Peñarol juega la final de América: seis motivos para no perderse la final de la Superliga de rugby

Por varios motivos es un duelo imperdible:

Se cruzan los mejores

Han sido, por lejos, los dos mejores equipos del torneo, como muestran los números: terminaron primero y segundo de la fase regularlos dos con mejores defensas, con menos puntos y tries en contra, y junto a Jaguares, los dos con mejores ataques.

El clásico

Uruguayos y chilenos ha sido desde siempre un duelo caliente en cualquier categoría, entre los dos equipos de nivel más parejo, que históricamente se disputaron el segundo lugar de la región detrás de Argentina. Así ocurrió en el último antecedente, en la segunda rueda de la Slar (victoria de Selknam 15-8), que incluyó algunos golpes y empujones en el túnel de acceso a la cancha.

El crecimiento chileno

En el siglo XXI Uruguay había logrado sacar claras distancias con Chile, pero en los últimos años los trasandinos lograron un giro radical en el trabajo de su alto rendimiento. Fue a partir de la llegada de Pablo Lemoine como Head Coach y director de Alto Rendimiento. El ex DT de Los Teros, el arquitecto del plan que devolvió a las selecciones uruguayas a los mundiales tras 12 años, aterrizó con su modelo en Chile, llevado allí por Sudamérica Rugby, y logró en un par de años una clara subida de escalón. De estar debajo de Brasil, logró superarlo y acercarse mucho a Uruguay, al punto de perder por muy poco en el duelo de eliminatorias al Mundial 2023. No solo eso: en la segunda instancia de clasificación venció a Canadá y ahora en julio jugará una final ante Estados Unidos por una plaza directa, y si pierde tendrá una última oportunidad en el repechaje.

La estrategia

Que sean los dos mejores de la Slar no es casualidad: son los que han puesto a sus franquicias como punta de lanza de sus estrategias de alto rendimiento. Uruguay tiene 12 jugadores en el exterior, pero el resto de los jugadores de selección está en Peñarol. Chile tiene un mayor porcentaje de sus jugadores de selección en Selknam, pero ha usado la Slar para hacer una fuerte rotación y tener un plantel de casi 40 jugadores con activa participación en el torneo. Para Uruguay el objetivo final está en el Mundial 2023, al que ya clasificó tras ganarle en octubre a Estados Unidos; para Chile la meta inmediata está en EEUU buscando llegar a Francia 2023. 

El resto de los equipos tuvieron estrategias diferentes: Argentina, tras una enorme sangría en 2021 (para la cual la Slar sirvió de vidriera) presentó en 2022 un equipo que fue básicamente un sub23 y no estuvo a la altura de los chilenos y uruguayos. Brasil también usó la Slar para darle competencia a sus jugadores de selección, pero tuvo un mal rendimiento y terminó último, lo que refleja ele estancamiento de su proyecto. Mientras que Paraguay (Olimpia) y Colombia (Cafeteros), que están un par de escalones debajo, armaron sus planteles alrededor de jugadores argentinos, con algunos refuerzos nacionales.

El momento de Peñarol

Para los aurinegros es ahora. Seguramente, tras la Slar 2022, varios jugadores se vayan al exterior, porque necesitan una competencia regular que hoy la región  no les puede asegurar, y porque el sistema necesita darle más oportunidades a jugadores jóvenes. El de este año seguramente sea el mejor equipo que Peñarol presente en la Slar. Además, fue el mejor equipo de la fase regular, con un plan de juego más equilibrado que en 2021, cuando la defensa era el fuerte y en ataque era un equipo más utilitario. Es el favorito para la final, aunque deberá desmontar a un rival que vendrá a quitarle velocidad y ritmo, y que se especializa en eso.

El duelo de los packs

Si siempre los partidos decisivos se disputan allí en gran parte, mucho más en esta final. A los dos les gusta el juego físico, disputar las pelotas en los rucks y hacerse fuertes en las formaciones fijas. Peñarol no tuvo casi durante toda la Slar a Diego Arbelo, el pilar derecho titular de Los Teros, y lo supo disimular bien, pero ante los chilenos es una prueba mayor para el joven pilar Ignacio Péculo. La vuelta de Juan Echeverría en el pilar izquierdo es una muy buena noticia.

El producto Slar

La Slar es una prueba de supervivencia y de resiliencia de la región: sobrevivió a la pandemia cuando recién nacía, se adaptó con objetivos más terrenales y logró crear un buen producto. Si, lo de Argentina fue un paso atrás, pero el efecto secundario fue que generó una competencia mucho más pareja y atractiva. El producto televisivo fue excelente, aunque faltó público en las tribunas. Pero más allá de todo eso, la final marcará un punto alto y atraerá los ojos de buena parte del mundo del rugby. Pero además de una parte importante del público deportivo uruguayo, en especial el de Peñarol.