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Plan de uso de suelos trastocará arrendamientos agropecuarios
La implementación de los planes de uso y manejo de los suelos que comenzó a exigir el Ministerio de Ganadería, afectará la dinámica de arrendamientos de tierras, un mercado que sólo en el primer semestre del año pasado movilizó US$ 72 millones, según datos de la oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA). Para algunos operadores del mercado consultados por El Observador, es probable que los precios de los contratos abandonen la tendencia alcista que venían mostrando en los últimos años e incluso se produzca una corrección a la baja. Otros, en cambio, alertan que el hecho que exista una menor superficie de área agrícola para implantar soja –el cultivo más rentable– puede provocar una suba de los valores de esos predios.
De acuerdo a los últimos datos de la DIEA, en los primeros seis meses del año pasado se efectuaron 1.204 contratos de arrendamiento que involucraron a 440 mil hectáreas. El precio promedio de arrendamiento por hectárea quedó en US$ 164 por año –8% por encima de igual período de 2011–, pero el de las tierras agrícolas llegó a US$ 371.
Para Rodolfo Vitorica, director de Caldeyro Victorica Bienes Raíces, si bien el mercado de arrendamiento está “bastante firme” por el momento, los planes de uso y manejo de suelos afectarán los valores futuros de arrendamiento. “Esto (por el plan) puede provocar que las rentas seguramente bajen ya que en varios campos no se podrá realizar la clásica rotación soja/trigo”, explicó. Asimismo, apuntó que hay casos de campos con una productividad relativamente baja que hoy se vuelcan a la agricultura que no podrá destinarse a este fin por lo que pasarán a manos de ganaderos. La renta de un campo ganadero es sensiblemente menor a la de uno agrícola.
En la misma línea, el director de la firma agrícola Fadisol, Ignacio Foderé, dijo que el plan de uso llevará a que muchos contratos de arrendamientos “ya no pueden expresarse en base a kilos de soja”. Actualmente, las rentas de los mejores predios agrícolas se calcula con una base que va desde los 800 kg hasta unos 1.200 kg por año. La tonelada de soja cerró el viernes para la entrega de mayo en Chicago a US$ 534 por tonelada. “Estimo que habrá un sinceramiento en cuanto a los valores de arrendamiento. Ahora hay que cuidar los números porque ya no se podrá hacer más soja sobre soja”, alertó el director de Fadisol. En ese sentido, añadió que seguramente un campo que estaba con un contrato de 1.200 kilos pase a 1.000 o 800 kilos de soja por año, según las características productivas de cada explotación.
Sin embargo, el director de una de las empresas agrícolas más importantes del país, Agronegocios del Plata (ADP), Marcos Guigou, considera que es “difícil” de proyectar qué puede acontecer con los valores de arrendamientos por la implementación del plan de uso y manejo de suelos. Explicó que la lógica de quienes trabajan dentro de la agricultura es aumentar cada año su superficie. “Si acotas las opciones de campo donde se puede hacer agricultura o soja en particular, ¿esto no puede provocar el efecto inverso?, se preguntó el ejecutivo. Para Guigou el hecho de que pueda quedar una superficie menor para siembra de cultivos con una buena rentabilidad como la soja, puede provocar un ajuste al alza de los valores de arrendamiento de estas tierras.
ADP tiene arrendadas unas 70.000 hectáreas y, por ahora, no prevé bajar esta superficie para el próximo año agrícola. “El año pasado ya realizamos una ajuste (reducción) del aérea para quedarnos con los campos más productivos y las rentas que ofrecían un mejor negocio”, recordó Guigou.
Efecto El Tejar acotado
La empresa agrícola regional El Tejar comunicó hace unas semanas su intención de reducir su aérea de tierra arrendada para focalizar su estrategia productiva en campos de su propiedad. En el caso concreto de Uruguay, la firma planea abandonar unas 15.000 hectáreas arrendadas. De las cerca de 100.000 hectáreas en las que produce esta empresa en Uruguay, unas 30.000 son de su propiedad mientras que las restantes 70.000 son alquiladas.
Para los operadores del mercado de tierras esta decisión empresarial “no debería” afectar los valores de arrendamiento a futuro. “La estructura agrícola de Uruguay no tiene una dependencia de un pool de siembra. Hay contratistas con una red de empresas que está en condiciones de asumir esa área”, señaló a El Observador el operador inmobiliario, Sebastián da Silva.
Los operadores estiman que El Tejar dejará aquellas tierras menos productivas que tiene básicamente en el noreste y este del país donde el interés por realizar agriculutra es acotado, producto de la menor productividad que ofrecen ese tipo de suelos. “Sería lógico que se desprendieran de los campos donde los resultados no estuvieron de acuerdo a lo que esperaban”, acotó un agente.
Cuidar el suelo
Ganadería comenzó a exigir a todos los propietarios de tierras que realicen agricultura en predios de 100 o más hectáreas planes de uso de suelos, para evitar la erosión de campos agrícolas y asegurar su sustentabilidad en el largo plazo. La primera etapa abarca a los productores de trigo y cebada. Esto determina que a partir de ahora no podrán implementarse rotaciones de un solo cultivo como solía ocurrir (soja sobre soja). Hasta el 29 de abril se habían elevado 1.515 planes por un total de 215 mil hectáreas. Ayer vencía la prorroga que dio el gobierno para elevar estos planes.
