Los Oscar cambian de escenario por la pandemia
Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura > ESTE DOMINGO

Oscar 2021: la previa de una ceremonia atípica y marcada por la pandemia

Sin demasiados nombres conocidos, con la consolidación de las plataformas de streaming, y cambios forzados por la pandemia, este domingo 25 se entregan los premios más importantes de Hollywood
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25 de abril de 2021 a las 05:10

Cuando Jane Fonda se subió al escenario del Teatro Dolby de Los Ángeles en febrero del año pasado, abrió el sobre, hizo una pausa muy calculada y dijo “Parasite”, revelando así, bajo una ovación entre sorprendida y eufórica, a la película surcoreana como la ganadora del Oscar a Mejor película, el covid-19 no era un problema. Había un virus que de a poco se cobraba víctimas en China y que venía como una ola rumbo hacia occidente, la OMS ya lo miraba de reojo y hacía advertencias, pero la idea de que provocaría una catástrofe mundial como la que terminó provocando estaba todavía lejos de la mente de la mayoría.

Catorce meses después de la consagración de la película de Bong Joon-Ho, el mundo es un lugar bastante diferente. El cine, como casi todos los aspectos de la sociedad moderna, sufrió el embate de la pandemia, con salas cerradas, estrenos postergados y rodajes paralizados durante meses. También se postergaron las ceremonias de premios, como la de los Oscar, que en lugar de las fechas habituales entre febrero y marzo, se movió a fines de abril, una rareza para el calendario cinéfilo de todos los años.

Los del año pasado fueron uno de los últimos eventos antes de que el virus rodeara al mundo. Y los del año que viene, uno tiende a creer —mejor dicho, necesita creer— que serán en una situación más cercana a la normalidad. Pero no solo por eso los de este domingo 25 serán “los Oscar de la pandemia”. También lo serán porque entre las películas nominadas, y las figuras que apuntan a la estatuilla, se reflejan algunos cambios que solo se explican como provocados por los vaivenes de la industria cinematográfica en este último año.

El gran año del streaming

El más obvio es que de las ocho películas nominadas al premio principal, solo tres estaban disponibles para el público uruguayo (al menos, mediante vías legales) a través de plataformas de streaming. Mank y El juicio de los 7 de Chicago son producciones de Netflix y allí se encuentran, mientras que El sonido del metal se encuentra en Amazon Prime Video. El cierre de los cines a fines de marzo dejó con las fechas de estreno en suspenso a otras dos candidatas: Nomadland, que se pudo ver en febrero en el Festival Internacional de Cine de José Ignacio, y Hermosa Venganza (Promising Young Woman).

Para quienes habitualmente ven las películas nominadas antes de los premios, este es un quiebre negativo con respecto a la tradición, ya que suelen estrenarse en las salas locales en las semanas previas a la ceremonia. Este año, con los cines abriendo y cerrando de forma periódica, eso se hizo más difícil.

La pandemia también aceleró algo que ya venía sucediendo: el crecimiento del streaming y la consolidación de las plataformas como un camino viable para los grandes estudios para estrenar sus novedades, dejando de lado el recorrido habitual de pasar primero por las salas de cine, y luego si, al streaming. Judas y el mesías negro se estrenó en simultáneo en ambos formatos, Nomadland y Minari lo hicieron directamente en streaming, y las películas de Netflix y Amazon apenas pasaron algunos días por salas antes de llegar a las plataformas (esto siempre en Estados Unidos, aquí en Uruguay se estrenaron directamente de forma digital).

Y por segundo año consecutivo, la mayor cantidad de nominaciones no la tiene Disney, Warner o Universal, la tiene Netflix con 35. Otro récord de la plataforma, que hasta ahora, de todas formas, no ha podido acceder con ninguna de sus películas al premio principal.

¿Y a estos quién los conoce?

Entre las postergaciones, las demoras y los retrasos, 2020 fue un año con una cifra irrisoria de estrenos de gran calibre y producciones destacadas. Si bien hubo algunas películas que despertaron conversación a lo largo del año pasado, la poca cantidad de novedades y la mencionada dificultad para acceder a las nominadas hacen que entre las películas que compiten por los premios de la Academia este domingo sean contadas las que hayan tenido un público relativamente numeroso.

Y estos también son unos Oscar sin grandes estrellas. Los estudios y las plataformas se guardaron las cartas fuertes para cuando los cielos estén más despejados, y eso hizo que aparecieran en escena nuevos nombres y figuras ascendentes que quedaron con el camino más descubierto para brillar y ser descubiertas.

Si bien entre los nominados hay leyendas vivientes como Anthony Hopkins (candidato a Mejor actor por El padre) o Glenn Close (nominada a Mejor actriz de reparto por Hillbilly, una elegía rural), once de los candidatos en las categorías de actuación y cuatro en la de dirección son debutantes en estos premios, y también ilustran una cierta renovación de nombres y generacional, como Daniel Kaluuya, Emerald Fennell, Chloé Zhao, Riz Ahmed o Steven Yeun.

Diversidad

En los últimos años, cada vez que se anunciaban las nominaciones a los premios se generaba un debate sobre la ausencia de diversidad racial entre los candidatos y la ausencia de mujeres en categorías como la de dirección. Ante esos reclamos, que empezaron con mayor intensidad en 2015, sobre todo con base a movimientos como #OscarsSoWhite (Oscars demasiado blancos), la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidense, el organismo encargado de la organización y entrega de estos premios, decidió tomar medidas al respecto.

