A estas horas es como un juego de dominó en el que las fichas caen por el temor a la pandemia de Coronavirus. Los eventos masivos alrededor del mundo se cancelan a mansalva, los museos cierran, los deportes se aplazan, las concentraciones de personas se suprimen y las industrian tiemblan. Hollywood, por ejemplo, parece haber entrado en un bucle de suspensiones de películas. Después de que la última entrega de James Bond, titulada Sin tiempo para morir, se aplazara para noviembre, varios tanques próximos también cambiaron su fecha de estreno, entre ellos la segunda parte de la película de terror Un lugar en silencio.
La última en caer es la novena parte de la saga Rápidos y Furiosos, que se iba a estrenar en mayo de 2020 y que ahora pasa para abril de 2021, casi un año después de la fecha estipulada. El anuncio se hizo desde la cuenta de Twitter de la película, en donde se publicó un comunicado.
"Mover la fecha de estreno habilitará a que nuestra familia global pueda ver el nuevo capítulo de la saga junta. Así que nos vemos la próxima primavera", dice el comunicado.
Esta novena película es la penúltima –en teoría– de una saga que comenzó en 2001, que ya tiene un spin-off y que ha pasado, con el tiempo, de ser una historia sobre picadas de autos a una saga de acción que bordea el género de superhéroes.
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