El entrenador de la selección uruguaya de remo, Osvaldo Borchi, lo tiene claro: cuanto más olas haya y más regatas seguidas tengan, sus dirigidos, Bruno Cetraro y Felipe Kluver, mejor estarán.
"Estamos acostumbrados a remar todos los días con olas. Nunca hemos dejado de entrenar con olas de costado, viento, y estábamos deseando que hubiese viento soplando. Yo en la mañana, mientras estábamos en la zona de descanso de los deportistas, empezaba a mirar por la ventana y decía 'son las 10, se está levantando el viento, 10.30 habrá más olas y ahora cuando corramos va a haber más todavía'. Y eso es buenísimo para nosotros porque estamos en nuestra salsa", dijo a radio Sarandí. Y añadió: "Para nosotros tener regatas continuamente no nos afecta en nada. Hay otros equipos que a medida que va pasando el tiempo van bajando su rendimiento. Eso juega a favor de nosotros también".
Los remeros uruguayos consiguieron este martes el pase a la final del doble par peso ligero de remo en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 tras finalizar segundos en las semifinales. Para su entrenador, la clave estuvo en usar la "técnica adecuada" y mezclarla con fuerza.
"Cuando aumenta el viento y las olas el grado de dificultad se hace mayor. A la gente que maneja todo con la fuerza y no usa la técnica adecuada se le complica", explicó.
En la competencia, los uruguayos corrieron la primera semifinal estampando un tiempo de 6.11.48. A pesar de que en los primeros 1.500 metros iban sextos, dejaron sus mayores energías sobre el final y empezaron una veloz remontada.
"Esta regata, aunque parezca mentira, fue mucho más fácil de lo que pensamos y fue mucho más fácil que la del domingo, sobre todo porque el domingo los chicos quedaron extenuados. A Felipe se lo llevaron en una silla de ruedas y hoy cuando terminó la regata se paró arriba del bote. Ni él sabe cómo se paró, pero terminaron completamente diferente porque las características de la pista de hoy fueron muy diferentes y eso fue bueno para nosotros", aclaró.
"Me tratan de loco porque yo soy muy exigente. Hay atletas que no resisten el trabajo, porque esto no es fácil: llegar a los Juegos Olímpicos y a una final no es cosa de todos los días. Lógicamente que se quejan de las cargas y de un montón de cosas. Prefiero seguir siendo loco y tener la suerte de tener dos remeros hoy en la final de los Juegos Olímpicos", insistió.