La más obvia fue la de establecer un criterio para ampliar su cifra de miembros, poniendo un mayor énfasis en invitar a personas más jóvenes, no blancas y de otras nacionalidades, para así invertir las estadísticas, que señalaban que la mayoría del cuerpo votante eran hombres, blancos, mayores de 60 años, lo que llevaba a que las películas nominadas cumplieran casi siempre con algunos moldes temáticos y formales.

Esos cambios parecen haber empezado a dar frutos, algo que la alineación de candidatos de este año parece confirmar. Por primera vez en los 93 años de estos premios hay dos mujeres nominadas en la categoría Mejor director (Fennell y Zhao), que se convierten respectivamente en la sexta y la séptima mujer en estar en esa categoría en todos esos años.

La mayoría de los récords, sin embargo, están en las categorías de actuación. Los Oscar de 2021 serán los primeros con un actor de origen asiático (Steven Yeun, nominado por Minari y conocido sobre todo por su trabajo en la serie The Walking Dead) y otro de origen paquistaní, el británico Riz Ahmed.

Por primera vez, de hecho, en la categoría de Mejor actor, los nominados no blancos son mayoría, ya que a Ahmed y Yeun se suma Chadwick Boseman, la séptima persona en recibir una nominación póstuma en la historia de los premios.

También hay, por primera vez, dos mujeres negras compitiendo por la estatuilla de Mejor actriz: Viola Davis, que obtuvo su cuarta nominación por La madre del blues, y Andra Day, nominada por la película The United States vs. Billie Holiday.

Más allá de los debates raciales y de género, los Oscar también han dado algunos pasos en la inclusión de nominados y de historias vinculadas a la discapacidad. "Hasta ahora en Hollywood no han hecho un muy buen trabajo, pero lo saben, estamos tomando conciencia de eso", dijo el actor Paul Raci, nominado a Mejor actor de reparto por El sonido del metal a la agencia AFP, refiriéndose a la representación y al retrato que se hizo a lo largo de los años de las discapacidades en el cine.

Además de la película por la que está nominado Raci, que cuenta la historia de un baterista que pierde la audición, este año también están nominadas Campamento extraordinario, un documental producido por Barack y Michelle Obama, sobre un grupo de jóvenes que se conocieron en un campamento de verano en la década de 1970 e iniciaron un movimiento de lucha por los derechos de las personas con discapacidad y el cortometraje Feeling Through, que tiene un protagonista sordociego.

¿Qué esperar de la ceremonia?

Como para dejar poco lugar a dudas de que los Oscar de este año serán atípicos, la ceremonia tendrá unas cuantas peculiaridades en su desarrollo y en su formato que la separarán de los eventos de otros años.

El primero y uno de los más llamativos, es que este año habrá una ceremonia dividida, al menos a nivel edilicio. Una parte será en el Teatro Dolby, el escenario habitual de este evento desde 2001, cuando tenía por nombre Teatro Kodak. La otra, donde estarán los nominados y presentadores, será en Union Station, la principal estación ferroviaria de Los Ángeles.

En el Teatro Dolby, por ejemplo, se harán las interpretaciones en vivo de las canciones nominadas a Mejor canción original, que se emitirán en su conjunto en la previa de la ceremonia, mientras que lo habitual es que estén repartidas a lo largo de la entrega de premios.

Los que estén en la estación se moverán entre distintos espacios del edificio, casi siempre al aire libre. Los invitados, además, serán testeados por covid-19 previamente a la ceremonia, aunque en el evento no deberán usar tapabocas.

Mientras que en otras premiaciones del último año fue habitual ver a los nominados agradecer los premios desde sus casas, solos o acompañados, algunos optando por los trajes o los vestidos habituales y otros vestidos de forma más casual, los Oscar fueron firmes: hay que vestir de etiqueta y los agradecimientos vía Zoom son desalentados, aunque atendiendo a la posibilidad de que haya candidatos que no pueden viajar a Estados Unidos ya sea porque están en cuarentena, filmando en otros países o simplemente por precaución, se establecieron “centros de conexión” en Londres y Sídney.

Al igual que en el último año, los Oscar no tendrán un presentador que oficie de maestro de ceremonias, sino que un par de decenas de estrellas, desde Harrison Ford hasta Reese Witherspoon, desde Brad Pitt hasta Joaquin Phoenix, serán los encargados de ir presentando los premios y a los ganadores.

Estas figuras fueron anunciadas como el “elenco” de la ceremonia, que tiene como una de sus intenciones la de no ser un programa televisivo tradicional sino convertirse en “una película de tres horas”. Para eso, reclutaron al cineasta Steven Soderbergh, responsable de La gran estafa y Traffic, que ejercerá como uno de los productores y responsables de la ceremonia.

Si logran cumplir con ese ambicioso objetivo habrá que descubrirlo el domingo. Lo que es seguro es que los Oscar serán atípicos, pero están llenos de nombres nuevos para seguir y seguramente dejen alguno de esos momentos memorables que traen cada año y que ya son costumbre, como las pausas constantes en la transmisión, su larga duración y los desaciertos en la alfombra roja.

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