"Podremos disfrutar la creación de Dios y obra del hombre": así celebró Vidalín la preservación del puente de Durazno

Su continuidad había estado en tela de juicio en el marco de las obras para trazar la vía del Ferrocarril Central, que transportará la celulosa desde la nueva planta de UPM en Paso de los Toros hacia el puerto de Montevideo. Pese al compromiso explicitado por el ministro de Transporte, José Luis Falero, el Ministerio de Ambiente tenía informes de que el viejo puente –de 143 años de antigüedad– no podría soportar el peso de la carga.  

Ante el escenario de su eventual desmontaje, Vidalín se había plantado en pie de guerra. "El puente no se va. Y si se va, se va también el intendente", había afirmado a El Observador.

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En una conferencia de prensa conjunta –consignada por Alternativa Durazno– el referente de Saceem, Alejandro Ruibal, expuso que tras intensas negociaciones se mantendría la estructura original del puente. Para ello, las obras incluirán la realización de esqueleto interno que no afectará la apariencia del puente, pero que permitirá reforzar el soporte de carga que se va a transportar.

Ruibal aseguró que la apariencia visual del puente no va a cambiar en absoluto, y que los trabajos emplearán a unas 100 personas durante un año. 

"Soy un gobernante con sentimientos" había dicho el intendente a El Observador, que en setiembre del año pasado había amenazado con renunciar si, para concretar el pasaje del ferrocarril, se exigía desmontar y reemplazar el puente. "Lo primero que hace un duraznense cuando retorna a la ciudad es ir al río y mirar el puente", había añadido.