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Plaguicidas: un desafío vigente

El uso de plaguicidas es uno de los grandes desafíos que plantea la actividad agrícola a nivel ambiental y sanitario
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27 de noviembre de 2020 a las 21:33

Por Vicente Plata (1), especial para El Observador

El uso de plaguicidas es uno de los grandes desafíos que plantea la actividad agrícola a nivel ambiental y sanitario.

La intensificación de la producción en los últimos 20 años, asociada a innovaciones tecnológicas y a la expansión de la agricultura, generaron un incremento del uso de sustancias químicas. Este proceso es un factor de degradación ambiental y tiene efectos en la salud de la población.

En este contexto, en Uruguay, el proyecto Plaguicidas trabaja desde 2016 en actualizar los procesos, la regulación y la capacidad institucional para una gestión racional e integral de los plaguicidas, acorde a los estándares internacionales.

Buenas prácticas y alternativas

A través de la validación y promoción de buenas prácticas y alternativas al uso de plaguicidas posibles de implementar en Uruguay, se logró posicionar con actores clave a nivel territorial y nacional diversas prácticas efectivas, que no incrementan los costos de producción y hasta los reducen.

El menor uso de plaguicidas disminuye por ejemplo la resistencia de las plagas a los productos químicos y frena los procesos de acumulación de químicos en el ambiente. Esto, por lo tanto, tiene una incidencia favorable en el suelo, y contribuye a reducir la fitotoxicidad que se observa cada vez más en los predios. 

A su vez, el impacto es importante en términos sanitarios por su efecto en la salud de los trabajadores rurales y de los consumidores.

El proyecto también monitoreó la presencia de residuos de plaguicidas en las aguas y la fauna, además de desarrollar metodología para monitorear plaguicidas en cuencas hidrográficas, fortaleciendo las capacidades institucionales de Uruguay.

Otro aporte del proyecto fue el desarrollo de un Plan de Gestión para la Eliminación de Existencias Obsoletas que, por el principio de responsabilidad extendida (2), será ejecutado y gestionado por el sector privado y se suma al Plan de Gestión para envases vacíos que ya existe.

Legislación por salud y ambiente

En términos regulatorios, el proyecto desarrolló propuestas que, una vez que sean aprobadas e implementadas, se traducirán a su vez en una reducción del impacto del uso de plaguicidas en la salud pública y en el ambiente. 

Entre ellas se encuentra la mejora del “Registro de Plaguicidas” que apunta a mejorar el cumplimiento de los estándares internacionales y la Evaluación de Riesgo Ambiental de los plaguicidas. También se propusieron nuevos biomarcadores para monitorear la exposición humana a plaguicidas.

En cuanto a los desafíos, uno de los mayores es la adecuación cultural: Existe una naturalización del uso de plaguicidas por parte de productoras y productores que los usaron siempre y los ven como una solución simple. Aunque noten que ya no funcionan como antes, suele costarles ver el problema de fondo y visualizar alternativas. 

En cuanto a los actores estatales, los objetivos planteados por el proyecto significaron un gran desafío ya que los plaguicidas confluyen con tres competencias sectoriales: agricultura, ambiente y salud. 

El financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, en inglés) fue clave para atender algunas debilidades y abordar las diferentes áreas con un enfoque de gestión integral. 

La reducción en el uso de plaguicidas es generalmente vista como un objetivo prioritario para los ámbitos ambiental y sanitario. Sin embargo, las iniciativas estudiadas demuestran que la adopción de Buenas Prácticas Agrícolas (el uso racional y optimizado de agroquímicos), así como el uso de alternativas, implica una reducción de costos, de la fitotoxicidad en el suelo y evita crear resistencias, siendo todos estos aspectos interesantes para el productor.

Aunque el proyecto fortaleció las capacidades institucionales, la aplicación de estas innovaciones requerirá esfuerzo y compromiso sostenido de todos: productores, sociedad civil y academia, para la difusión, el acompañamiento a los actores en el terreno, el monitoreo y la fiscalización. 

Es clave para sumar valor al trabajo productivo del país y preservar sus recursos a futuro.

(1) Oficial a Cargo y Representante Asistente de Programas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Uruguay

(2) De acuerdo al Decreto 152/013, con base en el principio de responsabilidad extendida, los importadores y fabricantes de plaguicidas tienen en Uruguay la responsabilidad de gestionar los residuos que generan

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