Desde hace algo más de una década Paraguay se transformó en una de las vedette de la región para la inversión extranjera directa, atraída por un régimen impositivo bondadoso frente a sus pares de la región, incluido Uruguay, que ahora tiene un competidor no menor para canalizar uno de los motores que contribuye a sostener la expansión de una economía en el mediano y largo plazo.
Prueba de ello es que hoy hay más de 100 empresas uruguayas que decidieron echar raíces en ese país para maximizar el retorno de su capital. Quizás los ejemplos más conocidos se den en la ganadería y agricultura, pero poco a poco se van sumando otros rubros y empresas de servicios.
Uruguay es uno de los principales orígenes de la inversión extranjera directa en Paraguay con una monto que superó los US$ 200 millones en 2017. A las ventajas tributarias, ahora se suman otros atributos que son valorados por los inversores como la estabilidad y previsibilidad de la macroeconómica con un déficit fiscal controlado, una deuda inferior a los 20 puntos del PIB y una inflación por debajo del 5%. Estos fueron algunos de los atributos que la ministra de Industria y Comercio de Paraguay, Liz Cramer, resaltó este miércoles durante el ciclo de desayunos organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing del Uruguay (ADM) en el Club de Golf, alentando a que más empresas uruguayas puedan trasladar sus negocios a su país.
Además, el gobierno estima que para 2020 puede dar el salto y alcanzar el grado inversor, privilegio que hoy solo ostenta Uruguay en la región, pero que una calificadora (Fitch) acaba de ponerlo en revisión por el desequilibro de las cuentas públicas.
“Brasil está cada vez más mirando Paraguay no como un vecino quizás menos favorecido que lo tenía de lado, sino como una oportunidad. Ya hay muchísimas empresas que están haciendo parte de su producción a nuestros costos para poder volver al mercado brasileño o reexportar a mercados internacionales para poder competir con países asiáticos. Para muchas empresas brasileñas de manufactura, Paraguay es la oportunidad de sostenerse y para poder competir internacionalmente. Nos preguntamos si quizás en Uruguay puedan existir algún tipo de industria que pueda estar desafiada en sus costos y que pueda considerar (llevar) parte de su producción a Paraguay para seguir siendo competitivos con productos uruguayos para venderle a la Unión Europea u otros países”, disparó Cramer ante la mirada atenta de un auditorio dominado por empresarios.
La industria uruguaya es uno de los sectores que más dinamismo ha perdido en los últimos años como consecuencia de la desaceleración de la economía. Según los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el núcleo duro de la industria local tuvo una caída de 4,2% en su actividad durante el promedio de los tres meses que van de julio a setiembre respecto a igual período del año pasado. De las 19 ramas industriales relevadas mensualmente por el INE, 11 tuvieron una contracción de la actividad en el promedio del tercer trimestre del año.
La ministra de Comercio e Industria dijo además que si esos potenciales industriales uruguayos optaran por radicarse en su país y producir “made in Paraguay” pueden obtener beneficios extra de acceso por acuerdos bilaterales de acceso con terceros países.
Precisamente, otras de las ventajas que Paraguay tiene bajo el paraguas del Mercosur es que producto de su ubicación geográfica y ser el país del bloque menos favorecido con su conexión al resto del mundo, cuenta con un regla especial que le permite producir un 40% con origen en su país y el restante 60% extrazona, para luego comerciar con un arancel del 0% dentro del bloque. Esa condición se mantendrá hasta 2023.
La maquila se ha transformado en uno de los grandes dinamizadores de la inversión en el último tiempo. La ministra de Industria informó que actualmente ese sector productivo abarca a 172 empresas y emplea a 17 mil trabajadores directos, y se está constantemente consultando y propiciando que las empresas que ya están instaladas desarrollen otras líneas de producción, aunque siempre bajo la sostenibilidad ambiental y social.
Por otra parte, la jerarca dijo que también había espacio para incrementar el flujo comercial de empresas uruguayas porque los productos que llegan hoy son bien recibidos por los consumidores de su país y que la tendencia es a que la demanda sigue creciendo a futuro.
Quizás donde hay menores distancias con Uruguay sea en el salario mínimo nacional que llega a 2.100 guaraníes (unos US$ 355). En Uruguay el salario mínimo se ubica hoy en $ 13.430 (unos $ 413). Asimismo, Gramer anunció que el Parlamento acaba de aprobar una nueva ley para el empleo parcial que va dar “mucha flexibilidad” a las empresas para que puedan registrar trabajadores para contratar por día, por hora, y otras modalidades. Además, la conflictividad laboral parece estar por fuera de la agenda. “Nos importa tener ralaciones laborales sanas. Creo que en el grado de conflictividad tenemos una ventaja competitiva con la región”, consideró Cramer.
La energía es otro de los puntos altos de Paraguay. El costo de producir un MegaWatt/hora (MWh) se ubica hoy en US$ 0,71 y el gobierno quiere que las industrias incrementen la demanda para aprovechar mejor ese recurso abundante porque es más negocio que volcar los excedentes a Brasil.
De acuerdo al comparativo que realiza la consultora SEG Ingeniería, el MWh para uso industrial de media tensión tiene un costo para una empresa uruguaya de US$ 121, mientras que en Paraguay se ubica en US$ 48. “Nos interesa que las empresas puedan utilizar más la energía para nuestro propio desarrollo, con estándares de desarrollo ambiental y social”, afirmó Cramer. Para 2022, Paraguay espera renegociar el contrato de venta de excedentes con Brasil de la represa binacional de Itaipú.
Casi el cierre de su disertación la ministra de Comercio e Industria dejó un mensaje para las autoridades portuarias uruguayas. “Nosotros éramos buenos clientes del puerto de Uruguay. Ojalá podamos volver a serlos; nos gustaría. Es un desafío importante para Paraguay para cubrir las necesidades logísticas”, afirmó. El puerto de Montevideo perdió pie frente a su competidor de Buenos desde fines del año pasado y varias convoyes de carcasas optaron por cambiar de terminal ante las demoras excesivas para su desembarco en la capital uruguaya.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá