La madre de un alumno de seis años de la escuela 122 de Montevideo, en el barrio Sayago, denunció que su hijo fue sedado y atado de manos en horario escolar sin su consentimiento. Las autoridades de Primaria aseguraron que la dirección del centro de enseñanza actuó de forma correcta y de acuerdo al protocolo, porque había riesgo de que el menor se agrediera a sí mismo y a terceros.
La mujer sostuvo que este lunes la llamaron desde la escuela pidiéndole permiso para trasladar a su hijo a un centro de salud, donde sería evaluado por un psiquiatra. Según dijo a canal 4, la directora y la médica que había atendido al menor le explicaron que él había tenido una crisis de pánico, que se había originado luego de pelearse con otros alumnos de la institución.
La madre se dirigió a la escuela y allí encontró a su hijo sedado y con las manos atadas, según relató. Además, dijo que el menor no tiene trastornos psiquiátricos e indicó que desde que comenzó el año lectivo él "ha llegado lastimado y con golpes en la cabeza” a su casa.
Sin embargo, las autoridades de Primaria afirman que se actuó de forma adecuada. El consejero Héctor Florit explicó a El Observador que cuando está comprometida la salud de un alumno se activa un protocolo de actuación: las autoridades de la escuela piden permiso para llamar a un médico, quien decide qué es lo que hay que hacer.
Sobre el caso de la escuela 122, Florit dijo que el menor "entró en crisis", los maestros no pudieron contenerlo y por eso llamaron a la emergencia móvil con la que Primaria tiene convenio. "Desde ese momento pasa a ser una situación de salud y no pedagógica", afirmó.
El consejero dio el mismo argumento para explicar por qué a pesar de que la madre pidió que no fuera sedado, el niño fue sometido a esta intervención. Según explicó, la decisión dependió de los médicos que trataron al menor, quienes entendieron que esa era la mejor forma de actuar ante la crisis que atravesaba.
El consejero Pablo Caggiani remarcó que había riesgo de que el niño se dañara a sí mismo y dijo que el centro de enseñanza procuró "cuidar al menor”. Las autoridades intentaron detener al niño, quien había comenzado a golpear los vidrios de la institución, y como no pudieron frenarlo solicitaron permiso para llamar a los médicos que luego lo atendieron.
"Es un niño de 6 años, pero estaba en riesgo de autoagredirse y de que agrediera al resto. Los médicos decidieron sedarlo, pero como estaba en crisis, para que no se lastimara, lo ataron de manos", explicó Caggiani.
El consejero además dijo que Primaria y el Codicen no recibieron una denuncia formal por este caso, y tampoco por las lesiones que –según la madre del menor– el niño ha sufrido desde que comenzó el año escolar.
Sin embargo, Caggiani aseguró que los inspectores, psicólogos y asistentes sociales de Primaria están trabajando con el grupo desde que comenzaron las clases. El consejero prefirió mantener en reserva el motivo de esta intervención, para preservar la intimidad de los alumnos. Los especialistas continuarán trabajando con la familia del niño para "restablecer la confianza" en la institución, aseguró.
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