en la calle", declaró el líder de la Central General de Trabajadores (CGT), Philippe Martinez. Su objetivo es que el gobierno retire su propuesta de elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42 como ahora, para poder cobrar una pensión completa.
Dos de cada tres franceses, según los sondeos, se opone a la reforma propuesta por Emmanuel Macron.
El 31 de enero se registró la mayor manifestación contra una reforma social en tres décadas cuando los manifestantes fueron entre 1,27 y 2,8 millones de personas, según las distintas estimaciones. Las más abultadas, sindicales, mientras que la policía cifró en menos de la mitad que la CGT.
Pero Macron está decidido a continuar y afirma que esta reforma evitaría un futuro déficit en la caja de las pensiones y acercaría la edad de jubilación a la de sus vecinos europeos. Este jueves, la huelga afecta en menor medida al servicio de trenes y al transporte público de París, que funcionan casi con normalidad. Pero el aeropuerto parisino de Orly anuló un 30% de sus vuelos.
El paro en la empresa EDF provocó una caída de la producción de electricidad de más de 3.000 MW, equivalente a tres reactores nucleares, aunque no hubo cortes de suministro. Las miradas están puestas en la Asamblea, equivalente a la cámara baja.
Los sindicatos enviaron una carta a los diputados, salvo a los ultraderechistas, para pedirles que rechacen el aumento de la edad de jubilación. El viernes es el plazo límite para tratarlo en la Asamblea y luego pasará al Senado.
En caso de que la reforma de Macron pasara ambas cámaras, el panorama de protestas se endurecerá en marzo. Además, el gobierno quiere aplicar la reforma, en caso de ser votada, a fines de marzo.
En este escenario, la derechista Marine Le Pen, que perdió con Macron el ballotage, anunció una moción de censura para que los diputados contrarios a la reforma puedan expresarse.
