Uno de los 19 pasajeros del avión de la empresa venezolana Emtrasur, retenido en Argentina desde el 8 de junio debido a una sanción de los Estados Unidos, denunció a las autoridades argentinas por el manejo del caso, y acusó a las autoridades uruguayas de que "criminalmente impidieron una escala técnica, pactada internacionalmente", informó el medio argentino Infobae.
“La decisión por parte de las autoridades aeronáuticas uruguayas, no solo puso en peligro la seguridad operacional del vuelo que previamente había sido aprobado, sino que estando en conocimiento de las limitaciones de combustible con que partimos desde el aeropuerto de Ezeiza, criminalmente impidieron una escala técnica, pactada internacionalmente”, se lee en la denuncia del venezolano Víctor Pérez Gómez, gerente general de Operaciones de Emtrasur.
El avión llegó a Argentina el 6 de junio, y quería viajar a Caracas, Venezuela, el día siguiente. Sin embargo, tanto YPF como Shell se negaron a abastecer de combustible a la aeronave, por lo que decidieron realizar una parada técnica en Uruguay.
El país aprobó en primera instancia el vuelo, según confirmó El Observador, pero una llamada del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, a su par de Defensa Javier García, con información sobre la situación de la aeronave, generó que García negara la llegada del avión al país.
Los catorce pasajeros venezolanos y los cinco iraníes, alojados en el Hotel Central Canning de Buenos Aires, tienen sus pasaportes retenidos por la Justicia argentina, en medio de una investigación a los tripulantes. Gholamreza Ghasemi, piloto del vuelo, es "coincide con el nombre" de un miembro de la Guardia Revolucionaria de Irán, grupo calificado como terrorista por los Estados Unidos, según informó el ministro de Seguridad argentino, Anibal Fernández.
El viernes 10 de junio unos 60 efectivos de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) realizaron una segunda requisa al avión "sin dar ningún tipo de fundamento ni exhibir documentación alguna", luego de una primera requisa que ocurrió cuando el avión llegó al país.
"Compulsivamente suben a la aeronave, entrando por la puerta delantera izquierda y comienzan a desplegar una exhaustiva requisa con gran nivel de detalle sobre todos los espacios disponibles de la nave e incluso los efectos personales de la tripulación que habían quedado allí", expresa el documento, en el que Pérez Gómez denuncia la actuación de las fuerzas de seguridad argentinas en las operaciones realizadas en el marco del caso.
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