Objetivos productivos claros, aspecto clave para una adecuada elección de carneros

Según dijo, la producción animal “tiene cuatro patas”: el manejo, la sanidad, la nutrición y uno muy importante es el mejoramiento genético, que tiene como característica que los resultados no son inmediatos.

Comentó que es clave que los productores sepan “cuál es el partido que quieren jugar” y, con base en eso, que dediquen los esfuerzos para seleccionar las características genéticas que tengan mayor importancia a nivel económico, aquellas que explican los ingresos y costos de su sistema de producción.

Los productores que quieren mejorar razas de producción lanera, al momento de seleccionar carneros suelen buscar animales afinadores y centran su atención en el peso de vellón y en el diámetro, por ejemplo.

Esas características tienen, en otro detalle de mucho valor, una alta heredabilidad.

Por su parte, quienes trabajan con razas de doble propósito o enfocan sus tareas a la producción de carne, eligen otras características, como los datos de peso a la recría o al destete, el espesor de grasa o el área de ojo de bife.

Otras características de menor heredabilidad, como el desempeño reproductivo, se dejan más atadas al manejo, la sanidad y la nutrición, explicó.

Lento, pero acumulativo

Actualmente los productores uruguayos apuestan a la inversión en genética, a sabiendas de que esa es una apuesta positiva a largo plazo, indicó.

“El productor tiene muy presente que invertir en genética implica un desembolso presente por un beneficio futuro”, comentó el técnico, quien destacó que en Uruguay hay cabañeros muy profesionales y en la mayoría de las razas ovinas hay evaluaciones genéticas, lo que ayuda a ver los resultados de las inversiones y también a encontrar animales con datos al momento de realizar la inversión.

Según explicó, es importante tener en cuenta que el mejoramiento genético es lento, pero que puede tener un carácter permanente y acumulativo, en la medida en que no se cambien permanentemente los objetivos.

Generalmente se habla que en el rubro ovino las tasas de mejora genética son del 1 al 2% anual, detalló.

Objetivos claros

“En el largo plazo están las respuestas. El mejoramiento genético premia al compromiso y al esfuerzo en un rubro definido”, sostuvo.

Para que el mejoramiento de una raza se desarrolle de buena manera es clave que los productores tengan sus objetivos de mejora claros, esto hará que al momento de seleccionar las características a mejorar se realice un trabajo más específico y los esfuerzos se concentren.

Cuantas más características se incluyan en el objetivo de selección más se restringirá el abanico de opciones y menos progreso podrá haber en cada una de ellas, por lo que es recomendable enfocarse en las de mayor retorno económico, aseguró Ramos.

“Las ganancias son espectaculares cuando los resultados se acumulan a lo largo de los años, un ejemplo de eso son las lanas que hoy produce Uruguay, las finas y súper finas, que han tenido un proceso de más de 20 años. Hay que tener paciencia para ver los resultados, pero creo que la inversión en genética es algo que en Uruguay está bien aceitado y hay una larga historia de progreso”, indicó.

En la base de la confianza

Realizar una buena inversión en genética le asegurará a los productores que el trabajo que realizará el animal se orientará a los objetivos planteados y, en ese sentido, es fundamental tener en cuenta que la mejor selección será la que se haga con base en la información objetiva disponible.

Al momento de invertir en un reproductor se pueden comprar animales sin información u otros que cuenten con datos; “siempre, si se puede elegir, se debe priorizar la información objetiva”, recomendó.

Hay varios datos importantes a tener en cuenta al momento de  hacer una compra, como los de Optical Fibre Diameter Analysis (OFDA), que son resultado de una medición del diámetro de un animal; los de Flock Testing, con los que se registra el comportamiento de los animales en determinadas características; o los de EPD’s, que muestran el valor genético de los ejemplares.

Si un animal cuenta con todos esos datos, se recomienda elegir el EPD sobre el Flock Testing y el Flock Testing sobre el OFDA.

El sistema de mejoras genéticas uruguayo es muy confiable y la prueba se puede ver en los procesos genéticos logrados, destacó el técnico del SUL.

“Este es un sistema que reposa en la base de la confianza, porque son los productores los que toman los datos y hacen los registros, pero es un sistema que ha permitido que hoy tengamos, por ejemplo en el micronaje, lotes de 15 o 16 micras. A través de la información genética objetiva se ha podido bajar el diámetro a la vez que mantener o subir el peso de vellón y creo que eso es lo que estimula a los productores a invertir y apostar por los animales que tienen datos objetivos”, concluyó.

Leé también

Operativo Ovinos con adelantos de hasta US$ 40 por cordero y precio base de hasta US$ 4 por kilo