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Padre de Hernán Fiorito: "Sentimos mucha indignación e impotencia”
La noticia de la liberación de 15 de los 16 procesados por el asesinato del hincha de Peñarol Hernán Fiorito en 2016, cayó como un balde de agua fría en la familia del joven. “Fue el regalo de navidad que tuvimos, lo vivimos con mucha indignación e impotencia”, dijo Eduardo Fiorito, padre del muchacho de 20 años que aquel 28 de setiembre de 2016 se encontraba celebrando un nuevo aniversario de Peñarol en la plaza de Santa Lucía (Canelones), cuando parciales de Nacional que viajaban desde Montevideo lo mataron a tiros.
“Lo que estamos soportando nosotros ha sido algo horrible, nos destruyeron la vida y todavía tener esta noticia... Tenemos que pasar así las fiestas que para nosotros ya no son la fiesta al ver que no tenemos a nuestro hijo”, lamentó el padre de Hernán.
El cese de la prisión de los 15 procesados se debió a que la Fiscalía hasta el momento no había realizado ninguna acusación por este caso y el nuevo Código del Proceso Penal dispone que "cesará la prisión preventiva" para quienes estuvieran más de dos años en prisión sin acusación.
Como contrapartida a quedar en libertad, todos deberán cumplir arresto domiciliario por tres meses de viernes a domingo entre la hora 8 y las 20. A su vez, tienen prohibido por ese mismo período acercarse a 500 metros de espectáculos deportivos y a un kilómetro de la plaza de Santa Lucía, indicó Sebastián Puppo, abogado de uno de los liberados.
El último que permanece en prisión pasará un tiempo más tras las rejas porque se entregó en enero de 2017 y, por ende, el plazo de dos años dispuesto por la nueva norma todavía no se cumplió.
“No nos calmó que los hayan metido presos, porque eso no le devuelve la vida de nuestro hijo, pero que al menos paguen por lo que hicieron. Estamos hablando que le quitaron la vida a un muchacho de 20 años”, dijo Fiorito.
Richard González, quien recibió un balazo en la rodilla en el ataque que le costó la vida a Hernán, dijo sentirse “abrumado” por la liberación de sus agresores. “En ninguna cabeza cabe que después de dos años los larguen”, cuestionó.
Sobre aquel día dijo que solo recuerda “los sonidos antes del impacto y el dolor”. González contó que ya nunca volvió a ir al estadio y que ya no sale a festejar el aniversario del equipo del que es hincha “por respeto”.
Un cambio de fiscal y una decisión polémica
Mónica Castro, la fiscal que investigó el asesinato de Fiorito desde el momento del incidente, dijo a El Observador que está “indignada” por el dictamen de su colega, la fiscal de Las Piedras, Alba Regueira. Castro tuvo a su cargo el caso hasta el 1 de noviembre de 2017, cuando entró en vigencia el nuevo sistema penal y las causas del proceso penal viejo se distribuyeron entre otros fiscales.
La fiscal Regueira accedió al pedido de la defensa bajo el argumento de que los imputados debían ser liberados porque habían pasado dos años en prisión sin que fueran acusados: habían sido procesados por el homicidio, pero aún no tenían condena.
Ese plazo máximo de prisión está establecido en el artículo 235 del nuevo Código del Proceso Penal, pero no en el anterior –por el cual se rige este caso– y los defensores argumentaron que de todos modos ese beneficio también debía aplicarse a los delincuentes. Señalaron que existe un principio jurídico que establece que los cambios más benignos de la ley penal se pueden aplicar con retroactividad.
Esta posición es rechazada por varios fiscales, entre ellos Castro. A raíz de esta situación el fiscal de Corte adjunto, Ariel Cancela, pedirá a la fiscal de Las Piedras que informe "detalles del caso" y que "fundamente la decisión" que culminó con la liberación de los procesados por homicidio.
